El aprendizaje autónomo es una de las condiciones que todo ser humano debería tener programada antes de nacer. Si al nacer supiéramos lo importante que es esta habilidad para el futuro, la resolución de los conflictos sería más fácil de abordar, los niveles de autoestima serían más elevados y la frustración se superaría mucho más cómodamente. Sin embargo, las cosas no son así, y nadie tiene la capacidad de decidir su programación ni su aprendizaje al nacer. Es algo así como una sorpresa que se va descubriendo a medida que pasa el tiempo y se van reflejando las habilidades en cada circunstancia.
Pero conozcamos un poco más ahora de qué se trata el aprendizaje autónomo y para qué sirve exactamente.
Qué es el aprendizaje autónomo
Henry Holec en el año 1981 fue el primero en acuñar el término: “Autonomía del alumno”, hasta tal punto, que tras varias décadas es considerado hoy como el padre del concepto del “aprendizaje autónomo”. Es un concepto que hace referencia a la capacidad de hacerse cargo del propio aprendizaje, utilizándolo algún tipo de medio para conseguir un fin.
Para alcanzar el aprendizaje autónomo es necesario haber crecido con valores de responsabilidad y disciplina. Por eso la labor de los padres al promover valores y herramientas que ayuden a aprender del entorno, suaviza el impacto que tenga el entorno sobre el aprendizaje del niño. Por eso una de las herramientas claves que mejor podemos brindar a los niños es la de crear buenos hábitos de estudios que sirvan después para impulsar su aprendizaje autónomo.
El aprendizaje autónomo se manifiesta desde que el sistema cognitivo comienza a desarrollarse. En los niños más pequeñitos se muestra de inmediato como una habilidad innata que les lleva a explorar el mundo. Por eso es muy importante dejar a los peques explorar, manteniendo siempre una cierta discreción en cuanto al cuidado y la vigilancia sobre todo lo que el niño/a esté haciendo.
En una segunda etapa de crecimiento, específicamente cuando entran en la plena juventud, el aprendizaje autónomo llega con la necesidad de conocer por sí mismos algunas cosas, bien sea por interés particular, por cultura general o por imitación de sus amigos. En esta etapa, los jóvenes comienzan a interactuar buscando respuestas en temas de conversación propios de su edad o de su entorno. En esta etapa también se conoce como autoaprendizaje a la intención de generar conocimiento de manera independiente.
Para qué sirve el aprendizaje autónomo
El aprendizaje independiente, como también se le conoce, es el que dirigirá los procesos de aprendizaje en la edad adulta y, al mismo tiempo, el que será responsable de mantener una constante autoevaluación de nuestra propia evolución. Una persona con aprendizaje autónomo será capaz de hacer un análisis más consciente del avance que aporte su propio aprendizaje.
En otras palabras, podemos decir que el aprendizaje autónomo sirve para:
- Ayudar a elegir las propias metas en la vida de acuerdo a los intereses de cada uno.
- Fomentar la motivación personal, ya que es la persona la que elige lo que quiere aprender y no lo que el modelo desea que aprenda.
- Fortalecer la responsabilidad de cada uno, lo que es vital en la vida.
La pandemia ha ocasionado una buena oportunidad para darnos cuenta de la gran habilidad de aprendizaje autónomo y de superación que tienen nuestros niños, algo que hemos podido ver en casa, por lo que definitivamente esa ha sido una buena experiencia entre tanto desasosiego, aunque tal vez no la que hubiéramos elegido a priori.
¿Habías oído hablar ya el aprendizaje autónomo? ¿Cómo ha sido el proceso de aprendizaje de tus peques en la etapa de la cuarentena? ¿Y en tu aula?