Criar a un hijo es una experiencia realmente enigmática, única y bella, por así decirlo, puesto que queremos sobre todas las cosas que nuestros hijos se desarrollen plenamente como seres humanos y que sean felices. Conseguirlo, sin duda, no será un camino fácil, pero si conoces los llamados “Diez mandamientos de la crianza infantil”, seguro que te resultará mucho más sencillo.
Dichos mandamientos, como se les denomina popularmente, pueden ser aplicados por cualquier persona que se encuentre a cargo de la crianza de un niño, y constituyen una valiosa herramienta, la cual, lejos de ser una guía, sí que es una ayuda para todos aquellos padres y madres que se encuentran perdidos y que necesitan ver un poco la luz al final del túnel.
Mandamientos para una crianza exitosa
A continuación te damos a conocer los llamados Diez mandamientos de la crianza para niños, para que puedas tener más detalle sobre ella y cada una de sus puntos:
- No tienes por qué decidir por ellos. Con la finalidad de que los niños se desarrollen como seres humanos plenos y de confianza, es indispensable que aprendan a tomar sus propias decisiones. Si se da el caso de que otras personas deciden por ellos, se desarrollarán como personas inseguras y dependientes de los demás.
- No mimes en exceso. La palabra mimar, en el sentido de “malcriar” o “dar demasiados caprichos”, puede llegar a ser perjudicial para los niños, pues evitar que sean conscientes o que se responsabilicen de sus propios problemas, por ejemplo, no puede beneficiarles en nada en el futuro. La clave está en amar por encima de todas las cosas, pero sin anular la personalidad.
- Deja que lleguen a cometer sus propios errores. Es importante entender como padres que nuestros hijos no aprenderán de los errores de los demás. Por eso es necesario dejar que aprendan de sus propios fracasos y que esto constituye una oportunidad de aprendizaje. Si llegan a pedirte consejo en algún momento, siempre podrás darles tu opinión y apoyarles sin dudarlo.
- Brinda un buen ejemplo en todo momento. Es fundamental recordar que somos modelos para nuestros hijos, y es por ello que debemos actuar con honestidad y ser ejemplo siempre. El éxito y su conducta dependerán en buena medida de lo que vean en nosotros.
- Reconoce su esfuerzo de manera constante. Esto es sumamente importante para su buen desarrollo, ya que creará las bases para su desarrollo como personas. Siempre es relevante valorar el esfuerzo que cada niño le ponga a las cosas que realice, tanto en la escuela como en su hogar y en las relaciones con amigos, familia y conocidos. Cada vez que valoramos lo que realizan nuestros hijos, estaremos asegurando un mayor éxito en su vida.
- Trata siempre a tus hijos con respeto. De la misma forma que te gusta que te traten, trátalos a ellos. Tomate un tiempo siempre para escuchar a tus hijos, siéntate con ellos y mírales a los ojos cuando ellos te hablen. Hazles saber que su opinión cuenta y que estarás con ellos tanto en los buenos como en los malos momentos. Recuerda que los niños pueden ver a través de ti.
- No reforzar los malos comportamientos. De la forma en como alimentes el corazón de un niño, así crecerá. Los niños quieren cualquier tipo de atención, ya sea buena o mala. Si gritas o discutes con un niño, lo que estará aprendiendo es a comportarse mal para llamar tu atención. ¡No lo olvides! En vez de discutir o de gritarles, simplemente espera un breve tiempo. Cuando ya lleven unos minutos en silencio, entonces podrás prestarles atención. Esto les servirá para que puedan calmarse y para reflexionar sobre su actitud.
- Siempre cumple con tus promesas. Tus hijos cuentan contigo para sentirse protegidos y amados. Entonces, cuando dejas de cumplir tus promesas, les haces sentir inseguros y les creas el sentimiento de que no te preocupas por ellos. Todas tus promesas tienen para tus hijos un gran valor, por lo que si no estás seguro de poder cumplir con una promesa, no prometas.
- No uses castigos y emplea consecuencias. Una consecuencia es el resultado natural de un comportamiento. Por ejemplo: “cuando le faltes el respeto a uno de tus padres, no podrás estar con tus amigos durante 3 días. Cuando dejes todo sucio, lo limpiarás. Cuando no termines tu tarea, no podrás ver la televisión”…etc. Los niños aprenden a comportarse mejor teniendo consecuencias naturales en vez de castigos. Un castigo lo suele otorgar un adulto con rabia y no da buen ejemplo.
- Mantén el control y no te enojes. Todo consiste en darte cuenta de cuándo te estas comenzando a molestar o enfadar. Debes ocuparte de esa situación lo antes posible, antes de que todo se te salga de control. Puedes darte un tiempo de espera, mientras retomas la calma o puedes tomarte un tiempo para descansar. Los padres, por lo general, suelen cometer la mayoría de sus errores cuando se encuentran disgustados o enojados: discuten, gritan, se enfurecen y ponen castigos que pueden resultar en faltas de promesas. Si te cuesta mucho recuperarte antes de perder el control, busca ayuda para que te orienten sobre cómo mantenerlo.
¡Seguro que conocías un montón de estos 10 mandamientos sobre la crianza infantil! ¿Qué opinas de todos ellos?
16 junio, 2022
Excelente consejos muy sabios…