Las vacaciones de verano son, probablemente, las más esperadas y amadas por los niños, y no solo por su duración, sino también porque el buen tiempo les permite realizar muchas más actividades al aire libre e infinitas posibilidades de explorarlo todo y de disfrutar al máximo.
Además, poder jugar al aire libre tiene muchas ventajas para el desarrollo de los más pequeños, especialmente a nivel emocional (y no solo físico), pues aumentan las posibilidades de sociabilización y de contacto con la naturaleza, fundamental para reducir los niveles de estrés y para forjar relaciones y amistades fuertes y sólidas.
6 beneficios de jugar al aire libre en verano
¿Quién no ha saltado a la comba en verano, alguna vez, o realizado una lucha de globos de agua con sus amigos? ¿O quizá jugar a atrapar un balón en una piscina o correr en las horas de más fresco y reír a carcajadas? Jugar al aire libre durante las vacaciones de verano es abrir la puerta a un mundo infinito de actividades y de diversión, y los padres tan solo tienen que echar un poco la vista atrás para poder recordarlo.
Pero es que, además, jugar al aire libre durante la época estival tiene múltiples beneficios, algunos tan interesantes como los siguientes:
- Trabajar el equilibrio y la coordinación del cuerpo, o el fortalecimiento de los músculos, al enfrentarse a terrenos menos trabajados durante el año como el agua, el césped o la arena de la playa.
- Desarrollar la curiosidad de los peques y su afán natural de exploración, a través de rutas por el lugar de vacaciones o de salidas al campo en familia. De esta forma, además de permitir que los niños tengan ese contacto con la naturaleza tan importante, haremos que crezca su interés por todo aquello que les rodea.
- Trabajar más y mejor las relaciones sociales, porque durante las vacaciones de verano se dispone de más tiempo libre para jugar y para conocer a otras personas nuevas en lugares no tradicionales, como pueda ser la playa o ese pueblecito al que acudiremos con la familia. ¡Es una nueva oportunidad para hacer muchos y nuevos amigos que marcarán nuestra vida para siempre y nuestra niñez!
- Poder desarrollar la independencia de los niños y su vínculo con otros seres queridos, como con sus abuelos o tíos, al pasar tiempo con ellos mientras los padres concilian su vida laboral con las vacaciones escolares.
- Fomentar que los niños aprendan a compartir con otros niños y a cooperar y resolver conflictos en juegos colaborativos o por equipos, al ser el verano una de las mejores épocas para poder realizar juegos con grupos grandes y en zonas de exterior.
- Conseguir que, gracias a los juegos al aire libre, los niños se relajen del estrés del curso escolar, practiquen la actividad física y mejoren su estado de ánimo liberando endorfinas, que es la hormona de la felicidad.
Ideas de juegos divertidos para el periodo estival
Si deseas conseguir que los niños obtengan todos esos beneficios que aporta el jugar al aire libre en verano, pero no sabes muy bien qué juegos proponerles, no te preocupes, porque a continuación te damos algunas ideas de lo más interesantes:
- Búsqueda del tesoro. ¡La búsqueda de un tesoro siempre es más redonda cuando puede hacerse en un espacio amplio, como un parque o un jardín! Y para realizar esta actividad tan solo tendrás que elaborar una lista de objetos a encontrar (que también pueden ser elementos naturales) y una serie de pistas para que los niños puedan hallar el tesoro de manera individual o por parejas.
- Al agua patos. A los niños les encanta el agua, pero no siempre se puede disfrutar de la playa o de la piscina, por lo que una buena forma de divertirse puede ser a través de juegos acuáticos sencillos, como una lucha en el parque con pistolas de agua, una carrera de relevos en la que se lleven cubos con agua (y ganará quien más agua mantenga dentro de los mismos al terminar), o una guerra de globos de agua que deberán lanzarse unos a otros. ¡Son ideales para refrescarse y morirse de risa!
- Los mejores exploradores. Aprender sobre las cosas que nos rodean en la naturaleza, como los insectos o las flores y las semillas, puede ser una idea muy interesante para esas horas en las que el calor deja de apretar, ya avanzada la tarde. Ideal para los niños más aventureros, con este tipo de juegos los peques podrán aprender a plantar semillas u observar cómo crecen. ¿Se convertirán tus peques en los mejores exploradores del bosque?
- Colores al aire libre. Las manualidades son un excelente recurso para que los niños se diviertan mientras aprenden y se relejan. ¿Qué tal entonces preparar un taller de manualidades en el parque para que tus hijos jueguen con sus primos o sus amigos mientras procuran pintar el paisaje o hacer juegos con tizas de colores como la rayuela? ¡Llenarlo todo de color será muy divertido e inspirador!
- Torneos deportivos. Prepara sesiones deportivas o torneos para que los niños jueguen a sus deportes favoritos y consigan jugar y disfrutar en grupos grandes. La recompensa puede ser una tarde de piscina o unos refrescantes helados, bien merecidos gracias a mantener una vida activa y saludable con el deporte.