Remedios caseros y naturales para niños

Jarabe de cebolla y limón

El carraspeo de garganta propio de la afonía puede aliviarse con un macerado de cebolla y limón de fácil preparación y rápida administración.

Para prepararlo, utiliza una cebolla rola no muy grande y un limón. Corta la cebolla en trozos pequeños y mézclala con el zumo del limón en un recipiente. Añade agua hasta cubrir la cebolla. Deja macerar el preparado toda la noche. Fíltralo y vierte el líquido en un vaso.

Lo mejor es que tu hijo beba el preparado con una pajita, muy despacio para que la acción anti-inflamatoria y antibiótica de la mezcla surja efecto.

Jarabe a base de cebolla y azúcar moreno

Un remedio casero muy antiguo consiste en hacer un preparado con una cebolla y azúcar moreno. Corta la cebolla como si fuera para ensalada. Cúbrela con azúcar moreno. Añade el zumo de uno o dos limones, y un poco de agua (hasta que esté cubierto) y déjalo macerar unas 6 horas.

Cuando esté listo, hay que toma una cucharada del preparado cada 8 horas. Así podremos aliviar la tos y mejorar la expectoración.

Lavados con agua y sal

Para limpiar las vías respiratorias, este remedio es mucho mejor que los vaporizadores nasales que adquirimos en las farmacias. Para prepararlo, calienta en un cazo medio litro de agua con una cucharada de sal fina, y, con una jeringa de 5 ml, dirige el chorro dentro de la fosa nasal. Aunque pueda resultar un poco desagradable, limpia e hidrata la mucosa y despeja las vías nasales.

Inhalar vahos

El agua mezclada con infusiones de tomillo, manzanilla, lavanda, romero, hisopo o salvia mejora la acción expectorante y la entrada de aire en las vías nasales. El eucalipto es bueno sólo para los adultos, ya que puede causar alguna complicación a los niños.

Introduce una cucharada de hierba macerada o en hojas en un cazo de 20 cm. de agua caliente, cubre al enfermo con una toalla para que pueda hacer vahos de 10 minutos, una vez por hora.

Sopa de pollo o gallina

No sólo alimenta y aporta proteínas con las que reparar los glóbulos blancos, además ayuda a controlar mejor nuestra temperatura corporal y, si le añadimos verduras, puede completar nuestra nutrición en un momento tan necesario.

Puedes preparar una sopa para varias veces con seis cebollas amarillas partidas en rodajas, una zanahoria, un puerro, una patata, medio pollo troceado, cuatro cucharaditas de azúcar y media baguette cortada en rebanadas tostadas.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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