El sueño y el descanso de los más pequeños es algo absolutamente sagrado para los padres, y esto hace que muchas veces alcancen un exceso de preocupación que se llega a extender más allá de la noche. Y no es para menos, si lo pensamos, pues del descanso de los niños depende también la tranquilidad y el descanso de los propios padres, por lo que es necesario que los niños duerman adecuadamente para que todo fluya en armonía.
Además, cuando los niños son aún bebés todo se magnifica, pues aún no tienen adquiridos los ritmos ideales de sueño y es frecuente que los padres tengan que ir sumando más de una noche en vela. Pero, ¿se puede hacer algo para ayudar a dormir a los recién nacidos? ¿Qué medidas se pueden tomar?
Trucos y recomendaciones para que el niño duerma bien
La realidad es que sí existen una serie de pautas y medidas que se pueden tomar para ayudar conciliar el sueño a los más pequeñitos, y algunas de ellas son las siguientes:
- Caricias y amor. Este es un método muy simple que no puede faltar si queremos ayudar al recién nacido en su descanso. Es innegable el vínculo que un bebé comparte con sus padres, pero este no solo se da con el nacimiento, sino que se puede ir trabajando a través de esas caricias y de ese cariño, a través del tacto y de la voz…Todos estos detalles son la referencia que un bebé necesita para sentirse seguro, creando ese núcleo de amor y de protección que ayudará al bebé a dormir bien y a hacerlo cada día mejor.
- Uso de móviles. ¡Ojo! Que no hablamos de móviles en forma de teléfonos con internet, sino de los móviles tradicionales que siempre se han usado en las cunitas de los bebés. Móviles con peluchitos y músicas que están especialmente diseñados para ayudar a los recién nacidos a conciliar el sueño. Las canciones que tienen los móviles con sonido están especialmente pensadas para proporcionar un sonido bajo y de calma que no perturbe al bebé y que le pueda servir de ayuda mientras crea su mundo de paz, ese camino necesario para lograr finalmente dormir y hacerlo relajadamente.
- Juguetes y peluches. Este sistema es algo controvertido, pues existen muchos padres con miedo al ahogo del bebé mientras duerme por hacerlo en compañía de peluches, lo que conduce a los padres a una permanente vigilancia que termina careciendo de sentido con el tiempo. Si hemos observado que a nuestro bebé le tranquilizan los peluches, podemos ubicarlos en la parte de los pies y no en la cabecera de la cuna, o a un lado sobre la mesilla, lo que puede evitar accidentes y seguir sirviendo de ayuda al recién nacido, que ve desde arriba a su tierno peluche, vigilante de sus dulces sueños.
- Tamaños y materiales. Pero debemos tener en cuenta algún que otro detalle con respecto a los juguetes, y no solo su ubicación, como por ejemplo no recurrir a peluches pesados o con pinturas, pues estar informados de los materiales de fabricación y de los tamaños adecuados también puede ayudar al recién nacido a dormir bien y a hacerlo de manera segura.
- Rutinas y horarios. Aunque tu bebé sea muy pequeño aún, una buena forma de que comience a dormir bien es que trates de establecer horarios para el sueño. En este sentido, ten en cuenta que ellos necesitan dormir muchísimo más que los adultos, por lo que esos ritmos no podrán ser los mismos que los de sus padres. Si logramos crear una rutina que no se rompa, con el tiempo ayudaremos al recién nacido a que le resulte más fácil dormir completamente tranquilo. Es cuestión de práctica…y de paciencia.