El aprendizaje se puede definir como un cambio persistente en la conducta del sujeto y como resultado de la experiencia. No hay que confundir aprendizaje con memorización, ya que la memoria es, solamente, una parte del proceso de aprendizaje. Por otra parte, un aprendizaje no se da porque sí simplemente por la experiencia, sino que para que se produzca son necesarios una serie de prerrequisitos. Son estos prerrequisitos funciones cognitivas con un substrato neurológico con los que el niño no nace, sino que al pasar por distintas fases de su evolución los irá desarrollando.
Aspectos importantes en el proceso de aprendizaje
- El desarrollo neuro-oftalmológico. Esto incluye, por un lado, el desarrollo de la agudeza visual. Este desarrollo va a ser básico para la adquisición de la percepción visual y de la coordinación óculo-manual. Por otro lado, está el desarrollo del poder de convergencia, y gracias a la acomodación del cristalino se va a producir esa convergencia. Alrededor de los 5-6 meses de vida el cristalino está más alejado que en el adulto y le va a impedir analizar objetos que tenga en la mano.
- El desarrollo perceptivo-visual. Este desarrollo, en parte va a depender del neuro-oftalmológico y también de otros factores, como son la integración de distintos estímulos y su supuesta relación con lo almacenado en la memoria para llegar al conocimiento del mundo exterior. Por lo tanto, el desarrollo perceptivo visual es básico para el desarrollo del aprendizaje.
- El desarrollo auditivo. También es esencial para el desarrollo del aprendizaje, no solo por permitir el conocimiento del mundo exterior a través de estímulos auditivos, sino también porque permite el desarrollo de estructuras rítmicas y el desarrollo lingüístico.
- El desarrollo del lenguaje. Tiene una gran importancia en el proceso de aprendizaje, porque además de permitir conductas comunicativas, gracias a él se desarrolla el pensamiento verbal en el que el lenguaje proporciona un código simbólico necesario para la elaboración de conceptos. Para que se pueda desarrollar el lenguaje es necesario, entre otras cosas, un correcto desarrollo sensorial-auditivo, perceptivo-auditivo, desarrollo de la orientación temporal secuencial, y la integración de los órganos fonatorios y articulatorios.
Entorno a los 6 años el niño adquiere la lectura, que le va a permitir acceder a la información gráfica contenida en libros. También es importante el desarrollo de la lectura porque permitirá al niño desarrollar el estudio y el aprendizaje en sí mismos. Para que se pueda desarrollar la lectura será necesario un adecuado nivel de inteligencia, un adecuado desarrollo del lenguaje, de la agudeza visual, de la agudeza perceptivo-visual y de la orientación espacial.
Aunque el desarrollo de la lectura y escritura son prácticamente simultáneos y se potencian entre sí, la lectura siempre es algo previo a la escritura. La importancia de la escritura en el proceso de aprendizaje es similar al de la lectura a la que siempre va unida, pero para el desarrollo de la escritura es necesario el desarrollo de las conductas motrices básicas, de la coordinación estática y dinámica, de la coordinación óculo-manual, del desarrollo de la función de pinza de la mano y del proceso esencial que es la automatización, ya que nos permite centrar nuestra atención en lo que escribimos y no en cómo lo hacemos.
Para que se dé un aprendizaje eficaz, es muy importante un adecuado desarrollo y control de la atención. La atención es el proceso de concentración de la consciencia sobre un campo determinado y sirve para delimitar el campo perceptivo, favorecer la elaboración de recuerdos y establecer asociaciones. Existen diferentes niveles de atención, entre los que encontramos la atención involuntaria, la atención afectiva o vida emocional, y la atención voluntaria.