Dos padres, dos historias
“Un día, llegado el fin de semana, me puse a pensar qué podía hacer con mi hijo de 6 años. Lo primero que se me ocurrió fue llevarle a un parque de atracciones y fui a comentárselo a mi esposa para ver qué le parecía la idea. Ella me dijo que le preguntara al niño para saber qué era lo que él prefería hacer y, finalmente no fuimos al parque de atracciones sino a un campo de fútbol que estaba al lado de nuestra casa. Yo era portero, mi mujer formaba uno de los equipos y mi hijo marcaba los goles en la portería. Al terminar nos fuimos a tomar un helado y estuvimos sentados en un parque tranquilamente.
Otro padre que conozco, dio a su hijo una lista de 10 actividades que podían hacer ese mismo sábado por la tarde: cine, parque de atracciones, zoo, minigolf…, y sorprendentemente el niño respondió que lo que quería era pasar un día de campo. Curioso, ¿no?”
El significado del tiempo en la infancia
Estas dos historias nos llevan a una conclusión muy simple, y es que lo más valioso para los niños no es siempre el hacer una gran actividad o una actividad costosa, sino hacer cualquier otro tipo de cosa sencilla que implique el estar junto a sus padres durante el descanso del fin de semana. Seguramente algunas veces elijan ir al parque de atracciones, pero esto se deberá al hecho de hacer algo con sus padres que suena divertido, dado que los niños no entienden de cosas costosas. Su forma de valorar las cosas y sus recuerdos más profundos no tienen por qué estar relacionados con las actividades caras, sino más bien con los momentos más tiernos y alegres, como ir en bicicleta en familia, dar paseos, subir a los toboganes, etc.
En ocasiones muchos padres tienen que adaptar las necesidades de ocio de sus hijos a su agenda personal, cuando lo ideal es que fuese al contrario. Y es ese ritmo frenético de los adultos el que hace que no puedan realizarse a diario actividades tan sencillas como la de ir a un parque, y es por eso también que un niño no pretenderá hacer cosas extrañas o fuera de lo común, sino compartir el tiempo de descanso haciendo cosas sencillas que deberían estar presentes a diario. De esa forma se disfruta mucho más del tiempo libre en familia, fomentaremos la convivencia familiar y aportaremos mejores valores a los niños.
Recordemos que los hijos podrían ver el mundo en el futuro como lo ven hoy sus padres, por lo que es fundamental tomar buenas decisiones, así como distinguir comportamientos malos y buenos, etc.
¡No olvidemos nunca que tener hijos felices no es caro y disfrutemos del tiempo con calidad!