¿Qué es una pandemia? Puede que últimamente hayas oído mucho esta palabra, y es que hoy en día nos encontramos inmersos en una. Una pandemia es cuando una enfermedad infecciosa crece tanto y tanto que se extiende por muchos países y se transmite a través de muchas personas y del contacto entre ellas. La palabra proviene del griego, y es la suma de la palabra “pan” y “demos”, que viene a significar de toda la gente o de todo el pueblo.
Entonces, cuando una epidemia se extiende sobre un área muy amplia, se llama pandemia, siempre y cuando la enfermedad que cause la epidemia previa pueda transmitirse de persona a persona. A veces estas enfermedades también pueden ser transportadas por algo no humano, como por ejemplo determinados insectos como el mosquito (lo que ocurre en enfermedades como el Zika o el Dengue). A veces las pandemias pueden estar provocadas por virus tan comunes para nosotros como el de la gripe (virus de la influenza) ya que existen muchos tipos y se propagan fácil y rápidamente pudiendo enfermar a muchas personas en todo el mundo.
La Organización Mundial de la Salud, que como su propio nombre indica es la que vela porque en el planeta las personas estén seguras y mantengan unos ciertos niveles de salubridad o de pautas para prevenir enfermedades o erradicarlas, establece tres parámetros para que podamos considerar a la propagación de una enfermedad como pandemia:
- Debe tratarse de una enfermedad desconocida o nueva.
- Afecta a las personas pudiendo causar síntomas graves.
- El agente infeccioso se propaga de manera fácil, estable, rápida y recurrente.
Eso sí, debemos tener en cuenta que una enfermedad o afección no es una pandemia simplemente porque esté generalizada o mate a muchas personas, sino que también debe ser infecciosa como decíamos anteriormente. Es por eso que otras enfermedades, como por ejemplo el cáncer que también es padecido por mucha gente, no es una pandemia, porque no es algo que se contagie de unas personas a otras.
Pero entonces, ¿qué podemos hacer para protegernos en una pandemia o para erradicarla? Pues podemos recibir vacunas o medicamentos para protegernos de algunas de estas enfermedades infecciosas, como ocurre con el sarampión, el tétanos y algunos tipos de gripe. Pero a veces una nueva gripe se propaga tan rápido que los médicos y científicos no tienen tiempo suficiente para desarrollar una vacuna que nos impida enfermarnos, y eso es lo que ha ocurrido con el Sars-cov-2 o Covid-19. Mientras la vacuna llegue, podemos también hacer mucho por nuestra parte intentando seguir ciertas pautas, como lavarnos mucho las manos, no tocarnos la cara ni los ojos, llevar mascarillas o mantener la distancia social.
Las epidemias y pandemias en la Historia
A lo largo de la historia han existido muchas pandemias con consecuencias catastróficas, como ocurrió con la Peste Negra que tuvo lugar en torno al año 1300 en Europa y mató a unos 25 millones de personas. Otros pequeños brotes de peste azotaron ciudades europeas durante los siguientes 300 años más o menos y, la más cercana a esta que estamos viviendo, fue la que tuvo lugar entre 1918 y 1919 que recibió el mal llamado nombre de “gripe española”, una pandemia producida por el virus de la gripe que acabó con más de 20 millones de personas en todo el mundo.
Aunque hoy en día las epidemias no son tan comunes como lo fueron antes, lo cierto es que esta nueva pandemia del Covid-19 nos ha enseñado que no estamos libres de sufrirlas, ya que aunque tengamos mejores condiciones de higiene y de salubridad, nuestro ritmo de vida globalizado y los viajes continuos por todo el mundo (sumado a otras cuestiones como el cambio climático) pueden conducirnos de nuevo hasta estos escenarios.
Es cierto que las condiciones de vida actuales, más limpias y con medicamentos y técnicas más avanzadas, han ayudado a frenar la propagación de muchísimas enfermedades, pero en realidad las epidemias no han dejado de existir y enfermedades como la malaria o el cólera, aún presentes en algunos lugares, son buena prueba de ello.