Celos por un nuevo hermanito

Cómo acabar con los celos por la llegada de un nuevo hermanito

Hace algunas décadas las parejas optaban por tener varios hijos, y lo habitual era ir aumentando la familia sin dejar pasar mucho tiempo entre un hijo y otro. Nuestras madres y abuelas así lo aconsejaban, ellas argumentaban que tener, por ejemplo, un segundo hijo sin haber esperado mucho después del primero hacía que éste “ni se enterara”, y no les faltaba razón.

Pero, ¿qué ocurre cuando, por cualquier motivo, hemos decidido esperar más tiempo entre dos hijos?, ¿cuándo y cómo darle la noticia a nuestro hijo para que se sienta útil y no desplazado? Llegado el momento, ¿cómo afrontar los celos?

 

El síndrome del príncipe destronado

Para nosotros, como padres, la noticia de otro hijo supone un nuevo cambio en nuestra vida y estructura familiar. Ahora toca reorganizarse, reajustar los tiempos y repartir los cuidados, pero para nuestro hijo esta nueva adaptación puede convertirse en una situación de angustia por pensar que ha perdido el protagonismo, el cariño y la atención de papá y mamá.

El miedo y los celos por un nuevo hermanito aparecen, y ambos pueden manifestarse de muy diversas formas. El niño intentará evitar por todos los medios perder el papel de exclusividad del que antes disfrutaba, recurriendo a toda clase de maniobras para manifestar su protesta y seguir siendo el centro de atención. Es muy habitual observar que el niño somatice esta situación en dolencias físicas y que adopte comportamientos hasta ese momento inusuales o en desacuerdo con su edad. Puede mostrar una sensibilidad desmesurada y llorar muy a menudo, dejar de comer, pedir de nuevo el chupete, vomitar con frecuencia, mojar la cama, comenzar a hablar como cuando era más pequeño, aumentar su rebeldía, quejarse de que le duele muy a menudo la barriguita, etc.

 

¿Este comportamiento es normal?

Sí, es su manera de exteriorizar cómo se siente y -aunque pueda parecer contraproducente- es positivo que lo exprese. Es muy agobiante, hasta frustrante, para los padres, pero la buena noticia es que en la mayoría de los casos ese proceso de adaptación acaba bien y las buenas vibraciones regresan al núcleo familiar.

celos nuevo hermanito



¿Cómo manejar los celos por un nuevo hermanito?

Cada niño percibirá el cambio de diferente manera y lo expresará en distinto grado, pero las causas serán siempre las mismas: la convicción de que sus padres ya no le mimarán como antes y la de que su hermanito es ahora al que más quieren; el bebé es ahora su rival, por lo que procurará alejarle de la atención de sus padres. Algunos consejos para afrontar esta circunstancia:

  • Mantener la calma. Lo que significa no enfurecerse con el niño, recriminarle o castigarle. Perder los nervios implica que el niño se dé cuenta de que su estrategia funciona de algún modo. Aunque parezca difícil de sobrellevar lo mejor es pasar por alto muchas de sus reacciones, siempre y cuando no sean graves, para que advierta que el mejor camino es colaborar y para que aprenda a ver cómo son en realidad las cosas.
  • Evitar comparaciones, de forma que se sienta en inferioridad de condiciones: “tu hermano no llora nada, en cambio tú eras muy llorón”, “es un niño muy bueno para comer y dormirse, pero tú dabas la lata siempre”, etc.
  • Ponerse en su lugar, ser pacientes. Ha pasado de ser el único a convertirse en hermano mayor, soporta mucha presión y necesita tiempo para asimilar todo lo que está pasando.
  • Intentar que los nuevos cambios no impliquen también una modificación en sus rutinas diarias (sueño, comida, juegos y actividades, tiempo con papá y mamá, etc.). Respetar sus juguetes y objetos preferidos, no forzarle a compartir si no quiere de momento, de esta forma no sentirá que su nuevo hermano invade también su espacio.
  • Aumentar su autoestima haciéndole ver que es parte importante en el cuidado de su hermanito, invitándole a participar de tareas cotidianas como el baño del bebé o el cambio del pañal. Mostrarse orgullosos por como adopta el nuevo rol.
  • Involucrarle desde el inicio del embarazo, que no se sienta lejos de la situación. Hablarle de forma clara sobre el hecho de que todos tendrán que reorganizarse, pero que esto no significa que no se le quiera. Nadie va a sustituirle.
  • Desde el primer momento fomentar una buena relación entre ambos hermanos, y conforme el menor vaya creciendo hacerles partícipes de juegos y actividades que impliquen la participación de los dos. Animarles entonces a compartir juguetes y pertenencias.
  • Mantener a la familia y amigos informados de la situación, de forma que cuando lleguen a casa no muestren especial interés por el bebé, relegando al mayor.
  • Hablar con sus profesores de la etapa por la que está atravesando, de manera que éstos puedan estar al tanto y observar cualquier cambio inusual en el comportamiento del niño. Ellos estudiarán las reacciones y relaciones del niño con sus compañeros. Desde la guardería o el colegio pueden pedirle, por ejemplo, que describa cómo es ahora su familia, que haga un dibujo sobre ella; a través de esta actividad el niño nos irá dando pistas suficientes como para conocer el alcance del problema.

 

Los celos por un nuevo hermanito van a ser, casi siempre, inevitables. Como padres está en nuestra mano reconducir ese comportamiento en base a un aspecto muy claro: no se trata de convencer, sino de ayudarle a superar esa etapa de miedos e incertidumbre trabajando en su autoestima y recobrando su confianza. Los padres, muchas veces, nos sentimos desbordados ante este tipo de situaciones, por lo que  -sin sentimientos de culpa o negatividad-  lo mejor es poner el caso en manos de un profesional en la materia para que nos ayude a superarlo con éxito.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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