La teoría de las necesidades de Doyal y Gough ofrece una perspectiva que nos puede ayudar a entender cómo las necesidades humanas fundamentales influyen en las decisiones y comportamientos de las personas, tanto en los adultos como en los más pequeños. Esta teoría, desarrollada en la década de 1970, establece que las personas necesitan satisfacer ciertos aspectos esenciales de su vida para alcanzar un bienestar óptimo. Estas necesidades incluyen alimentación, seguridad, afecto, autoestima y autorrealización.
En el ámbito educativo, esta teoría resulta muy útil para comprender cómo satisfacer las necesidades de los niños y fomentar su desarrollo integral. En el presente artículo hablaremos sobre algunas formas en que podemos implementar las ideas contenidas en la teoría de las necesidades para así mejor el bienestar como también el desarrollo de los alumnos.
Por qué es importante conocer la «Teoría de las necesidades»
La teoría de las necesidades, planteada por Len Doyal e Iian Gough plantea que existen en los seres humanos necesidades básicas, las cuales todos debemos satisfacer si queremos vivir plenamente. Estas necesidades se agrupan en varios niveles, donde la satisfacción de las más fundamentales, como la alimentación y la seguridad, es un prerrequisito para avanzar hacia niveles más complejos, como la autoestima y la autorrealización.
Si nos enfocamos en el contexto educativo, podemos considerar que dichas necesidades pueden tener un papel preponderante el bienestar y en el proceso de aprendizaje de los alumnos en las escuelas. Esto hace que, si no se satisfacen sus necesidades más básicas, será difícil que los niños puedan concentrarse, desarrollar habilidades sociales y emocionales, o tener la motivación para aprender.
Cómo aplicar la teoría de las necesidades en clase
La teoría de Doyal y Gough ofrece una perspectiva clara sobre cómo podemos apoyar a los niños en su desarrollo al satisfacer sus necesidades esenciales. A continuación, algunos aspectos claves para aplicar esta teoría en el aula:
Satisfacción de necesidades fisiológicas
Los niños necesitan un entorno donde puedan cubrirse necesidades básicas como una alimentación adecuada, descanso y bienestar físico. En las aulas, esto puede incluir tener horarios flexibles para meriendas, asegurar que los niños tengan acceso a agua potable, y proporcionar un ambiente cómodo para el aprendizaje. También es importante estar atentos a señales de cansancio o malestar, ya que estos factores pueden afectar negativamente su rendimiento académico.
Creación de un entorno seguro y predecible
Tener la sensación de seguridad es esencial para los seres humanos, pues, de otra forma, se vive en un constante estado de alerta, como si se estuviera constantemente en peligro, lo que a la larga puede afectar desde el sistema nervioso hasta la forma de comportarse de las personas. Por lo tanto, podemos considerar que la seguridad de los estudiantes en el aula es fundamental. Es necesario que se sientan cómodos y que así puedan concentrarse mejor y no encontrarse en un perenne estado de alerta.
Esto no solo implica la seguridad física, sino también la seguridad emocional. Un aula que consideramos como segura debe ser un lugar en el cual los niños encuentren comprensión, sintiéndose respetados y valorados, así como también apoyados. Para lograrlo, los docentes deben establecer reglas claras, aplicar normas de convivencia y fomentar un ambiente donde no exista el miedo al error o al ridículo.
Fomento de relaciones afectivas
El sentimiento de pertenencia y la conexión emocional son necesidades esenciales según Doyal y Gough. Los niños necesitan sentir que son parte de un grupo y que sus emociones son valoradas. Es importante asegurarse de que los pequeños estudiantes puedan sentirse escuchados, tanto por sus compañeros como el docente, y que de la misma manera se sientan respetados. Para esto, puede ser muy útil el promover actividades que fomenten el trabajo en equipo y la empatía. Dinámicas de integración y actividades grupales son esenciales para fortalecer estos vínculos.
Apoyo a la autoestima
No hay que dar por sentado la importancia de la autoestima, ya que esta es fundamental para el crecimiento personal, como también para el desarrollo académico. Los docentes pueden ayudar a fortalecer la autoestima de sus alumnos reconociendo sus logros, ofreciendo retroalimentación constructiva y alentándolos a superar sus desafíos. Es crucial evitar críticas destructivas y en su lugar centrarse en cómo los estudiantes pueden mejorar a partir de sus esfuerzos.
Promoción de la autorrealización
La autorrealización, el nivel más alto en la jerarquía de necesidades, implica que los estudiantes exploren sus talentos y habilidades. En el aula, los docentes pueden promover la autorrealización permitiendo que los estudiantes se involucren en actividades que los motiven y les permitan desarrollar sus intereses individuales. Esto puede incluir proyectos personalizados, actividades extracurriculares o la elección de ciertos temas dentro del currículo que les resulten estimulantes.
Desafíos al aplicar la teoría de Doyal y Gough
A pesar de que la teoría de las necesidades puede ofrecernos un enfoque que resulta útil para entender las necesidades que tienen los estudiantes y cómo podemos satisfacerlas, su aplicación en las aulas no está exenta de desafíos, algunos de los cuales deben ser tomados en cuenta. Algunos de estos desafíos incluyen:
- Acceso desigual a recursos: No todos los niños tienen las mismas oportunidades para satisfacer sus necesidades fuera de la escuela, lo que puede afectar su rendimiento. Los docentes deben ser conscientes de estas desigualdades y buscar formas de compensarlas dentro del entorno educativo.
- Influencias culturales y sociales: La manera en que se priorizan las necesidades básicas puede variar de acuerdo con el contexto cultural. Los maestros deben ser sensibles a estas diferencias y adaptar su enfoque en función de las necesidades de cada estudiante.
- Cambios en las necesidades: Las necesidades no son estáticas, por lo que pueden cambiar en base al paso del tiempo o a distintos acontecimientos. Es importante que los docentes evalúen regularmente el bienestar de sus alumnos y estén preparados para ajustar su enfoque en función de estas variaciones.
A través de la teoría de las necesidades de Doyal y Gough los docentes pueden hacerse con una estupenda guía para mejorar el bienestar de los alumnos y que se pueda alentar de una mejor manera su desarrollo educativo y personal. Al aplicar esta teoría en el aula, se pueden crear entornos que promuevan la satisfacción de las necesidades básicas, lo que permitirá a los niños concentrarse en su aprendizaje, desarrollar una autoestima saludable y alcanzar su máximo potencial.
Es fundamental que los maestros comprendan y respondan a las necesidades individuales de sus alumnos, creando un entorno inclusivo y apoyando su desarrollo integral en todas las etapas de su vida escolar.