La Programación Neurolingüística (PNL) es el método para ordenar nuestros pensamientos y acciones a través del lenguaje con la información que percibimos de nuestros sentidos. Esta metodología nos enseña a descubrir cómo hacemos las cosas para alcanzar nuestros propósitos.
Por medio de un conjunto de herramientas, la PNL nos ayuda en la comunicación, en el aprendizaje, en el crecimiento personal y en los procesos de cambio, y además nos enseña a potenciar las capacidades, los recursos…y a mejorar las relaciones interpersonales aumentando de paso la creatividad y la confianza en nosotros mismos.
La programación neurolingüística en los niños
Desde que son muy pequeños, los niños deben entender que pueden, a través del pensamiento y de su imaginación, realizar todo aquello que se propongan. Todo aquello que realicen los niños, en este sentido, debe ser susceptible de mejora y de un consiguiente aumento de las posibilidades, pero… ¿cómo? ¿Qué pueden hacer los adultos en relación a este tema?
A continuación presentamos una serie de pautas que los padres pueden llevar a cabo en torno a la Programación Neurolingüística de sus hijos. ¡Toma nota!
- Si tu hijo hace algo y le sale bien puedes decir: ¡Qué bien! Con este tipo de frases los niños sentirán satisfacción por sus logros.
- Si hace algo y le sale mal puedes decir: ¿Qué podemos aprender para la próxima vez? Aprender a manejar las dificultades es fundamental para que uno vea como una posibilidad el hecho de aprender algo nuevo y de mejorar cada vez que se falla.
- Ayuda a la expresión de emociones con frases como: estoy triste, feliz, asustado, aburrido…Identificar la emoción y poder comunicarla por medio de palabras o señalando algún dibujo puede ser muy útil para que los más pequeños crezcan sin guardarse nada dentro.
- Piensa en el futuro en todo momento. Por ejemplo, imagina las próximas vacaciones, a qué jugaréis el domingo en el parque, averigua con qué sueña tu hijo para cuando llegue el momento de hacerse mayor…Estimular sus intereses e inquietudes hará que tus hijos se sientan valorados y con confianza en sí mismos.
El maravilloso lenguaje de los sentidos
La Programación Neurolingüística está relacionada con la manera en cómo se procesa la información que captan nuestros sentidos, y los padres pueden detectar en sus hijos a través de acciones tan sencillas como:
- Cuando tu hijo sea sensible a lo que ve, sus ojos apuntarán hacia arriba y usará expresiones de connotación visual: ¡lo viste mamá! ¡es muy brillante! ¡no lo veo bien!
- Si para tu hijo lo que escucha es más importante, utilizará expresiones como: ¡dime mamá! ¡qué ruidoso! ¡suena bien!
- Cuando las emociones, el tacto, el gusto o el olfato son las que predominan, muy posiblemente constantemente se referirá a: ¡me gusta! ¡no me cae bien! ¡es dulce! ¡me duele!
Frente a una misma cosa, cada pequeñín puede actuar y pensar diferente y estar en lo cierto, porque de millones de informaciones que se nos presentan a diario y cambian segundo a segundo, cada uno de nosotros se da cuenta de unas pocas. Todos los peques tienen las mismas capacidades, pueden aprender, jugar, hacer amigos, imaginar… La forma en la que se comportan es la que varía, y eso siempre puede ser susceptible al cambio por voluntad propia y tener la oportunidad de hacerlo mejor.
Como vemos, la Programación Neurolingüística es mucho más que un conjunto de técnicas: es una invitación a redescubrir el poder del lenguaje y de nuestros sentidos para transformar la realidad y ayudar a los más pequeños a comunicarse. Desde los primeros años, enseñar a los niños que sus palabras y emociones son herramientas para construir su mundo es muy importante, y eso hace que se les abra la puerta a un aprendizaje continuo y a la superación de desafíos en su día a día.
Al reconocer que cada experiencia puede ser reinterpretada y mejorada, la PNL nos recuerda que el cambio es una elección diaria y que cada gesto y cada palabra cuentan en el camino hacia el crecimiento y la construcción de relaciones auténticas. Así, al integrar estos principios en nuestra vida cotidiana, no solo potenciaremos nuestras capacidades, sino que también sembraremos la semilla de un futuro lleno de creatividad, confianza y bienestar integral.