Los castigos eran la forma correctiva preferida que utilizaban los padres con los niños en otras épocas. De esta manera se conseguía que los niños “aprendieran la lección” (o eso se decía), pero a un precio muy alto cargado de humillaciones, miedos e inseguridades. Con el tiempo la psicología y el mundo educativo han demostrado que se pueden conseguir los mismos resultados, es decir, educar niños disciplinados, sin que sufran trastornos en su personalidad a causa del uso excesivo de los castigos.
Veamos ahora cuáles son estas alternativas que nos ofrecen la psicología y la educación para conseguir autoridad ante los más pequeños, sin dañar una relación estable y armoniosa con ellos.
Alternativas eficaces para evitar los castigos
- No calles ni escondas el mal comportamiento de tus hijos
Para tener una relación armoniosa con tus hijos, no tienes que callar lo que debas decirles ante alguna travesura, ya que tu papel es ejercer autoridad ante comportamientos indeseables. Sin embargo, sí que debes calmarte primero antes de conversar con ellos para evitar las palabras hirientes. Explícales lo mal que te sientes y lo molesto o molesta que estás por sus comportamientos. La conversación debe girar en torno a la búsqueda de soluciones para evitar el mismo comportamiento a futuro.
- Permite un espacio amplio para que se expresen
Una manera efectiva de iniciar la conversación con tus hijos es haciéndoles preguntas y brindando un espacio de silencio para que se expresen. Puedes iniciar el diálogo con una pregunta tan simple como: ¿Qué ha pasado? A partir de ella, podrían surgir otras preguntas, como por ejemplo: ¿cómo lo resolverás?, ¿qué crees que ocasionó tu reacción?…entre otras.
Es posible que tus hijos, durante estos breves segundos y tras entablar el diálogo, se encuentren un poco desconcertados, y eso es que a lo mejor estaban esperando otro tipo de reacción por tu parte y, por eso, puede que respondan un poco aturdidos con la frase típica de… ¡No sé! Entonces, espera a que se calmen en silencio y vuelve a preguntar cuando veas que están listos para responder.
- Evita medir fuerzas
Cuando mides fuerza con tu hijo/a lo único que ganarás es rechazo, porque siempre vas a ganar tú. Entonces, para no crear en él algún tipo de frustración, es mejor que indiques con autoridad las consecuencias de sus actos. Por ejemplo, si el niño saca los juguetes del cesto y no los guarda, adviértele de que tú lo vas a recoger, pero si eso ocurre los juguetes no saldrán del cesto durante al menos una semana.
- Deja que encuentre sus propias soluciones
Ofrécele a tu niño o niña la oportunidad de conseguir sus propias soluciones, ya que de esta manera estarás generando confianza en él y le harás sentirse más mayor e independiente.
- Mantente firme ante tus decisiones
Utiliza frases amables pero firmes, así les ayudarás a entender cuándo es momento para jugar y cuándo es el momento de obedecer. Una vez que decidas la forma de reprender una “mala conducta”, mantente firme, ya que si dudas los niños lo notarán y podrían jugar contigo emocionalmente.
- Invita a reflexionar sobre la conducta
Todas las personas, y los niños en especial, están dispuestas a redirigir su conducta reflexionando sobre los acontecimientos sucedidos cuando son abordados de buena manera. Por eso, una vez terminada la conversación sobre su conducta inaceptable, invita a tu hijo/a a reflexionar sobre lo que pasó y buscad nuevas alternativas para enfrentar el mismo problema en otra ocasión.
- Ayúdale a identificar sus emociones
Una de las cosas más difíciles por la que pasa todo ser humano es expresar la emoción que siente, debido a la dificultad que a veces se puede tener a la hora de identificar las emociones. Por eso, una buena idea es ayudar a los niños a reconocer sus emociones desde una temprana edad. Para ello puedes crear emoticonos o caritas expresivas de alegría, tristeza, rabia, desagrado, miedo, asombro…, entre muchas otras. También puedes incentivarle a ver películas infantiles que tengan como eje temático las emociones, al estilo de la película “Del revés”.
- Utiliza cuentos para educar en el manejo de las emociones
Los cuentos son unos grandes aliados a la hora de educar a los niños en valores y en el manejo de las emociones. Los personajes de los cuentos siempre pasan por aventuras parecidas a las que viven los niños, y por eso les pueden ayudar a comprender sus acciones, reacciones y consecuencias de las mismas. Es una forma de aprender a través de terceros que resulta muy efectiva en algunos niños, y en el Bosque de Fantasías existen muchos títulos de cuentos infantiles con valores originales que te podrán servir.
- Haz saber a los niños que el amor nunca cambia, aunque se porten mal
Una de las preocupaciones más frecuentes en los niños es saber si sus padres los quieren, y es que a menudo pueden pensar que el enojo o la tristeza de sus padres están relacionados con el desamor. Por eso, hazles saber que tú siempre los amarás a pesar de su comportamiento o de tu enfado, pero que es necesario canalizar algunas conductas para poder tener una mejor relación.
- Desarrolla y ejercita la empatía
Es importante ponerse en los zapatos de los niños y ver la situación desde su perspectiva, es decir, verlo con ojos de niño. Los niños no piensan en las consecuencias de sus actos, y pueden sufrir muchos miedos e inseguridades, además de no saber manejar cosas tan importantes como el estrés que les transmiten algunas situaciones.
- Valora sus esfuerzos
No olvides felicitar a tus niños cuando consigan hacer cosas tan valiosas como resolver sus propios conflictos, o cuando acepten las consecuencias de sus actos y se hagan responsables de lo que hacen. De esta manera sabrán que sus esfuerzos han sido observados y valorados por las personas más valiosas de todo niño, que sin duda son sus padres.
8 abril, 2022
Es un verdadero placer leer los artículos. Redactados con mucho respeto y pistas interesantes para que los niños crezcan rodeados de cariño y de cosas positivas para que el día de mañana puedan también transmitir alegría.
8 abril, 2022
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