El mindfulness es, cada vez más, una genial herramienta para adultos y para niños, convirtiéndose en una práctica que algunos países ya han incorporado exitosamente en sus sistemas educativos y llena de beneficios. Pero ¿qué es exactamente el mindfulness, cómo beneficia a los niños, y qué ejercicios se pueden utilizar en el aula? En este artículo, exploraremos estas preguntas para ayudarte a entender mejor el poder del mindfulness y lo beneficioso que puede ser para los más pequeños.
¿Qué es el Mindfulness?
El mindfulness se refiere a la focalización de la atención en el momento presente, aceptando lo que sucede sin juzgar ni intentar cambiarlo. Es una práctica que busca la plena conciencia de las experiencias internas y externas, ya sea en lo que sentimos, pensamos o percibimos en nuestro entorno. Esto puede parecer simple, pero en la era digital y de las distracciones constantes, resulta un desafío para personas de todas las edades, especialmente en el caso de los niños.
No obstante, la capacidad de concentrarse y mantener la calma frente a situaciones adversas puede desarrollarse y fortalecerse en los niños mediante el mindfulness.
Beneficios del Mindfulness para los niños
Uno de los principales objetivos de enseñar mindfulness a los niños es desarrollar su capacidad para tomar conciencia de sus pensamientos y emociones. Al aprender a reconocer cómo se sienten y cómo esos sentimientos afectan su comportamiento, los niños pueden controlar mejor sus impulsos y manejar el estrés. La infancia es una etapa crucial para el desarrollo emocional y cognitivo de las personas. Se sabe que los eventos estresantes en la vida de los niños, como el divorcio de los padres o la violencia en el hogar, pueden afectar su salud física y mental. El mindfulness actúa como un «escudo» que protege a los niños del impacto negativo de estas situaciones adversas.
Además, la práctica de mindfulness potencia habilidades como el autocontrol emocional y las funciones ejecutivas del cerebro, mejorando la atención y la regulación emocional. En niños con trastornos como el TDAH, un entrenamiento en mindfulness ha demostrado ser eficaz para mejorar la concentración y reducir los comportamientos impulsivos. Otra investigación, esta vez en la Universidad de Louisville, en Kentucky, encontró que los niños que practican actividades relacionadas con mindfulness regularmente logran gestionar mejor la ansiedad ante exámenes, lo que resulta en un mejor desempeño académico.
Ejercicios de Mindfulness para trabajar en el aula
Enseñar mindfulness a los niños no tiene que ser complicado. Lo importante es adaptar los ejercicios a su edad y hacer que la práctica sea divertida. A continuación, presentamos algunos ejercicios sencillos que pueden integrarse en la rutina escolar.
Ejercicio con molinillo
Este ejercicio es ideal para los más pequeños. Utiliza molinillos de viento para enseñarles a los niños a regular su respiración. Instruye a los niños a sentarse con la espalda recta y a soplar el molinillo con respiraciones largas y profundas. Luego, cambia a respiraciones cortas y rápidas, haciendo que presten atención a cómo cambia su cuerpo en cada forma de respirar.
En cada caso, pregúntales cómo se sienten al respecto, si notan alguna diferencia en cómo su cuerpo reacciona frente a esas respiraciones. Por último, vuelve a las respiraciones normales y vuelve a hacerles la misma pregunta, de manera que ellos puedan notar las diferencias entre lo que sucede, tanto afuera como adentro, cuando respiramos rápido y con desesperación a cuando lo hacemos lenta y calmadamente, o cómo sucede cuando estamos en un estado «normal»
Ver con claridad
Utiliza una esfera rellena de brillantina o algún material flotante para demostrar cómo los pensamientos y emociones pueden enturbiar la mente. Después, agítala para que los niños comiencen a ver cómo ahora cuesta mucho más ver a través del agua. A medida que las partículas se asientan, explica que lo mismo ocurre con la mente cuando se calma.
A través de este tipo de ejercicios, se puede explicar eficientemente a los niños cómo, cuando están agitados, es difícil entender cómo se siente y cómo su mente difícilmente puede pensar con claridad. Pero, cuando están más tranquilos, podrán identificar correctamente sus emociones, como también pensar con claridad sobre qué acciones tomar.
El mindfulness es una herramienta poderosa para los niños, ayudándoles a enfrentar los desafíos del día a día con calma y claridad. Al incorporar estas prácticas en el aula, los maestros pueden no solo mejorar el bienestar emocional de los estudiantes, sino también fomentar su éxito académico. Esperamos que este artículo sobre el mindfulness os sea de ayuda para poder incorporarlo satisfactoriamente en las clases y disfrutar de sus beneficios.