El aprendizaje de los colores en clase comienza en torno a los 3 años de edad, ya que esa es la edad promedio en la que los niños están en la capacidad de identificarlos y aprenderlos.
La forma tradicional de aprendizaje ha sido a través de la repetición de los colores y la memorización, pero diferentes estudios de pedagogía han demostrado que las actividades lúdicas pueden ser más efectivas debido al interés que pone el niño en aprender. Entonces, ¿qué otras formas menos tradicionales de enseñar los colores puede haber?
Juegos divertidos para aprender los colores
Veamos ahora qué juegos puedes poner en marcha para trabajar los colores en clase y conseguir que los niños mantengan la atención y pasen un rato extraordinario en compañía de sus compañeros.
- ¿Quiero algo de color…?
Si buscas una clase dinámica y muy divertida, puedes poner a los niños a buscar objetos por toda el aula, objetos que puedes esconder o colocar al azar previamente. Es una especie de variante del juego “veo, veo”. Por ejemplo, dices: “quiero una caja de color verde”, entonces, los niños deberán ponerse en macha a buscarla hasta que la encuentren. Este juego permite a los niños trabajar la descripción de objetos y ampliar su vocabulario.
- Poesía de colores
Otro juego consiste en relacionar los colores con objetos que tengan como característica principal dicho color, y formar después una corta poesía. Por ejemplo, tú dices: Tu cabello es …………… como el sol. Los niños deben completar la frase diciendo: “tu cabello es amarillo (o dorado) como el sol”.
Puedes practicar con otras frases como:
- La mesa es azul como el cielo.
- La pared es verde como las hojas de los árboles.
- La sangre es roja como la fresa.
Con este juego no solo se relacionan los colores, sino que también se pone en práctica el inicio y el significado de la metáfora.
- Hoy mi día es de color…
Ahora dejemos que los niños escojan un color para dibujar su día, por ejemplo, imagina que el niño dice: “hoy mi día es de color azul”. Entonces, su tarea consistirá en dibujar todo lo que le venga a su imaginación de color azul, por ejemplo, el cielo, el mar, su bicicleta azul… y todo aquello que recuerden o deseen poner en azul de forma lógica.
Recuérdales que aquello que no sea lógico, por ejemplo, un sol azul, no debería aparecer en el dibujo; pero ábrete a su imaginación en caso de que ya lo hayan dibujado, para no desmotivar a los peques. Después de todo, pueden argumentar cosas que justifiquen algo aparentemente ilógico, como que “se trata de un día lluvioso donde todo se ha tornado de azul”. ¡Seguro que te sorprenderán sus respuestas!
- Dibujo libre con pinceles
Si existe algo más divertido que aprender los colores, es utilizarlos para crear, y eso es muy importante para que los alumnos se relacionen de forma grata con ellos. Si están aprendiendo los colores, enséñales la magia que poseen cuando se combinan en un dibujo libre de acuarela y pincel. Los niños siempre se sorprenden cuando aparece el verde al combinarse el azul con el amarillo, o cuando aparece el naranja al combinar el rojo con el amarillo. Descubrir la magia que hay detrás de los colores, puede animar a los niños a querer aprender más cosas sobre ellos y a utilizarlos más a menudo.
Lo importante, sea como sea, es buscar actividades más dinámicas, originales y entretenidas, que permitan hacer el aprendizaje más ameno y atractivo, sin olvidarse nunca de los conceptos importantes y esenciales del aprendizaje.