Trabajar con niños cada día puede resultar muy atractivo para muchas personas, pues los momentos bonitos, tiernos y divertidos están casi asegurados, pero lo cierto es que conlleva una gran responsabilidad cuando se trata de trabajar en su educación y formación.
Los niños inspiran, emocionan y contagian su entusiasmo, pero también se frustran y enojan, especialmente con todo lo relacionado con el aprendizaje, y es por ello por lo que el papel de un maestro o educador no es nada sencillo y sí muy exigente. Y no es para menos, pues tener en tus propias manos la responsabilidad de la formación de los adultos del futuro no es un asunto baladí.
La importancia de educar y enseñar a la infancia
La importancia de la educación es incuestionable a todos los niveles, por lo que es también una de las carreras profesionales más loables, a la que suele dedicarse la gente por vocación. Desde que nacemos hasta los 5 años, aproximadamente, el cerebro de los niños se desarrolla más rápido que en cualquier otro momento de la vida, y esto hace esencial que la educación que se da a los niños sea de primerísima calidad desde el inicio, es decir, incluyendo también la educación infantil y no solo la primaria.
Los profesionales de la educación de la infancia son sin duda un eslabón fundamental de la sociedad, por lo que dedicarse a ello es algo que debe estar siempre muy reflexionado. Por ello, si alguien está convencido de que le apasionan los niños pero aún no ve claro si una carrera de educación infantil o primaria puede ser su futuro deseado, una buena forma de averiguarlo puede ser la de aproximarse a los diferentes cursos y títulos relacionados con el mundo de la educación que brindan espacios como https://www.rededuca.net/
Características, habilidades y pasos recomendados
Indudablemente, como para cualquier otro campo, existen una serie de parámetros o características consideradas como “ideales” para el ejercicio de la educación a nivel profesional, algunas de las cuales pueden ser las siguientes:
- Ser una persona constante y positiva. No hace falta decir que la actitud positiva se asocia tradicionalmente con los educadores de la primera infancia, pero tenerla (y mantenerla) no siempre es fácil, por lo que se requiere mucha constancia. Deberás ser una persona mentalmente fuerte para hacer de tu pasión por los niños y la enseñanza una carrera profesional, ya que son muchas circunstancias y situaciones diferentes las que deberás enfrentar.
- Tener alegría y altas dosis de paciencia. Cualquier persona que trabaje con niños pequeños necesita ser paciente y también saber cómo divertirse. Pero, ¿qué otras habilidades necesitan los educadores de niños? Pueden ser muchas, sin duda, pero saber mantener la calma será una de las absolutamente imprescindibles.
- Ser una persona creativa y buena comunicadora. Algunas de las habilidades básicas que se esperan de un profesor son la capacidad de organización, el trabajo en equipo y la colaboración, la planificación, o la creatividad y un alto desarrollo de la comunicación social. Parece mucho, pero todas son importantes y pueden desarrollarse de manera pormenorizada con un poco de esfuerzo. ¡Nada es imposible!
Sin embargo, esto no quiere decir que ser una persona buena, paciente y creativa sean motivos de sobra como para determinar si alguien debe dedicarse a la educación o no, pues se deberían tener siempre más factores en cuenta además de las habilidades convenientes, como por ejemplo las salidas profesionales. Incluso, si alguien ya se ha embarcado en alguna de estas carreras, siempre será recomendable continuar formándose y ampliando conocimientos con programas y cursos de especialización en educación: cursos de experto en atención temprana, didáctica de la educación infantil, cursos de nutrición y obesidad infantil para profesores, cursos de psicomotricidad a través del juego, crianza con apego…etc.
Investigar sobre todos los posibles cursos de extensión universitaria y de ampliación de conocimientos que existen será fundamental para tomar una decisión acertada sobre si la educación de la infancia es el camino a seguir a nivel profesional, o sobre cómo mejorar y especializarse con éxito una vez en él.
Como hemos visto, dedicarse a la educación puede tener varios caminos diferentes, y esto puede hacer que tomar la decisión final no siempre sea fácil para un estudiante. Por eso los programas de especialización y las plataformas de cursos son tan importantes, pues no solo permiten tener más clara la idea de dedicarse a algo a nivel profesional, sino que también permiten conseguir un currículum único en el ámbito seleccionado, adquiriendo una importante influencia y experiencia en el sector absolutamente esencial llegado el momento de trabajar. De nosotros dependerá siempre, en cualquier caso, decidir cuál será el mejor camino a seguir y la forma de transitarlo.