Los abrazos son sanadores, pueden curar enfermedades del alma. Según la ciencia, los abrazos intervienen en el desarrollo del cerebro contribuyendo a la madurez emocional de los niños y, además, transmiten seguridad, lo que es muy importante durante el crecimiento de nuestros hijos.
Puede que como padre te hayas criado en un hogar frío o con pocos escenarios de amor expresados con abrazos. Pero eso no es una excusa, ya que no es imposible cambiar…puede ser algo desafiante, pero nunca jamás algo imposible. Las consecuencias tan positivas de los abrazos son evidentes en general, pero en los niños sus beneficios positivos pueden ir mucho más allá.
5 cosas que ocurren cuando abrazas a tus hijos
- Los abrazos mejoran la capacidad de socialización
Los abrazos liberan una hormona llamada oxitocina, una hormona que se libera durante el contacto corporal. Lo que sucede es que el cerebro libera hacia el cuerpo dicha sustancia química en cuanto siente el contacto, la cual activa estados de ánimo de tranquilidad y confianza hacia otros seres humanos. Esto ayuda a que los niños reduzcan el miedo social y desarrollen una mayor capacidad de socialización.
- Los abrazos liberan tensión
Los niños son seres vulnerables al estrés, ya que la mayor parte del mundo es desconocido para ellos y lo que no se conoce tensa y estresa. En momentos de mucho llanto o de rebeldías fuertes, lo que existe es un alto nivel de estrés. Esto puede ocurrir al final del día, tras un viaje largo, durante una mudanza, como consecuencia del inicio del colegio o por cualquier cambio de rutina. En todos estos momentos, lo que tu hijo/a necesitará sin ninguna duda es un fuerte abrazo de aquellos que tanto le quieren.
- Los abrazos ayudan a desarrollar la empatía
La empatía es la capacidad que desarrollan los niños para entender las necesidades de los otros. Cuando un niño es entendido en sus momentos de pánico y miedo, logra entender a los demás desarrollando la generosidad y el deseo de compartir.
- Los abrazos estimulan la creatividad y el aprendizaje
Los abrazos estimulan la dopamina, la cual cumple varias funciones en el cerebro relacionadas con el comportamiento, la cognición y la regulación del sueño y del humor. Esta combinación de beneficios prepara un excelente escenario para estimular la creatividad y el aprendizaje. Así que, llegado el momento de educar a tus niños, no te olvides nunca de comenzar la jornada de aprendizaje con un fuerte abrazo.
- Los abrazos alejan la apatía
No hay nada más hermoso que un niño entusiasta por aprender, jugar, divertirse y compartir con otros niños. Los abrazos permiten a los niños motivarse por la vida, y eso se traduce en adultos felices que además saben amar y estimular a través del cariño, creándose un ciclo de abrazos difícil de romper. No dejes de abrazar a tus niños cuando sean pequeños, porque ellos aprenden de todo cuanto tú haces, y te lo recompensarán con creces cuando te conviertas en una persona mayor.