El tema del aprendizaje siempre ha estado bajo la lupa de grandes estudiosos, quienes se dieron la tarea de tratar de mejorar los métodos y técnicas del mismo. Evidentemente, dicho trabajo dio resultado, pues la educación tradicional logró conseguir buenos frutos y la mayoría de los alumnos han acatado y adaptado dichos sistemas clásicos de aprendizaje con importantes y positivos efectos.
Sin embargo, esto no significa que la educación no necesitase mejoras, algo que sí comprendieron los especialistas, y por ello, a lo largo de la historia, se desarrollaron distintas teorías diseñadas especialmente por psicólogos, como es el caso de Bruner, uno de los pilares en el perfeccionamiento de los modelos de aprendizaje novedosos.
Por eso en este post queremos volver a los referentes educativos más destacados, como en anteriores artículos, y hacerlo hoy enfocándonos en la figura de Jerome Bruner (1915-2016) y su Teoría del aprendizaje constructivista, así como en el funcionamiento de esta y los beneficios que ofrece a los alumnos.
Qué son las Teorías Constructivistas
En el ámbito educacional, el enfoque que abarca a las llamadas “Teorías Constructivistas” ha dejado fuertes legados. Se trata de una nueva perspectiva que establece que el conocimiento no debe verse como una copia preexistente, sino más bien como un proceso interactivo y dinámico en el que se busca la intervención participativa y activa del estudiante como eje central del aprendizaje.
Dicho esto, las investigaciones en las que se trabaja desde el punto de vista constructivista fueron realizadas en mayor medida por personajes de la talla de Piaget, Barlett, Dewet, Vygotsky o nuestro personaje de hoy, Bruner, entre otras muchas figuras que apostaron fuertemente por estos nuevos modelos educativos.
Hoy, sin embargo, y como venimos diciendo, hablaremos de los trabajos realizados por Bruner sobre la Teoría del aprendizaje constructivista, cuyo fin es estimular la participación del alumno y que este construya por sí mismo el contenido de la información.
Quién fue Jerome Seymour Bruner
Jerome Seymour Bruner es el nombre completo de un importante psicólogo y pedagogo de EE.UU., fundador también del llamado Centro de Estudios Cognitivos de la Universidad de Harvard, así como reconocido por ser fundador y “padre” de la que fue la Revolución Cognitiva en los años ‘60.
A través de sus obras, Bruner influyó considerablemente en los profesores estadounidenses tras sus trabajos en psicología cognitiva y sus teorías del aprendizaje, y así fue cómo, en el año 1963, Bruner fue reconocido con el Premio de la Asociación de Psicología, y por lo que es considerado, gracias a todas sus aportaciones, como un gran exponente en el sector educativo.
El aprendizaje de descubrimiento
Bruner, mediante la “Teoría del aprendizaje de descubrimiento”, estableció un método de enseñanza de educación constructiva donde el protagonista es el alumno y el foco se centra en el estudiante, quien debe por sí mismo adquirir y construir sus conocimientos y con ello poder enfrentar las situaciones que se le presenten a través de resoluciones de problemas.
Por su parte, el docente termina siendo esa figura que será como el guía de sus estudiantes durante todo el proceso por el que dichos alumnos deben pasar para consolidar su aprendizaje.
Este tipo de pedagogía, en definitiva, es una herramienta que debe ser empleada para que los niños logren un adecuado proceso de enseñanza en el que se les permita aprender sobre la base de sus intereses y necesidades propias. De este modo, se intenta que el estudiante logre tres principales objetivos: relacionar conceptos (los ya obtenidos con los nuevos), la búsqueda de conocimientos y la asimilación efectiva de la información.
La Teoría del andamiaje
Esta teoría tiene la influencia de la llamada “Psicología Evolutiva”. Inicialmente, su origen se debió al psicólogo Vygotsky, en su conocida como “Teoría de la Zona de Desarrollo”. En ella se establecía que, al hablar de zona, se hace referencia a esa distancia existente entre un desarrollo psíquico actual y el potencial.
Y de estos planteamientos, precisamente, fue de donde Bruner terminó dando origen a su “Teoría del andamiaje”, en la que se intenta que los maestros o instructores sean aquellos guías que proporcionen los andamios y ese apoyo necesario a sus estudiantes para que puedan desarrollar sus conocimientos y, una vez conseguido este propósito, se deja de manera progresiva a los niños para que puedan ser capaces de realizar dichas actividades de una forma autónoma.
Sistema de representación mental
Cada una de estas representaciones debe ser introducida, tanto en casa como en la escuela, de las siguientes maneras:
- Método Inactivo: por medio de la acción, es decir, la interacción directamente con los objetos.
- Método Icónico: este implementa medios visuales que sean reconocibles con poco simbolismo, ya sean dibujos o imágenes, para que inviten al niño a usar su imaginación.
- Método Simbólico: este es aquel que se alcanza mediante el lenguaje, las palabras o las imitaciones.
Beneficios de la Teoría del aprendizaje constructivista
Son muchos los referentes que tenemos en el mundo de la educación y del aprendizaje, y sus teorías aportaron muchos beneficios a profesores y alumnos. En el caso de Jerome Bruner, y para finalizar su presentación, podemos decir que también son muchos son los beneficios que esta teoría de Bruner puede ofrecer, pero entre los más destacados están:
- El desarrollo de las habilidades cognitivas.
- Garantizar un aprendizaje verdaderamente significativo y duradero.
- Enfrentar los desafíos de los límites que impone el aprendizaje tradicional.
- Promover la resolución de conflictos en el aula y fuera de ella.
¿Qué te ha parecido? ¿Ya conocías a Jerome Bruner? ¿Qué te parece su trabajo?