Se ha llamado “niños de cristal” a una generación de niños que, entre otras cosas, se sienten incapaces de salir de las dificultades sin ayuda de otros. Pero, ¿cómo se llega a este punto? Pueden ser diversas las razones. Por ejemplo, ¿eres de ese tipo de padre o madre que termina haciendo siempre las tareas escolares porque son muy difíciles?, ¿corres detrás del niño/a cuando se tropieza en el parque?, ¿no dejas que pase una noche con los tíos o los abuelos porque consideras que no están tan pendientes de todo como tú?
Si has contestado que sí a la mayoría de estas preguntas, es posible que estés criando a un “niño de cristal”…Pero veamos cuáles son las consecuencias para los peques de pertenecer a la llamada generación blandita.
Patrones de crianza de la generación blandita
La mayoría de los niños que pertenecen a esta generación, tienen en común unos padres cansados y agobiados que, en realidad, solo procuran que sus hijos tengan una vida feliz y productiva. Además, suele suceder que muchos de esos padres tuvieron una infancia difícil, y eso es lo que hace que traten de cuidar aún más a sus hijos para que no vivan las mismas situaciones que ellos recuerdan con amargura y dolor.
Pero nuestro pasado como adultos no puede condicionar la vida de los más pequeños, y por eso es muy importante que en la crianza siempre exista un equilibrio. Y, ¿qué características pueden indicar que como padres se está favoreciendo la “generación blandita”?
- Evitan hacerles exigencias a sus hijos, ya sea porque los ven muy débiles, indefensos o pequeños, como para asumir responsabilidades propias de sus edades.
- Tratan de evitarles vivir situaciones incómodas, de rechazo o tristeza, no dejando que vivan experiencias de frustración.
- Suprimen las emociones negativas de las realidades del hogar, como el dolor, la tristeza o la ira, ya que se sienten culpables o malos padres cuando lo hacen. Por eso ocultan a menudo las realidades de la vida.
- No autorizan salidas, excursiones o paseos para evitar peligros que puedan correr los niños.
- No dejan que los niños manifiesten sus necesidades y tratan de solventarlas por su propia cuenta, como tener hambre, sed o cansancio. Estos padres tienen todo controlado, la hora del baño, de dormir, de comer, etc.
¿Qué consecuencia tiene este tipo de crianza en los niños?
Los niños criados en un ambiente de sobreprotección pierden destrezas para manejarse en la vida, especialmente en ambientes incómodos e inestables, por eso ante situaciones cambiantes de la vida actúan con inseguridad. Ellos sienten que no son capaces de solucionar los problemas por sí solos y que sus problemas se deben a situaciones externas, por lo que pocas veces son conscientes de la realidad de las cosas o asumen su responsabilidad en los problemas que se les presenten.
Los niños de la generación blandita, además, apenas han experimentado la autonomía, por lo que siempre buscan y necesitan la ayuda de alguien para enfrentar las situaciones de la vida. Para ellos es importante sentir seguridad en todos los aspectos de su vida, y por eso evitan el riesgo a toda costa.
En relación a esto mismo, este tipo de niños no suelen tener iniciativa para llevar adelante algún proyecto, les falta seguridad y les falla la autoestima, por lo que prefieren las situaciones en donde les expliquen qué hacer paso a paso. El universo ni gira ni debe girar en torno a ellos, por lo que deben aprender también a responsabilizarse de ciertas tareas y actos acordes con su edad desarrollando valores tan importantes como la empatía.
Qué hacer para evitar criar a un niño de cristal
Todavía hay muchas cosas que puedes hacer mientras los niños tengan menos de 12 años, aproximadamente, ya que a partir de esta edad será un poco más difícil, aunque tampoco imposible.
Lo primero es ayudar a desarrollar su autonomía e independencia: hay que dejar que tengan experiencias de todo tipo, algunas felices y otras frustrantes, para que ellos mismos elijan estrategias de comportamiento en las diferentes situaciones. No se trata de que no les ayudes, pero deja que ellos elijan en qué puedes ayudarles. Recuerda que son ellos los que deben manejar sus situaciones y asumir las consecuencias de sus actos.
Permite que tus hijos se apunten a actividades extracurriculares, aunque no sean buenos para la actividad elegida. Además de divertirse, conocerán a nuevos amigos y aprenderán a manejar la frustración cuando no ganen o hagan bien las cosas. Recuerda que los niños “mimados” pueden ser adultos débiles el día de mañana, así que permite un ambiente donde los niños consoliden su carácter y sean felices, creciendo con autonomía y seguridad.
23 mayo, 2022
Me ha gustado mucho , gracias.