Conforme vamos creciendo, se van presentando cambios en nuestras vidas: desde cambios físicos, hasta cambios en la escuela, de ciudad, de casa, de amistades, etc., y cada uno de ellos va generando un impacto en nosotros, por lo que es importante aprender a superarlos para lograr avanzar y enseñar también a los más pequeños a hacerlo.
Y para poder mostrar a los niños la importancia que tiene superarse y avanzar, queremos hablar hoy de una técnica conocida con el nombre de “La Metáfora de la libélula”, una excelente estrategia que nos permite ayudar a los niños para que entiendan lo importante que es la adaptación a los cambios y aprender a cerrar ciclos como parte fundamental de la vida.
Significado de la “Metáfora de la libélula”
Esta metáfora, con los procesos de transformación que sufre la libélula en ella, intenta explicarnos cómo las personas pasamos por etapas que pueden acabar determinando nuestro crecimiento y nuestro proceso de maduración.
Así, la libélula debe pasar por tres etapas para poder convertirse en su mejor versión y más evolucionada. En primer lugar, será un pequeño huevo que más tarde será una ninfa, la cual deberá vivir en agua para poder desarrollarse enfrentándose a diversos peligros acuáticos, y es así cómo el ser humano, a través de los años, debe ir también superando una serie de obstáculos en la vida para desarrollarse. Cuando finalmente surge del agua, se convierte en una libélula adulta, dejando atrás su piel y pudiendo despegar sus alas para emprender el vuelo en busca de alimento, algo que simboliza esa transformación que pasamos desde que somos niños hasta que por fin nos convertimos en adultos autosuficientes.
Por eso, en definitiva, el proceso de metamorfosis de la libélula simboliza esas transformaciones por las que las personas transitamos, y cómo hay que aprender a adaptarse a los cambios mientras caminamos hacia el futuro, siendo resilientes y perseverantes.
Cuándo y por qué la técnica de la “Metáfora de la libélula” es útil
Existen muchas circunstancias en las que se puede usar la técnica de la “Metáfora de la libélula” para que los niños aprendan a avanzar y a crecer felices, pero conozcamos ahora las más frecuentes:
- Cambio de casa
El ser humano suele apegarse mucho a las cosas, de tal forma que, cuando se hace un cambio de casa, por ejemplo, los niños suelen experimentar mucha tristeza y nostalgia, queriendo quedarse por siempre en su antiguo hogar.
Con la técnica de la “Metáfora de la libélula” se puede explicar lo que conllevan estos cambios y, así como la libélula pasa de vivir en un hábitat acuático a uno terrestre, a veces es necesario cambiar de casa para emprender nuevos rumbos, siempre en busca de un mejor estilo de vida.
- Cambio de nivel escolar
A medida que los niños van desarrollándose, van cambiando de grado escolar, pero a veces hay niños que no afrontan bien este proceso de cambio. Por ejemplo, cuando los niños están en preescolar, pasan la mayor parte del día jugando y divirtiéndose con sus compañeros, por lo que pasar a otro nivel con mayores responsabilidades y compromisos es algo que a veces no les agrada en absoluto. ¿Quién quiere dejar de jugar?
Por ello, en estos casos, el uso de la técnica de la “Metáfora de la libélula” puede ser de mucha ayuda para que comprendan que cada ciclo de nuestras vidas es importante, y que hay que ir superando cada etapa para seguir progresando.
- Pérdida de un ser querido
La pérdida de cualquier ser amado afecta tanto a los adultos como a los más pequeños, y es, probablemente, uno de los cambios y baches más grandes de la vida. Por eso nunca es fácil superar el hecho de que un ser querido haya dejado este mundo, pero es algo a lo que seguro deberemos enfrentarnos en algún momento, incluso con la muerte de las mascotas, que puede ser una situación muy compleja para los niños.
Sin embargo, con la ayuda del ciclo por el que tiene que pasar la libélula, se puede explicar a los más pequeños que es así como funciona la vida: naces, vives y mueres. Pero también es fundamental que comprendan que, al final, lo importante es dejar ir y recordar a esos seres queridos en nuestra memoria, manteniendo frescas y a flote todas las experiencias vividas para que nos protejan y reconforten cuando sea necesario.
Recursos para implementar la técnica de la “Metáfora de la libélula”
Generalmente la mayoría de los niños, cuando son muy pequeños, suelen adaptarse fácilmente a los cambios, sin embargo, a medida que crecen, empiezan a apegarse a algunas cosas que dificultan su capacidad de adaptación, muchas veces porque suelen crear una zona de confort a su alrededor de la cual no quieren apartarse.
Y es aquí cuando la “Metáfora de la libélula” es una buena opción para enseñar a los niños que los cambios son necesarios y que es importante soltar amarres, decir adiós y seguir. Para ello, algunos recursos e ideas pueden ser también muy interesantes, como por ejemplo las canciones, los cuentos o las obras de teatro.
Cualquiera de estos recursos puede ser una excelente manera de que los niños aprendan también a avanzar y puedan crecer felices sin dejar nunca de volar y de dar color a la vida, como la libélula.
