Cuando hablamos del desarrollo y de la educación y el aprendizaje de los niños, la lectura es algo fundamental, pues no solo ayuda a desarrollar la capacidad cognitiva y la habilidad lingüística, sino que también potencia la creatividad y estimula la imaginación y el conocimiento, por lo que las ventajas de que los niños se interesen por la lectura y consigan practicarla a menudo son más que evidentes.
La lectura es esencial para el aprendizaje, y es importante que los niños desarrollen interés por ella porque no solo les permitirá tener éxito en la vida y ganas de descubrir cosas nuevas o de estimular su mente, sino que también influirá positivamente en su futuro académico y profesional, ampliando su nivel cultural y haciendo que su razonamiento lógico sea excelente.
Otras ventajas y beneficios de la lectura en la infancia
Pero, ¿qué más ventajas puede tener la lectura para el desarrollo y la vida de los niños? Veamos algunos ejemplos más:
Leer ayuda a desarrollar la empatía
Aunque no parezca estar relacionado, la lectura puede ayudar a los niños a desarrollar habilidades emocionales y sociales tan importantes como la “empatía”. Gracias a las historias que nos presentan los cuentos y al poder de los personajes que salen en los mismos, los niños puede aprender cosas sobre diferentes culturas, así como a ponerse en el lugar de los demás entendiendo los sentimientos de otros a través de sus experiencias.
La lectura es clave para el desarrollo del lenguaje
La lectura es una excelente manera de ayudar a los niños a desarrollar su lenguaje y su vocabulario, pues, gracias a los cuentos, los niños pueden aprender muchas palabras y expresiones nuevas y entender cómo se aplican, mejorando de paso su capacidad para comunicarse en el día a día. Del mismo modo, la práctica de la lectura permitirá que vayan mejorando su capacidad para retener la información y para comprender lo que leen.
Leyendo se potencia también la capacidad cognitiva
La lectura es vital para que los niños aprendan muchas cosas, como estamos viendo, y otras importantes son las que tienen que ver con el desarrollo cognitivo puramente dicho. Por ejemplo, leer permite ir aprendiendo poco a poco a mejorar la concentración y la capacidad de atención, lo que al mismo tiempo irá permitiendo que comprendan mejor las historias, que tengan más ganas de leer y mayores momentos de calma.
Leer permite soñar e imaginar sin límites
Cuando los niños van leyendo y sumergiéndose en las historias que proponen los cuentos, van adquiriendo también la capacidad de desarrollar cada vez más la imaginación, visualizando mejor los escenarios y la apariencia de los personajes, o creando imágenes cada vez más elaboradas y creativas en su mente.
El mejor de los ejemplos…es también leer
Aunque los niños aún no tengan la capacidad de leer sus propios cuentos, siempre es bueno que tengan contacto con la lectura desde el principio, pues no hay nada mejor que predicar con el ejemplo y dedicar momentos apacibles de lectura en casa para que se fomente el hábito de la lectura en los más pequeños. Y es que, si los niños ven que sus padres y familiares también disfrutan con la lectura, será más probable que se sientan con ganas de hacer lo mismo.
Terapia contra los nervios y el estrés
Sí, los niños también sufren estrés, y es que tienden a ponerse muy nerviosos y a excitarse por casi todo por su falta de control. Por eso, la lectura puede ser también una excelente terapia para que los peques puedan relajarse y sentirse felices, mejorando su bienestar emocional y garantizando un perfecto descanso si la lectura es antes de irse a la cama.
Ideas para estimular el interés por la lectura
Pero, además de con el ejemplo, ¿qué más se puede hacer para potenciar el interés de los niños por la lectura?
- Haz que leer sea una actividad increíblemente emocionante. Puedes hacer que la lectura sea una actividad emocionante y divertida para los niños pequeños con tan solo un poco de entusiasmo y creatividad. Por ejemplo, prueba a poner voces diferentes cuando leas en voz alta cuentos, haz preguntas divertidas sobre la trama, o busca disfraces para que la dramatización sea aún más apasionante. ¡Estarán encantados de involucrarse!
- Deja que tus peques participen en la actividad también. Puedes hacer que los niños participen en la actividad de la lectura de diferentes formas, como por ejemplo dejando que lean (aunque aún lo hagan perfecto o lean muy lento) algunas frases de su cuento favorito, dejando que hagan las interrupciones que deseen, o dejando que elijan sus propios títulos o la mejor de las estanterías para guardarlos con cariño.
- Busca cuentos con imágenes llamativas o vídeos. Cuando los niños aún no tienen un gran control de la lectura necesitan del mayor número de estímulos posible, y eso es algo que podemos conseguir buscando libros ligeros que contengan bonitas y atractivas ilustraciones o cuentos que contengan vídeos con personajes de ensueño, pensados para fomentar la lectura de la forma más dulce y creativa, como los cuentos que nuestra Elfa del Bosque de Fantasías prepara para los peques con tanto cariño.
- Piensa en otras actividades divertidas que tengan relación. Por ejemplo, prueba a organizar actividades que estén de alguna manera relacionadas con la lectura, como manualidades que se inspiren en sus historias y personajes favoritos, concursos de disfraces, representaciones teatrales, cumpleaños temáticos…Lo más importante es que sean actividades que se incluyan en el tiempo de ocio, y no en momentos que se consideren de estudio o de trabajo, para que puedan interiorizarlo de forma siempre positiva.
- ¡Lleva la lectura a toooodas partes! Para poder predicar con el ejemplo y conseguir que los niños tengan siempre claro que hay pocas cosas tan importantes como leer, es fundamental que los libros nos acompañen también en los mejores momentos, como en una mañana de playa o en las vacaciones de la casa del pueblo. Además, que los niños puedan experimentar el placer de la lectura en diferentes entornos, cuanto más bonitos mejor, hará que leer les produzca buenísimas e inolvidable sensaciones.
Como vemos, podemos estimular el interés por la lectura de los niños de muchas y divertidas formas, aunque lo principal siempre será que los libros tengan un lugar preeminente en nuestra casa y que puedan ver a sus referentes, sus padres, con alguno siempre cerca. Y es que no hay mayor señal de amor que la de dar el ejemplo adecuado para una vida óptima y feliz.