En el artículo de hoy queremos presentaros una técnica para trabajar la autoestima en clase, así como otros valores adicionales como la empatía, el respeto y el positivismo interno y externo.
- Asignaturas y temas que trabajaremos en esta actividad: artes y humanidades, lenguaje, convivencia, normas de clase, salud.
- Actividad recomendada y adaptable para niños de unos 3 a 8 años.
- Palabras clave: sentimientos, emociones, autoestima.
Descripción de la actividad
¿Qué es la autoestima? Es la forma en que consideramos a nuestro propio yo. En consecuencia, una autoestima alta significa que nos consideramos buenos y capaces, que estamos “seguros” de nuestro valor. La baja autoestima, por el contrario, significa que no nos consideramos lo suficientemente buenos y/o que estamos “inseguros” de nuestro propio valor.
Por eso es tan importante aprender a desarrollar la autoestima de los estudiantes, buscando mecanismos y dinámicas que sirvan para alentarles y para ver en sí mismos y en sus compañeros rasgos positivos.
Todos queremos que nuestros hijos sepan que tienen un valor intrínseco como seres humanos, no por lo que logran, sino simplemente por lo que son. Pero en realidad los niños suelen evaluar más el hecho de quiénes son por las cosas que hacen y por cómo interactúan con el mundo, y no tanto por lo que son.
Todos nosotros tenemos tareas que dominar a lo largo de nuestras vidas, ya que el propio crecimiento nos lo exige en forma de prácticas, entrenamientos, obstáculos y pruebas…y todo ello es lo que da forma a lo que somos.
Luego existe otro tipo de autoestima, algo más secundaria, que proviene del orgullo de saber, en lo más profundo de nosotros, que si trabajamos duro en algo podremos lograr cosas importantes y grandes que merezcan la pena, ese algo que pueda hacer nuestros sueños realidad. Pero, ¿tienen los más jóvenes recursos suficientes para verlo y entenderlo?
Objetivos básicos a conseguir con la actividad
El primer paso para ayudar a un niño a desarrollar una autoestima saludable es una relación positiva con su entorno, creando núcleos sólido de amor propio y un clima de felicidad interna estable, independientemente de las cosas que sucedan a su alrededor. El segundo paso es ayudar al niño a lograr cosas de las que pueda estar orgulloso, ya sea aprender el abecedario o sacar buenas notas.
El objetivo de esta actividad es, por tanto, conseguir que los estudiantes adquieran herramientas y métodos para mejorar su autoconfianza y su nivel de autoestima.
MATERIALES NECESARIOS
- Una silla que tenga algo de especial (podría ser una silla con pelotitas en las patas, un taburete bien decorado o cualquier otra silla diferente al resto) que solo se usará para la actividad.
Pasos a seguir en la dinámica
Coloca la silla especial en un lugar igual de especial. Podrías llamar a la silla la “silla de las frases positivas”. Una vez logrado este paso, puedes pedir cada día a un alumno diferente que se siente en la silla especial. Los otros niños del aula se turnarán para decir cosas buenas sobre la persona que haya en la silla.
La alumna o el alumno que esté sentado en la silla solo podrá decir “gracias” y nada más. Al final de la actividad, pregunta al alumno que se haya sentado en la silla cómo se sintió cuando los demás le decían cosas agradables.
Con el tiempo, los estudiantes se acostumbrarán al hecho de felicitar a los demás y ser felicitados, y aprenderán a confiar y a expresar sus sentimientos.
Evaluación de la actividad
El objetivo para una evaluación positiva es que, con el tiempo, los alumnos superen vergüenzas, que sean capaces de ser sinceros y que comprendan la importancia de ser amables Y positivos en la vida, pues esto hará también crecer la autoestima propia.
Si los niños al término de la actividad dicen que se sienten bien, entonces la evaluación habrá sido cien por cien exitosa.
21 enero, 2020
Este artículo difunde errores conceptuales al meter en el mismo saco “autoestima” y “autoconcepto”: “Autoestima”: Es el nivel de afecto e importancia que me doy a mi mism@, “Autoconcepto”: Es el nivel en el que me considero en el desempeño de cierta actividad o área. Por ejemplo, puedo quererme mucho y tener un bajo autoconcepto de mí en los deportes, o al revés:escucharme y quererme poco, pero tener un alto autoconcepto de mi mismo en matemáticas. Autoestima y autoconcepto son afines e interelacionados, pero son conceptos distintos.