Hablar de niños y niñas con altas capacidades es en realidad un tema muy complejo, y por ello ha sido abordado por miles de expertos en todo el mundo. De hecho, es un tema que también lleva tratándose desde hace décadas, aunque lo común era referirse al mismo con distintos términos, en concreto con la palabra “superdotación” o “niños superdotados”. Pero, ¿hablamos en realidad de niños superdotados? ¿O se trata más bien de niños y niñas que, por las razones que sean, poseen altas capacidades?
En cualquier caso, habitualmente al hablar de esta clase de niños, la sociedad suele referirse a ellos y relacionarlos con determinadas capacidades que se adquieren a temprana edad. Esto quiere decir que son aquellos pequeños que suelen desarrollar el habla a los pocos meses, que tienen un vocabulario que no se adecúa a su edad, que se interesan por temas de adultos, o inclusive que son capaces de hablar de temas existenciales, lo que se traduce en una curiosidad elevada a la que deberían tener de acuerdo con su edad.
No obstante, dichas características tradicionalmente atribuidas no son específicamente determinantes, pues hay muchas otras más que pueden servir de señal para identificar a niños con altas capacidades. Para ello, y a través de este apartado, trataremos de orientar y guiar a todo aquel que lo necesite con respecto a las altas capacidades y sobre cómo actuar en esta situación.
Qué es un niño/a con altas capacidades
Como hemos explicado anteriormente, existe una controversia entre la superdotación y las altas capacidades de los niños. Antaño, por ejemplo, se consideraba que un pequeño era superdotado si tenía un coeficiente intelectual superior a 130. Sin embargo, es importante señalar que esta medición de la superdotación está en desuso, debido sobre todo a que las altas capacidades intelectuales son múltiples, y por ello hay muchas clases de inteligencias. Por consiguiente, los niños con altas capacidades tienen un significado que va más allá de tener un coeficiente intelectual (CI) elevado, no existiendo realmente un factor único determinante.
Los niños con altas capacidades cuentan con elevadas capacidades cognitivas en diferentes ámbitos, y estos pequeños aprenden de un modo diferente y de una forma acelerada, profundizando mucho e intentan comprender al máximo el mundo que les rodea.
Señales para reconocer a niños con altas capacidades
¿Piensas que tu hijo es un niño con altas capacidades? ¿Observas cosas que consideras que se salen de lo habitual en la infancia? Si tienes alguna de estas inquietudes y quieres despejar dudas con respecto a las inteligencias múltiples, pon atención a las siguientes señales, habituales (aunque no obligatorias) en los niños y niñas con altas capacidades:
- Un aprendizaje precoz. Los niños con altas capacidades desarrollan y adquieren habilidades, tanto a nivel intelectual como psicomotriz, bastante precozmente, es decir, al menos mucho más rápido que los demás niños. Un buen ejemplo de ello son aquellos niños que aprenden muy rápido a hablar, a escribir o incluso a realizar cálculos matemáticos.
- Poseer una buena memoria. La capacidad de recordar muchas cosas en niños y niñas con altas capacidades puede resultar ser sumamente sorprendente. Su memoria a corto y largo plazo es elevada, recordando a menudo con bastante precisión sonidos, objetos o imágenes.
- Vocabulario y madurez temprana. A pesar de su pequeño cuerpo, el cerebro de un niño con altas capacidades funciona en ocasiones como el de un adulto: cultivan un vocabulario muy amplio y avanzado y tienen un razonamiento lógico muy rápido.
- Observadores y curiosos incansables. La curiosidad es inagotable en estos niños con altas capacidades. Son observadores, siempre buscan entender y comprender todo… De hecho, se cuestionan problemas existenciales como nuestro origen o la propia muerte, cosas en las que los propios adultos no suelen pensar tanto o no con el mismo entusiasmo.
- Controladores y perfeccionistas. Los niños y niñas con altas capacidades suelen ser estrictos y perfeccionistas, pues se autoevalúan frecuentemente y se exigen mucho a sí mismos. Les gusta tener el control, liderar y lograr el éxito.
- Cuestionan la figura de autoridad. Sus capacidades elevadas, reflexivas y críticas, provocan a menudo el cuestionamiento de la autoridad y de las normas, pues necesitan argumentos lógicos y con sentido para comprender las cosas, y no el tradicional “porque sí”.
- Desinterés escolar frecuente. Es fundamental en este punto mencionar que muchas personas creen que los niños aplicados son siempre pequeños con altas capacidades, pero no es así, pues la realidad es que estos niños suelen distraerse en aquellos casos en los que el contenido escolar dado no le interesa, y buscan saciar su curiosidad de otras maneras.
- Sensibilidad y emociones intensas. Los niños y niñas con altas capacidades a menudo son hipersensibles, y esto hace también que sus reacciones sean intensas, o que suelan vivir situaciones y percibirlas con mayor intensidad.
- Inquietud, energía y actividad. La inquietud, la energía y la actividad suelen ser comunes en los niños con altas capacidades, pero ojo, que no hay que confundirlo con hiperactividad, ya que estos niños son inquietos porque necesitan estar en constante aprendizaje, y es la propia actividad la que hace que sean enérgicos y activos.
Formas eficaces de actuar con niños con altas capacidades
- Padres y educadores deben trabajar juntos para tratar y comprender a estos niños con altas capacidades.
- Estos pequeños cumplen con un funcionamiento fisiológico acorde a su edad, a pesar de sus altas capacidades. Por ello no hay que cerrarles la posibilidad de vivir su niñez.
- No hay que presionarles ni agobiarles en exceso, pues son niños igualmente y no adultos precoces.
- Debemos siempre respetar su espacio y su personalidad, por más compleja que pueda resultarnos.
- Es fundamental que estos niños y niñas conozcan los límites, pues son igualmente necesarios para su desarrollo.
- No se debe comparar nunca a estos niños y niñas “superdotados” con el resto, pues las comparaciones son siempre odiosas y no generan nada positivo.
- Llenarse de paciencia en cuanto a sus emociones y enseñarles a controlarlas adecuadamente, siempre será recomendable y necesario.
- Buscar ayuda de especialistas que sepan instruir a niños y niñas con altas capacidades, será la clave para poder guiarles como merecen y para poder tener un clima familiar y social sano y positivo.