Como adultos, sabemos que la presencia de mascotas en casa es un compromiso muy serio y que se adquiere durante toda la vida del animal, por eso es fundamental tener claros sus pros y contras a la hora de que nuestros hijos tengan una mascota.
Convivir con animales en nuestro hogar puede ser muy similar (casi en un 50%) a tener, al menos, dos hijos en casa. Datos como este pueden resultar muy útiles a la hora de valorar la viabilidad de adoptar una mascota como miembro de nuestra familia.
Si como padre o madre te encuentras en ese momento en el que llegamos a plantearnos de forma seria el tener un perro en casa, no te dejes llevar por la emoción del momento o por la ilusión que tu peque tenga ante este hecho, y lee atentamente nuestros consejos.
Consejos a seguir si piensas en adoptar un perro
- Piensa si tienes tiempo: tiempo de verdad, no pequeños ratitos de descanso dominical en los cuales pasear tu perro por tus zonas favoritas de la ciudad. Los perros son seres vivos que necesitan tiempo y atención de manera totalmente continuada, y por eso pueden llegar a parecer otro hijo más en momentos determinados. Si eres de los que se pasan el día fuera de casa…mejor olvida este tema.
- Piensa si tienes espacio: los animales son seres vivos que precisan de su propio espacio para desarrollarse con comodidad, cariño y dignidad. Pero no solo ese pequeño espacio de la casa en forma almohadillada en el cual nuestro perro descanse, sino también espacio en el resto de la casa. ¡Por todas partes! No olvides que los perros son animales muy activos que recorrerán tu casa sin miramientos de palmo a palmo. Tener espacio suficiente en casa proporcionará al futuro miembro perruno de la familia calidad de vida. No dejes que los posibles agobios por estrechuras terminen focalizados en tu mascota.
- Piensa si aguantarás: ladridos continuos, a deshoras, paseos diarios en días de lluvia o a horas intempestivas…son algunas de las cosas que seguro ocurrirán con un perro en casa, al margen de una exquisita educación por nuestra parte. Este tipo de situaciones, sobre todo si nos encontramos habitualmente en situaciones de estrés, pueden llegar a sacar a cualquiera de quicio. Analízate a fondo y piensa también en el nivel de tolerancia y paciencia de tus hijos para lidiar ante este tipo de circunstancias. En cualquier caso, identificar a nuestro perro como a un miembro de nuestra familia de pleno derecho, será la clave para triunfar en este punto.
El compromiso de todos: este último punto sin duda es el más esencial de todos. Has escuchado las plegarias de tus hijos en torno a la idea de tener un perro, ni siquiera te lo habrías planteado de no ser por su ilusión e insistencia, pero… ¿están preparados realmente? Y es que todos y cada uno de los miembros de la familia deberían adquirir dicho compromiso, lo cual evitaría muchas situaciones desagradables y el hecho de que los padres terminen cuidando de un animal a tiempo completo con el que sus hijos tanto soñaban. Educar a los peques en la responsabilidad firme y total puede resultar básico para que no se rindan en el cuidado de su mejor amigo peludo.