Muchas veces, como adultos, se piensa que la mejor forma de educar es enseñar a los niños de la misma manera que nosotros aprendimos, y que existen ciertos procedimientos que deben hacerse de esa forma para obtener los resultados deseados. Como si existiera una verdad absoluta y todos los adultos la tuviéramos, y esta debiera ser forzosamente transmitida a los hijos cuando, indiscutiblemente, ese pensamiento está muy alejado de la realidad actual.
Y es que no hay una verdad absoluta, sino que, por el contrario, existen infinidades de posibilidades esperando a ser descubiertas. Además, ser adulto no quiere decir que uno tenga todas las respuestas correctas, porque los niños también pueden aportar grandes ideas, así como soluciones muy novedosas y adaptadas a los nuevos tiempos.
Es evidente entonces que hay que mejorar los modelos educativos que se venían usando, aquellos que limitan mucho la libertad y la creatividad de los más pequeños. Por ello, en el artículo de hoy, queremos hacer una reflexión sobre un corto maravilloso de animación titulado “A Cloudy Lesson” (una producción china dirigida por Yezi Xue en 2018) en el que se toma como ejemplo este tipo de comportamiento y se destaca la capacidad de los niños para crear nuevas soluciones.
El poderoso mensaje que nos deja el corto de “A Cloudy Lesson”
Hay historias que no necesitan ser tan largas, ni mostrar tanto diálogo para transmitir un poderoso mensaje, y ese es el caso de este increíble cortometraje, de cortísima duración, que nos deja una importante lección a grandes y pequeños.
La historia trata de un abuelito fabricador de nubes que intenta enseñar a su nieto a producir nubes como él lo hace, demostrándole cómo y qué debe hacer. El niño en su primer intento lo hace siguiendo las indicaciones de su abuelo, pero finalmente falla. En la siguiente oportunidad el abuelo se lo vuelve a explicar, sucediendo de nuevo lo mismo, lo que hace que el pequeño se desespere y lo intente con mayor afán, provocando entonces que el artilugio usado para hacer nubes, similar al que se utiliza para hacer burbujas de jabón, se rompa por un accidente.
En este punto, lo sorprendente es ver la actitud del pequeño nieto, que con mucha creatividad e ingenio encuentra una solución nueva que les permitirá hacer nubes de distintas formas, demostrando que los niños también pueden enseñarnos grandes lecciones.
Educar con valores que permitan dar alas para ser libres
Esta forma de educar basándose en la libertad sana y productiva es lo que nos inspira este corto animado, que incentiva a padres, madres y maestros a acompañar a los niños en esa búsqueda del conocimiento y, al mismo tiempo, a educar con valores valiosos como los siguientes:
- Respeto a los adultos mayores
Nuestros adultos mayores son importantes en nuestras vidas y siempre serán una guía para entender el pasado y crear cosas nuevas para el futuro. Así, en el corto animado de A Cloudy Lesson, se refleja el propósito del abuelo de transmitirle su conocimiento a su querido nieto, siendo el inicio de un nuevo descubrimiento.
- Paciencia
Al principio notamos como al chico le cuesta hacer una nube, lo que provoca que se impaciente, ocasionando que el artilugio del abuelo finalmente se estropee. Sin embargo, al final él mismo nos invita a mantener la calma cuando las cosas no salen como planeamos, y a ver que con tranquilidad y serenidad, buscar y encontrar soluciones se hace más fácil.
- Confianza
Los adultos deben tener mayor confianza en las habilidades y capacidades de los niños, deben permitirles experimentar con mayor libertad ciertas circunstancias y dejarles equivocarse y aprender por cuenta propia.
No deben querer imponerles una estructura concreta de cómo hacer las cosas, sino darles alas para que vuelen, innoven, intenten y creen nuevas posibilidades.
- Trabajo en equipo
Para todo es esencial aprender a trabajar en equipo, lo que se evidencia en el cortometraje, donde vemos cómo el niño al final moldea el artefacto creando moldes de distintas figuras y cómo su abuelito fábrica, a través de soplos fuertes, maravillosas nubes con diversas formas.
El propósito de educar niños con alas para ser libres
Sin duda alguna, la mejor manera de educar es dar alas para ser libres, pues con esta clase de educación se permite confiar en las capacidades de los niños, en la convicción de que tienen la suficiente capacidad de crecer y superarse a sí mismos.
Al dejarles pensar y analizar por su cuenta, los alumnos confían más en ellos y se motivan a actuar por sí mismos, arriesgándose a poner en práctica nuevas propuestas para la resolución de los problemas que surjan. De este modo, y más que enseñarles a memorizar información y a emitirla, lo realmente importante es compartirles nuestros conocimientos, guiarles en el proceso de aprendizaje y, sobre todo, motivarles para que puedan volar y ser libres para aprender cosas nuevas por su cuenta, creando nuevos conocimientos frescos e innovadores capaces de dar luz al futuro.
No olvidemos que la enseñanza principal de este corto de animación es la importancia de la imaginación y la creatividad en los más pequeños, así como la capacidad que tienen de transformar la realidad y descubrir nuevas formas de ver el mundo, por lo que los niños también tienen que enseñar muchas cosas a los mayores y no solo al revés. El pequeño de “A cloudy lesson”, que vive en un mundo bastante gris, termina encontrando la felicidad cuando descubre una nube en forma de oveja, y eso le lleva a apreciar su entorno y a conectar con la belleza de la vida, lo cual es una enseñanza genial.
¡Los adultos también tenemos mucho que aprender! ¿Os animáis a verlo en familia?
