Los seres humanos podemos llegar a hacernos muchas preguntas en la vida sin conseguir respuesta alguna, al igual que los niños, aunque una de las más comunes, sin duda, es la de si existe algo o no más allá de la muerte. Una duda que se vuelve muy normal dada la curiosidad innata que tiene el ser humano, a lo que se suma el dolor de tener que decir adiós a los seres queridos. Esa parte de la vida, la de tener que decir adiós, a veces se vive desde muy pequeño, y ese sentimiento de pérdida puede ir mucho más allá de los seres queridos ampliándose incluso a las mascotas, miembros de pleno derecho de millones de familias.
Y es que cuando esto último ocurre también hay que estar preparados, sobre todo para poder explicar a los niños que marcharse forma parte de nuestra propia existencia. Pero, ¿cómo podemos ayudar a los niños a despedirse de sus mascotas exactamente? Pues una de las posibilidades es utilizar una técnica llamada “Puente del Arcoíris”, que detallaremos a continuación para cuando llegue ese triste momento de tener que despedir a un amigo peludo. Un relato lleno de belleza pensado para ayudar a transitar por la pérdida a los más sensibles y vulnerables del planeta…¡los niños!
La leyenda del Puente del Arcoíris
El Puente del Arcoíris es una leyenda que nos habla de aquello que pueden esperar nuestros amigos fieles de cuatro patas al partir de este mundo. En concreto, nos explica que, cuando los animales nos dicen adiós al suspirar por última vez, estos atraviesan un puente que les conduce seguidamente hacia un mundo fantástico y bello: un mundo abarrotado de flores y verdosos campos en el que los animales pueden vivir libres, sanos y completamente felices.
Cuenta esta leyenda también que en ese mundo mágico nuestras mascotas se encuentran con otros animales maravillosos que les harán compañía en una nueva etapa, haciendo nuevos amigos que jamás les fallarán, como jamás lo hubieran hecho tampoco sus familiares humanos. Otro de los aspectos significativos de la leyenda del Puente del Arcoíris es que se trata de un lugar especial, sin queja ni dolor alguno, y con suficiente alimento y agua como para que los animales puedan vivir gozosos y en completa armonía y felicidad.
Perder a una mascota es un dolor inexplicable
Sin lugar a dudas, perder a un ser querido es algo terrible, pero lo cierto es que perder a una mascota también lo es, o al menos para aquellos que han tenido alguna vez la suerte de compartir su vida con alguna. Tener que decir adiós a un animal y fiel compañero es un camino que hay que atravesar llegado el momento, y para un niño pequeño esto puede ser más complicado, por lo que contar con todo tipo de ayudas y técnicas resultará fundamental para los padres.
Y es que la relación que podemos llegar a forjar con una mascota es tan íntima que el dolor se vuelve inexplicable, a pesar de que nuestras mascotas no puedan hablar, llegando a formar un vínculo que no se rompe tan fácilmente y que va mucho más allá del último adiós. Por ello es tan necesario afrontar ese duelo con las mejores herramientas, pues detrás del mismo está la alegría del tiempo vivido y los recuerdos más bonitos del mundo mundial. ¡Algo que deberán aprender los niños!
De este modo, y a pesar de que es muy duro para un niño perder a su mascota, el hecho de compartir la vida con un animal durante muchos años lo superará con creces, por lo que no deberíamos renunciar a esta experiencia en casa si somos amantes de los animales. Además, para mitigar con los años con el dolor y lidiar con la pérdida, existen técnicas muy efectivas, como la del Puente del Arcoíris, que servirán para que podamos verlo todo poco a poco de manera diferente.
El puente de la vida y de las emociones
Como hemos visto, la técnica del Puente del Arcoíris es una leyenda tradicional que trata de ayudarnos a enfrentar esa marcha, ofreciéndonos una bella forma de ver esa despedida y de reconciliarnos con ella, y por eso es tan positiva para los más pequeños. Y es que, según esta leyenda, el día que nuestras mascotas nos dejan van a otro lugar mágico en el que nos van a esperar, con el simple propósito de consolidar un reencuentro con ellos y así vivir felices para siempre.
En otras palabras, el Puente del Arcoíris pretende darnos el coraje suficiente ante tan irreparable pérdida y hacernos ver que, a pesar de que físicamente no se encuentren cerca, siempre estarán con nosotros como nuestros amigos fieles al cruzar el puente. Pero, ¿qué ocurre con aquellas mascotas que no han tenido una familia humana? ¿Ellos también cruzan el puente? Estas podrían ser algunas dudas planteadas por los niños una vez escuchada la leyenda, pero afortunadamente también tiene respuesta.
Por supuesto, es importante entender que todas las mascotas no han tenido el privilegio de contar con una familia que les cuide y que les demuestre el calor que se merecen, pero el Puente del Arcoíris nos permite también entender que aquellas mascotas que no tuvieron el privilegio de tener en vida una familia deberán esperar para cruzar, aunque también lo harán. Y para ello necesitarán un acto de rescate, el cual tiene lugar cuando una persona que ha tenido un profundo sentimiento de amor hacia los animales durante su vida fallece y cruza su propio puente.
La enseñanza de este poderoso relato
Esta leyenda, que fue concebida por su autora, Edna Clyne-Rekhy, como un poema en homenaje al amor por los animales que ella sintió durante su vida, es hoy un relato que ha ido pasando de familia en familia como fuente de apoyo para sanar las heridas que produce el adiós a una mascota. Por eso, y para todos aquellos niños y adultos a los que les apasione leer o que hayan tenido el privilegio alguna vez de tener animales en casa, puede ser fundamental la lectura del Puente del Arcoíris.
Un reconfortante relato que nos permite mirar más allá del final en la tierra, haciéndonos conocedores de un precioso cielo de los animales ideal para calmar o intentar sanar ese gran vacío que produce la ausencia de las mascotas. Y es que los animales no son solo seres vivos, sino seres queridos con un infinito corazón, y uno de los mejores aprendizajes de la niñez y de la vida en general.
