El Rincón de Pensar: Un recurso que puede ser perjudicial para los niños

Esta técnica puede sernos muy útil en la educación de los niños, pero lo cierto es que también puede resultar muy perjudicial. ¿Cuál es la clave entonces? Pues la clave está en no usar esta técnica, denominada más profesionalmente como técnica de tiempo fuera o time out, como un castigo.

La razón es muy sencilla, y es que si utilizamos el recurso como castigo, los niños pueden ponerse nerviosos o asustarse, lo que imposibilitará a todas luces que puedan reflexionar sobre lo ocurrido, siendo este es el objetivo primordial del rincón de pensar.

Esto hace que la técnica no se recomiende para niños menores de cuatro años, puesto que la capacidad de raciocinio que conduce a pensar y a reflexionar no es hasta entonces muy elevada, por lo que los objetivos del rincón de pensar o de la silla de pensar, no podrán verse cumplidos en niños muy pequeños.

 

Cosas que nunca deberías hacer al aplicar la técnica

  • Utilizarla con niños muy pequeños.
  • Recurrir a la misma en tono amenazante o de castigo.
  • Destinar para su realización sitios poco agradables o con poca o ninguna luz.
  • Que el espacio tenga juguetes o reclamos similares a su alrededor.
  • Alargar demasiado el tiempo de reflexión, que no debería ir más allá de unos minutos.

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Consejos útiles para convertirlo en un recurso efectivo

  • Transmitir la idea de que es algo positivo y reparador, un espacio para la reflexión y la modificación de la conducta, no para castigar férreamente o culpabilizar.
  • No forzar nunca demasiado la situación, en especial en caso de que desobedezcan y no quieran llevar el recurso a cabo.
  • Actuar sin agresividad y con naturalidad, o de lo contrario el niño podría ponerse nervioso o incluso tomarlo todo como un juego, viéndose frustradas nuestras verdaderas intenciones.
  • Sé firme en tu posición de hacerle ver que ha obrado mal, pero ayúdale siempre a entender el porqué, ya que es muy probable que no pueda hacerlo solo.
  • No caigas en los gritos, las malas palabras o la agitación y la fuerza, solo conseguirás aumentar la tensión negativa del momento y en nada le ayudará a reflexionar.

 

Es muy importante no olvidar que este recurso mal empleado podría tener consecuencias muy negativas para los niños, y que por ello es muy importante que no puedan crearse una idea aterradora en torno al rincón de pensar, ni que actúen motivados por el miedo a una bronca o por las amenazas. Si queremos que los niños puedan llegar a darse cuenta de que se han equivocado en algo y que sean capaces de pedir perdón a terceras personas, es muy importante que se sientan relajados, confiados y acompañados. Nunca ignores al niño ni dejes pasar demasiado el tiempo, puesto que se sentirá solo e incomprendido.

Da igual lo que haya hecho. Si nosotros no somos capaces de actuar serenamente al llevar a cabo esta técnica, es mejor que nos olvidemos de ella y demos paso a otro tipo de recursos. De lo contrario estaremos educando en la violencia y la venganza, como medios para conseguir cosas, así como en la inseguridad y el miedo.

¡Nunca caigas en este tipo de castigos!

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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