Cuando la letra es ilegible para el mismo niño/a o para otras personas, entonces hay un problema de caligrafía que se debe y puede mejorar. La caligrafía hace referencia a la forma de escribir de una persona y ésta debe ser legible para cualquier lector. La tarea del maestro y los padres es ayudar a los niños que tengan este problema a mejorar su letra progresivamente y sin presiones ni prisas. Aunque no lo parezca, se trata de una tarea sencilla, siempre y cuando se enseñe a cada niño y en cada caso particular los ejercicios necesarios desde la etapa de preescolar. Esto no quiere decir que no pueda hacerse más tarde, pero una vez pasamos de preescolar, si no se han adquirido los hábitos necesarios para tener una letra legible, puede que ese proceso de mejora y corrección cueste un poquito más de trabajo y esfuerzo para los más pequeños.
Afortunadamente siempre hay tácticas y métodos que se pueden llevar a cabo para que nuestra letra pueda verse y entenderse un poco mejor, y por eso en este artículo queremos poner a vuestra disposición, siempre y cuando lo necesitéis, algunos de los mejores ejercicios recomendados por pedagogos para conseguir que los niños mejoren su letra.
Ejercicios para mejorar la caligrafía de los niños
Existen muchas ideas y ejercicios diferentes para mejorar la mala letra. No pierdas detalle de las siguientes recomendaciones:
- Crear una pinza con los dedos sobre el lápiz
La forma correcta de agarrar el lápiz es haciendo una pinza con los dedos índice y pulgar. Los dedos deben estar flexionados sin ejercer demasiada presión.
- Mantener una postura adecuada
Verifica siempre que el niño/a tenga una postura adecuada a la hora de escribir. La espalda debe estar recta, el cuaderno ligeramente inclinado y la mano con la que no escriba deberá sujetar el cuaderno.
- Punta adecuada del lápiz
Es importante acostumbrar al niño a sacar punta al lápiz cada vez que esta tenga un espesor grueso. Las puntas gruesas dificultan la grafía porque unen letras no deseables y aumentan la erosión del lápiz con la hoja, dificultando con ello la fluidez de la escritura.
- Evaluación de caligrafía
Puedes hacer una evaluación de caligrafía al niño/a una vez por semana para poder observar si se están dando mejoras o no. La motivación será muy importante también en este punto, ya que de ella dependerá el que el niño o la niña que tenga que enfrentarse a determinados ejercicios para mejorar su caligrafía sienta que merece la pena el esfuerzo y se anime así a procurar hacer la letra más legible. En cada ejercicio o examen realizado en este proceso, podrás seleccionar aquellas palabras que sean ilegibles o rodearlas con algún marcador para que puedan reescribirse en un nuevo intento.
Eso sí, ten en cuenta que no es aconsejable borrar constantemente las cosas realizadas en el cuaderno, o arrancar hojas cuando la letra no se pueda leer bien, ya que esto podría hacer que el niño o la niña se desmotive, pierda interés por el acto de escribir y muestre rechazo no solo por la escritura, sino por todas las actividades que estén relacionadas con ella, de una u otra forma.
- Incentiva al niño a realizar ejercicios de motricidad fina
Los ejercicios de motricidad fina son importantes, y realizarlos en edad preescolar mucho más, para ayudar a los peques a crear una buena pinza de sus dedos con el lápiz. Estos ejercicios pueden ser recortar, pintar con los dedos, enhebrar cordones, amasar, jugar con plastilina…, entre otros. En el Bosque de Fantasías puedes conocer esta y otras técnicas artísticas para trabajar en clase o en casa.
- Reconoce sus logros
Muestra al niño, en su proceso de mejora de caligrafía, los espacios de su cuaderno en los que haya tenido buena letra y dale la enhorabuena por ello. De esta forma incentivarás el deseo de aprender y de ser mejor cada día. Y no olvides que, en el lado opuesto, el exceso de crítica destruye la autoestima y las ganas de hacer mejor las cosas y avanzar positivamente, lo cual no es adecuado para nadie y mucho menos para los niños.
