Fases en la formación de un niño lector

En el viaje hacia la alfabetización de un niño, cada paso es crucial. Desde los primeros encuentros con los libros más sencillos hasta convertirse en lectores competentes, el proceso atraviesa diversas fases fundamentales. Es esencial comprender que el desarrollo lector es un viaje progresivo que requiere el apoyo adecuado en cada etapa, y esto es algo que no debe subestimarse, pues sentará las bases para el éxito académico y el crecimiento personal de los niños.

Por eso, en este artículo, queremos explorar cuáles son esas fases y la necesidad existente de guiar a los niños a través de las mismas de manera gradual y con el apoyo adecuado, destacando cómo cada etapa contribuye al desarrollo integral del lector en formación. Fomentar el amor por la lectura y cultivar habilidades que perdurarán toda la vida en los más pequeños es muy importante, casi tanto como hacerlo con paciencia y sabiendo que cada niño tendrá su ritmo durante el proceso.

 

etapas de todo niño lector

 

Fases por las que pasa todo niño lector

El desarrollo de un niño lector es un proceso gradual que suele estar formado por diferentes etapas, a través de las cuales los niños transitan a diferentes ritmos. Por eso los padres siempre deben estar ofreciendo apoyo y ricas experiencias de lectura, que estimulen esa capacidad que los pequeños lectores irán adquiriendo poco a poco en cada fase. Así, de manera progresiva y con la guía y la motivación adecuadas, podrán convertirse el día de mañana en lectores competentes y apasionados. Pero, ¿cuáles son esas etapas o fases principales de toda niña o niño lector?

 

Etapa prenatal

Actualmente se habla de la importancia que tienen las conversaciones que una madre puede mantener con la criatura que lleva en el vientre y las recomendaciones de que hable a su bebé, le cante, le haga escuchar música… Y esas conversaciones son las primeras sensaciones que la familia puede dar al ser que nacerá.

 

fases en la etapa de los niños que leen

 

Etapa maternal

A partir del nacimiento del bebé, la familia empieza a tener una gran importancia en su formación lectora. Será fundamental que los padres hagan memoria y recuerden todas aquellas canciones e historias que les contaron a ellos de pequeños. Cuando el niño sea capaz de sentarse aparecerán los primeros libros de imágenes.

Se trata de libros muy sencillos que muestran objetos cercanos a las vivencias de ese niño y, serán de nuevo los padres o los abuelos, los que le introduzcan en el mundo del simbolismo. Es el momento de sentar al hijo o al nieto en las rodillas e ir pasando las páginas, y sin darse cuenta le estarán enseñando muchas otras cosas que el mero acto de leer, como por ejemplo  el aprendizaje de la direccionalidad a través de pasar las hojas de izquierda a derecha.

 

Etapa preescolar

Hacia los dos o tres años el niño entra en contacto con hechos, peripecias y personajes que suceden en un tiempo lejano: el tiempo de la ficción. Los padres se convierten en contadores de historias a la orilla de la cama o en el sofá del salón. Es el tiempo del había una vez y el momento de los cuentos de toda la vida: las hadas, las brujas…, de la fantasía desbordante, en definitiva. Y en esta fase también los padres estarán dando modelos lectores a sus hijos: pausas, inflexiones, tonos cuando interrogan, cuando exclaman o susurran… les están diciendo que las palabras tienen tonos, cadencias, matices y sonoridades.

 

Etapa de la primera escolarización primaria

Esta etapa engloba el proceso de alfabetización que en teoría ofrece al niño ese truco mágico para acceder a todas las lecturas y a todos los libros posibles, pero que es uno de los mayores culpables de la pérdida de interés por la lectura. El esfuerzo que se requiere para descifrar ese código tan arbitrario y caprichoso que es el lenguaje escrito, es tan intenso que si no está bien dirigido puede acabar con las fuerzas del lector infantil.

Es el momento en el que los padres resultan verdaderamente imprescindibles, pero también cuando lo tienen más difícil, porque pueden caer en el rol de maestrosin darse cuenta de que siguen siendo padres y no maestros. Pueden leer juntos una receta para preparar a la hora de la comida, pedir que traigan el cuento que dice tal cosa en la carátula o buscar en el periódico aquel programa de televisión que les gusta tanto. Todo ello siempre con mucha paciencia, ya que de esta forma se ayuda a solucionar los errores que se darán en esta fase lectora.

 

fases lectura niños

 

Etapa de los últimos cursos de la escolarización primaria

Los niños crecen, pero aunque parezcan mayores y ya no necesiten tanto a los padres, hay que estar ahí al pie de la cama, porque es importante asegurar que se mantenga viva la fe en la magia de los libros y en sus poderes de desciframiento. Hay que seguir compartiendo el placer de leer en voz alta con los niños, y por eso es necesario que los padres sigan ahí leyendo a sus hijos historias cada vez más complejas y profundas, y el sitio ideal es el borde de la cama en el momento en que el hijo o la hija vaya a dormir.

De esta forma se irá creando el hábito de unas condiciones particulares de tiempo y de espacio; una atmósfera de introspección y de intimidad que, en lo sucesivo, asociará con la lectura y que quizás se le vuelva una costumbre indispensable para toda la vida: “leer un rato para llamar al sueño” o “leer, aunque sea diez minutos, antes de apagar la luz”.

 

*Artículo actualizado el 29 de febrero de 2024

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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