La lectura debe resultar divertida a cualquier edad, y para ello debemos muchas veces procurar determinadas dinámicas que hagan la lectura atractiva a los más pequeños para que sigan queriendo leer conforme pase el tiempo. En este sentido, y casi sin lugar a dudas, las lecturas de trabalenguas son las que más recuerdos divertidos nos traen a los que ya somos mayores, por lo que son un recurso excelente para trabajar con los peques.
Y es que los trabalenguas nos introducen en nuestras primeras clases en el mundo de los fonemas, de las aliteraciones, de las rimas y de las secuencias de sonidos a veces complicados de ejecutar. Entonces, para que este recurso resulte útil, la clave está en tener docentes entrenados en ello capaces de demostrar con facilidad a sus alumnos trabalenguas determinados y de hacerlos atractivos y asequibles. De igual forma los padres pueden trabajar estos recursos en casa, ya que pueden ser una excelente alternativa para cualquier tarde en familia. Además, son muchos los espacios que nos ofrecen este tipo de recursos, como los trabalenguas del Bosque, elaborados sobre diferentes temáticas y de lo más originales.
Es cierto que a una temprana edad puede resultar complejísimo el poder decir un trabalenguas sin que no se nos trabe la lengua. De hecho es un acto asombroso y de verdadera proeza el poder ejecutarlo, y la clave está en la práctica de una lectura diaria, además de en la práctica del propio trabalenguas para poder recitarlo cada vez con mayor soltura y comprender su estructura y significado, algo también muy importante para dominar la locución de los trabalenguas.
Los trabalenguas nacen de la composición poética, producto de la manifestación literaria de los pueblos y de las diferentes culturas (¡hay trabalenguas en todos los idiomas!). Además los trabalenguas pertenecen al género literario lírico, capaz de trasmitir sentimientos o emociones hacia personas o hacia cualquier objeto de inspiración. Siempre se presentan como composiciones breves con palabras que asemejan su sonido, pero que se escriben de manera diferente y poseen palabras que repiten las mismas letras creando aliteraciones.
Beneficios importantes de los trabalenguas
- Se crea un ambiente divertido y se educa con emoción en las clases.
- Estimulan la correcta pronunciación de los fonemas con diversos niveles de complejidad, con el objetivo de alcanzar la fluidez lectora. De manera que, cuanto más rápido se aprendan a recitar, mayor será la habilidad a la hora de leer y de hablar con los demás.
- Despiertan en los niños la curiosidad por descubrir los apasionantes misterios de la lengua, además de impulsar la imaginación.
- Estimulan la memoria de manera asombrosa, especialmente en los primeros años de la educación, e incitan a la superación personal con respecto a las ganas de lograr una mayor fluidez a la hora de recitar, algo que se alcanza con la práctica continua.
- Los trabalenguas son una herramienta para alcanzar una excelente dicción desde edades tempranas. Inclusive en edades adultas, los trabalenguas ayudan a mejorar la lectura y la manera de emitir un mensaje claro y conciso.
Las mejores formas de trabajar trabalenguas en clase
- Alcanzar una dicción excelente en las clases se logra con métodos de repetición. Para ello, involucrar las épocas del año con ejercicios de trabalenguas adaptados a cada una de ellas, puede ser una forma de estimular el aprendizaje y hacer divertidas las clases.
- Otra de las opciones consideradas como alternativa es la de darle un ritmo a un trabalenguas para hacer una canción de él. En este sentido, la combinación de la canción con el ritmo de las palmas y suaves golpes de la planta del pie en el suelo, además de estimular la dicción, puede estimular la coordinación motriz en niños.
- La idea de crear concursos en los que cada alumno intente inventar el trabalenguas más largo, el más divertido o el más creativo, puede ser también un interesante aliciente para favorecer la práctica de los trabalenguas y para fomentar el interés por la participación.
- Pero de entre todas las recomendaciones que se pueden hacer, la de que los trabalenguas sean una costumbre de cada casa, en la que cada miembro de la familia adulto aporte su granito de arena y le haga descubrir a los niños este tipo de práctica literaria, es una de las mejores y una de las principales claves del éxito. Y es que no hay nada como el ejemplo a la hora de mejorar el lenguaje, así como el interés por la cultura y la lectura desde que nacemos.
¿O no? ¿Te recitaban tus padres trabalenguas cuando eras pequeño? ¿Eras capaz de repetirlos sin tartamudear o tropezarte?