La memoria consiste en almacenar información y recuperarla de nuevo. Cuando la información que ofrece el medio a una persona termina, dicha información no desaparece, sino que gracias a la memoria la persona puede mantenerla durante distintos periodos de tiempo.
La memoria contiene cuatro procesos destacados:
- Percepción. Recogida o captación de la información.
- Codificación. Preparación de la información recibida para que pueda ser almacenada. Este proceso se da de manera automática una vez que el cerebro ha codificado la información. El almacenamiento en la memoria es un sistema dinámico y complejo que va cambiando con la experiencia.
- Recuperación. Utilización de la información almacenada de muy diversas maneras, desde las más sencillas hasta las más complejas.
El desarrollo de nuestra memoria paso a paso
A medida que la persona va desarrollándose, va adquiriendo también un mayor conocimiento de sí misma y de su entorno. La memoria también se perfecciona y se hace más eficaz con la edad hasta llegar a la vejez, etapa en la que la memoria no es que se deteriore sino que cambia, por decirlo así.
Existe memoria desde los primeros meses de vida, y ésta permite al niño o niña hacer grandes progresos en sus aprendizajes. Esta memoria inicial consiste simplemente en reconocer para poder identificar a algo o a alguien que se ha visto, oído o sentido con anterioridad. Es una memoria, por lo tanto, muy ligada a la percepción que surge de manera espontánea y que también está muy ligada a lo afectivo.
Posteriormente, el niño/a puede usar la memoria para recordar, pero este ejercicio de la memoria ya no será algo espontáneo, sino que requerirá de ejercitación.
La memoria a corto plazo tiene la función de almacenar la información temporalmente, es una especie de administrador general que elige lo que se debe retener por un tiempo corto y lo que debe pasar a ser memoria a largo plazo. Esta memoria a largo plazo nos permitirá recordar grandes cantidades de información durante minutos o incluso años. De esta forma, la memoria a corto plazo va mejorando cuantitativamente con la edad.
La memoria a largo plazo mejora cualitativamente con el tiempo, se va haciendo cada vez más flexible y compleja. Así se llega a recordar no solo el hecho o el dato, sino también el contexto y el significado de lo que se recuerda, lo cual facilita la memorización.
Con la edad la memoria se hace más voluntaria, más intencional, más ordenada y comprensible, y además también pueden aumentar las estrategias a utilizar. Éstas van a ser cada vez más eficaces porque se van a adaptar cada vez mejor a la tarea.
Alrededor de los doce años somos capaces de ser conscientes de la propia memoria, con lo cual se adquiere ya una memoria muy similar a la que poseen los adultos. Ya en la vejez, la memoria a corto plazo se atrofia, pero se suele desarrollar una gran capacidad para recordar acontecimientos sucedidos en el pasado lejano.
1 diciembre, 2019
me encanta esta pagina, mucho para aprender, gracias.