La vida es cambiante, todo se transforma y nada es para siempre, y esa lección es la que nos enseña el corto de “Saltando”, que es la historia de una oveja esquilada (u “oveja pelada” en otros países), un corto de animación que, a través del uso de metáforas, nos deja reflexiones fundamentales en referencia a esas falsas creencias que los seres humanos tenemos a veces y que pueden terminar limitándonos.
Por ello es necesario enseñar a los niños valores tan importantes como el de la resiliencia, para que puedan aprender a conectar con ellos mismos y a darle sentido a la vida, aprendiendo también de las experiencias y manteniendo la esperanza siempre, así como dejando a un lado las frustraciones para seguir adelante sin que nos frenen las dificultades.
El corto de “La oveja esquilada” y sus valores
La oveja pelada u oveja esquilada es la protagonista de este encantador cortometraje llamado “Saltando”, que narra la historia de una oveja con una hermosa y abundante lana, que siempre baila y salta de felicidad y a la que le gusta alardear de belleza ante los demás animales.
Sin embargo, un día la oveja es esquilada, lo que provoca una difícil situación debido a la pérdida de su encantador pelaje, esa lana que tanto la caracterizaba y hacía brillar. En consecuencia, los demás animales comienzan a reírse de su apariencia pelada, causando sentimientos profundos de tristeza y vergüenza en la oveja, y haciendo que esta pierda el entusiasmo por bailar y por la vida en general. Entonces, es aquí cuando aparece un conejo muy simpático que, entre brinco y brinco, y con unos hermosos versos cantados, hace reflexionar a la oveja sobre lo que en verdad ha ocurrido, consiguiendo que recapacite y que vuelva a motivarse y a tener ganas de bailar.
De este modo, y al volverlo a intentar, la oveja se da cuenta de que no necesita su lana para disfrutar y ser feliz, logrando aceptar con ello aquellos cambios que no siempre podemos cambiar, y esperando con paciencia y resiliencia lo que tenga que suceder sin dejar que eso afecte en el día a día de la vida. Y es así como el simpático y singular conejo de este corto de animación deja varias enseñanzas al público a lo largo de la historia, que señalamos más detalladamente a continuación:
- Autoestima
La autoestima es esa valoración que cada persona tiene de sí misma, y que, según sea nuestra personalidad o según sea nuestra vida, puede ser más o menos positiva o negativa. Por ejemplo, a veces las personas se enfrascan mucho en su apariencia creyendo que valen más por lo que demuestran superficialmente que por lo que hay en su interior y, cuando esa belleza (que es la que da valor a sus vidas) desaparece, experimentan una terrible sensación de haberlo perdido todo.
En este sentido, en este corto de animación es el conejo el que recuerda a la oveja que eso es un error diciéndola: “Tu mente te miente y eso sí que es algo cruel”. Evidentemente, con esta poderosa frase, el conejo nos invita a reflexionar sobre algo que ocurre muy a menudo, y es en que la mayoría de las veces no pensamos bien las cosas y creemos que los demás se fijan en nuestros defectos y se burlan de ellos.
Sin embargo, debemos ser conscientes de que este tipo de pensamientos son destructivos y que es importante no dejar que la mente nos engañe, pues hay que ver la realidad y sobreponerse a las dificultades, pero sin que nos limiten las cosas que solo están en nuestra mente. Asimismo, al decir el conejo a la oveja: “Eres gris, púrpura, beige o marrón”, nos enseña también que la apariencia es lo de menos, y que es la esencia lo que en realidad vale la pena.
- Resiliencia
El poder de la resiliencia es esa capacidad de adaptarse y de reinventarse ante las dificultades y problemas que se presenten en la vida, y este cortometraje de Pixar nos recuerda la importancia de aprender a ser resilientes para poder superar cualquier desafío.
Nuestro querido personaje principal, la oveja, pasa por una situación complicada al convertirse en una oveja pelada, pero gracias a las palabras sabias de otro personaje, el conejo (cuando le dice “Si te sientes fatal mira a tu alrededor, aún tienes un cuerpo, patas y pies, la cabeza en su sitio, perfecto lo ves”), la oveja termina comprendiendo que, a pesar de haber perdido el pelaje, debe valorar todo lo que tiene, pues de igual forma le volverá a crecer.
Pero no solo eso, pues el conejo también se encarga de motivar a la oveja para que no pierda sus ganas de bailar diciendo: “Con solo intentarlo, lo puedes lograr”, y dejando a la oveja un gran aprendizaje, tras lo que vuelve a sonreír y a saltar.
Pixar y las claves del valor de la resiliencia
Este cortometraje de animación de la compañía Pixar (2003), dirigido por Bud Luckey y Roger Gouldque, y que llegó a estar nada más y nada menos que nominado a los Premios Óscar del año 2010, es una excelente opción para enseñar a los niños la importancia de ser resilientes y de ayudar a desarrollar esta capacidad para que aprendan a controlar sus pensamientos, conductas y actitudes en momentos complejos.
Por eso nos enseña, a través de sus personajes, que es clave también la autoestima, además de la resiliencia, y que esa capacidad de sobrellevar las situaciones complicadas de la vida con confianza en uno mismo es fundamental para superar con éxito cada uno de los escenarios difíciles que se presenten, así como para transformar las adversidades en experiencias positivas que dejen enseñanzas memorables.
En definitiva, es fundamental hacer entender a los más pequeños que buscar apoyo de otras personas también es parte de la resiliencia, y que pueden confiar en sus padres y en sus maestros para conseguir salir de cualquier adversidad, lo cual también podemos lograr a través de las historias de animación que, siendo tan fantásticas como esta, seguro que dejará una huella en los niños llena de valores y difícil de olvidar.