El poder de las técnicas conductistas en la educación infantil

Se conoce cómo “psicología inversa” a la técnica que se utiliza para la persuasión de manera disimulada, generalmente dirigida hacia alguna persona con el objetivo de que termine haciendo algo tras pedirle que no se haga (o lo contrario de lo que se le diga), y que a menudo es utilizada también en el campo de la educación infantil para la motivación de los niños, especialmente para aquellos que tienden a desobedecer.

De hecho, es una técnica muy popularizada entre los propios padres para ámbitos como el de la alimentación, para conseguir que los niños terminen comiendo verduras u otros alimentos sanos pero poco apetecibles casi siempre entre los más pequeños. Por ejemplo, si ponemos un plato frente a un niño pequeño de espinacas, y le decimos que las espinacas son geniales para ganar súper fuerza y para poder saltar más alto, pero que seguro que él no necesita nada de eso o que no hace falta que se las coma si no es su plato favorito, tal vez consigamos desafiar al pequeño consiguiendo que desee demostrar que puede hacer lo contrario justo de lo que se le ha dicho.

 

técnicas conductistas en niños

 

Una técnica sencilla que se puede utilizar en educación infantil para la alimentación, pero también para otros temas como el estudio y la realización de las tareas, la hora del baño o la de vestirse…etc.

 

Por qué los niños muchas veces tienden a desobedecer

Son muchos los niños que, durante su crecimiento, pasan por la etapa de llevar la contraria a sus padres continuamente, y esto puede deberse a varias causas. Por ejemplo,  la búsqueda de su propia autonomía e independencia, un deseo que les puede llevar a menudo a desobedecer.

A veces también se da este tipo de comportamiento por una falta de comunicación en el hogar, que hace que los niños no terminen de comprender por qué tienen que realizar determinadas tareas al margen de frases fatídicas como el “porque sí” o “porque lo digo yo y punto”. Si un niño no ve de forma clara el auténtico propósito de una tarea, tendrá mucha menos motivación a la hora de hacerla, aunque también puede darse el caso de que sea demasiado compleja para la edad del niño o de la niña en cuestión y no se sientan capaces de hacerla o se abrumen por carecer de las habilidades oportunas para la realización de la misma.

Otro de los casos habituales es el de los niños traviesos y distraídos, o el de aquellos que tienen algún tipo de problema emocional, pues en ambos casos podrá haber serias dificultades para el término de las tareas o para su simple realización. Esto hace que, como adultos, tengamos siempre claro si la orden que se pretende dar a un niño está realmente adaptada a su edad, a su formación y a sus necesidades, procurando siempre dar el máximo apoyo para la misma y para que los más pequeños puedan alcanzar la motivación necesaria llegado el momento, algo que podremos intentar en los casos más complejos con la psicología inversa.

¡Involucrar a los niños en la toma de decisiones sin que se den cuenta puede ser algo muy bueno y alentador para ellos!

 

Qué es una técnica conductista y cómo se aplica en psicología infantil

Una técnica conductista es una estrategia de tipo terapéutico que se utiliza para procurar incidir o modificar el comportamiento de una persona, lo cual puede hacerse a través de los castigos o de las recompensas. En el caso de los niños y de la educación infantil, dichas técnicas pueden ser muy útiles para atajar los problemas emocionales, para modificar conductas negativas agresivas, para tratar los problemas de atención que puedan surgir o para que consigan desarrollar determinadas habilidades.

Así, además de la psicología inversa, otra técnica conductista que se suele utilizar con niños pequeños es la del “refuerzo positivo”, centrada en las recompensas a cambio de los comportamientos positivos, como pueda ser el compartir, el obedecer o el portarse bien con los demás. Asimismo, las recompensas pueden ser cosas materiales pero también otro tipo de premios menos tangibles, como unas sencillas palabras de agradecimiento o algún elogio para subir la autoestima.

Y de igual forma que el refuerzo positivo, los castigos también pueden ser una técnica conductista dirigida a acabar con comportamientos indeseados o para disminuir determinadas actitudes en los niños como la de no obedecer de nuevo o hacer siempre lo contrario de lo que dicen mamá y papá. Aunque menos recomendable hoy en día, eso sí, continúa siendo una técnica bastante utilizada y consistente en reprimendas verbales o en la suspensión temporal de determinados privilegios, como pueda ser jugar a la videoconsola.

 

tipos técnicas conductistas niños

 

Por eso debemos pensar muy bien cuáles deben ser las estrategias efectivas y oportunas a utilizar según la personalidad de cada niño o según sea el problema que queramos atajar, y combinando preferentemente las técnicas conductistas junto a otras estrategias terapéuticas como la psicología inversa que veíamos al principio. Todo, teniendo como prioridad esa mejora de las habilidades por parte de los más pequeños o su equilibro emocional y su salud mental. Nunca buscando engañar a los niños o manipular sus decisiones propias y bien formadas, pues también derecho a ellas.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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