La buena comunicación en el hogar es la clave para mantener una familia unida. Por eso, debemos buscar los mejores momentos en nuestro hogar para fomentar el diálogo. La falta de tiempo, el estrés, el cansancio, el exceso de obligaciones… son todos enemigos de un diálogo enriquecedor en nuestro hogar.
Pero, a pesar de las circunstancias, siempre podemos lograr una comunicación fluida con estos sencillos trucos que aquí te contamos.
Métodos para fomentar el diálogo en el día a día
- Aprende a escuchar para fomentar el diálogo
La escucha activa significa prestar atención real a lo que nos dicen. Si estás muy ocupado para prestar atención a algún cuento de tus hijos, diles que en ese momento no puedes escucharlo como quisieras, pero que en cuanto puedas les darás la atención debida. Busca ese rato y que no se te olvide la promesa. Deja que te cuenten todo lo que ellos necesiten contarte, míralos a los ojos y no hagas nada más que escucharlos. Escuchar al otro es un acto de amor.
- Aprovecha las comidas para hablar de cosas agradables
Las comidas son una oportunidad para conversar toda la familia junta, pregúntales a tus hijos cómo les fue. Conversa sobre cosas divertidas o interesantes que te pasaron. Trata siempre de dejar las conversaciones amenas para la comida, ya que incluso la digestión puede mejorar haciéndolo. Evita, por el contrario, los temas controvertidos o conflictivos, pues no es buena idea llevarlos a la mesa a las horas de las comidas.
- Pregúntale a tus hijos sobre temas de interés para ellos
Ya es muy común que los niños tengan fans por YouTube o que pertenezcan a grupos en Facebook, hablen de cantantes de moda o películas que les interesen. Aunque no te interesen para nada estos temas, busca tiempo para que ellos te pongan al corriente sobre sus fans y actividades que les gustan.
- Habla abiertamente temas tabú cuando te pregunten
Los niños son curiosos por naturaleza, y eso es bueno. Cuando tienen dudas sobre temas tabú lo primero que hacen es hablarlo entre amigos. Si te preguntan sobre esos temas es porque tú has generado la confianza suficiente para que lo hagan y viceversa. Sé claro y directo y deja lo que estés haciendo para conversar, ya que es el momento ideal para tener una mejor relación con tus hijos.
Si no tienes tiempo o contestas con rodeos, puede que a ellos no se les vuelva a ocurrir preguntarte otra vez sobre dichos temas y tratarán de buscar la respuesta a sus dudas por internet o con otros amigos.
- Los padres no deben discutir frente a los niños
Antes de conversar con los niños, los padres deben hablar para llegar a un acuerdo en cuanto a valores, permisos o puntos de vista controversiales. Hay temas en los que los padres no están de acuerdo, por ejemplo, sobre la hora de llegada a casa, la de ir a una fiesta, el tipo de correcciones ante un mal comportamiento, etc. Estos temas deben discutirlos los padres en privado y conversar con los niños con una sola voz.
Como vemos, se trata de aplicar pautas sencillas y cotidianas que poco a poco pueden ir mejorando el ambiente y la comunicación entre todos los miembros de la familia. La confianza, en cualquier caso, siempre es la clave.