Estimulación de la autonomía en los niños

La confianza entre padres e hijos es fundamental a la hora de formar a los niños, pero también es de gran relevancia el cariño y dedicación que los adultos pongan en las actividades que realizan junto a los menores, ya que en base a ello los pequeños actuarán con el resto de las personas. Gracias a los gestos de cariño, los niños se sentirán seguros y felices.

 

La importancia de la confianza y la autonomía

Muchas veces resulta más fácil, ya sea por razones de comodidad o tiempo, que los padres hagan ellos mismos las cosas, en vez de dejar que las hagan sus hijos. Desde que el niño cumple dos años de edad siente deseos de realizar cada vez más actividades, pero aunque aceche el cansancio, no le regañes cuando haga algo solo y no le salga bien, o cuando pida ayuda o colaboración.

Dale tantas responsabilidades como su edad le permita, pues el niño aprende mucho resolviendo él mismo sus problemas y las dificultades que se le puedan presentar.

Puede ser que tu hijo sea demasiado pequeño para realizar algunas tareas y actividades, pero hay cosas que las puede aprender desde muy pequeño. Incentívale a hacer cosas, y eso hará que se sienta útil en la familia así como contento de sus acciones.

Es muy normal que los adultos perdamos la paciencia con facilidad con los niños, pero al hacerlo constantemente un niño puede llegar a pensar que él no sirve para nada, y lo peor de todo, que es incapaz de aprender cosas nuevas por sí mismo.

Esto puede provocar tristeza en un niño, ya que cada vez que quiera hacer algo nuevo sentirá miedo a equivocarse.

Cuando el niño es testigo de ciertas cosas que él también es capaz de hacer, como ver a otros niños que pueden ponerse solos los zapatos o que avisan cuando quieren ir al baño, se siente contento y satisfecho porque se da cuenta de que él también tiene esa habilidad.

Las experiencias en un niño se acumulan haciendo y viendo cosas, visitando diferentes lugares, conociendo a nuevas personas…, algo que contribuye a su aprendizaje. Cuanto más ve, oye y hace el niño, más conocerá y aprenderá y, por lo tanto, más contento se pondrá por sus logros.

 

Cosas que los padres podemos hacer

  • Intervenir en sus actividades solo cuando éstas lastimen a otros o cuando sean peligrosas para él. Por ejemplo, detenerlo cuando quiera coger cosas de la cocina.
  • Estimular sus habilidades desde que es pequeño. Así el niño podrá desarrollarse y sentirse una persona útil.
  • Enseñar a recoger y a ordenar los juguetes.
  • Darle un cajón o caja propia para que guarde en ella sus cosas más importantes. Así aprenderá lo importante que es mantener el orden y sabrá donde están sus cosas cuando las necesite.
  • Motivar con respecto al orden en casa y a la colaboración de toda la familia en este sentido.
  • Contar hasta 10 antes de gritar y entender que todos cometemos errores, no solo los niños.
  • Estimular al pequeño a que utilice todos sus sentidos. Si usted le hace preguntas como, “¿de qué sabor es el helado?”, “¿cuál es su color?”, su hijo se dará cuenta que es capaz de contestar a sus preguntas.
  • Felicitar a su hijo cada vez que se vista solo, pues así lo estará incentivando para que continúe desarrollando esa acción.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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