4 consejos para no hacer sentir culpables a tus hijos

Culpabilidad, esa terrible carga que llevamos desde niños

Para avanzar no es conveniente llevar peso y para crecer como persona, además, es necesario soltar lastre. En la sociedad que vivimos es fácil que sin querer tengamos cargas que nos frenan, es por esto que como padres responsables no deberíamos añadir más peso emocional a nuestros hijos del que ya van a encontrar sin buscarlo.

La culpabilidad es el gran peso emocional que nos impide movernos, paralizándonos y haciéndonos sentir causantes de todas las desgracias que nos rodean, mientras destruye nuestra autoestima transformándonos en personas débiles y temerosas.

Ese sentimiento de culpa se gesta en la infancia apoderándose de nuestra vida, creciendo a medida que pasan los años. Llenando nuestros días y volviéndonos vulnerables a todo tipo de abusos: al no tener amor propio casi nos será imposible decir no, y ese es el primer paso para que cualquiera pueda pisarnos y hacer de nosotros lo que quiera.

Llegado a este punto puedes preguntarte: ¿Quiero que mi hijo se convierta en un adulto sin confianza en sí mismo anulado como persona, sin capacidad de decisión ni voluntad?

La respuesta es no y la solución pasa por seguir estos consejos para que se desarrolle libre y sin miedos, con todas las posibilidades de conseguir lo que se proponga y, además, con la capacidad de reponerse si no lo consigue.

Toma nota de lo que debes hacer:

Quita importancia a sus errores

Y a los tuyos y a los de cualquiera. Los errores sirven para saber como no hay que hacerlo la próxima vez, los fallos te enseñan. Tu hijo debe saber que equivocarse es de sabios y que los expertos han errado cientos de veces hasta llegar a ser los mejores. No dramatices si algo no sale bien. Ayúdale a intentarlo de nuevo.

Apóyalo siempre

Conviértete en su mayor apoyo y confía en él. Piensa que ese es el mejor regalo que puedes hacerle y que te lo devolverá con creces estando a tu lado.

No olvides que es un niño

Y como tal tiene que vivir feliz y lo más relajado posible. Esto no quiere decir que no te pueda ver cansado, desmoralizado o triste. De hecho es conveniente que sepa que eres humano y que a veces los días no son muy buenos. Pero él no tiene por qué cargar con tus preocupaciones ni se tiene que sentir en ningún momento culpable o agobiado por tu malestar. Puede verte, ayudarte, animarte y abrazarte, pero nada más. Aprovecha para levantarte y que en vez de angustiarse o culpabilizarse por tus problemas, aprenda que “está permitido caer pero es obligatorio levantarse

Enséñale a ser positivo

Y a quererse mucho. Si tú lo valoras él se valorará. Además enséñale que la vida es verdaderamente bonita. Cada día tiene momentos increíbles y hay que saber verlos y disfrutarlos. Para eso, como decíamos al principio, hay que estar ligero de equipaje emocional y olvidarse de odios, rencores y, sobre todo, culpas.

 

En tu mano está educarlos en la sabiduría emocional, esa que perdona a los demás y primeramente a uno mismo. Tu hijo aprenderá y querrá ser como tú.

Autor: Carolina Cuello

Escribo desde siempre, por trabajo y por placer. Creo que la palabra escrita puede cambiar el interior de las personas y es en lo que pienso cuando redacto un nuevo artículo. Más información

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