El rincón de la calma para manejar rabietas en niños

El rincón de la calma es un espacio que se puede construir en casa o en la escuela para ayudar a que los niños, desde pequeños, aprendan a manejar sus emociones de ira o rabietas. Es un espacio didáctico que puede construirse entre padres, maestros y el mismo niño. Veamos en este artículo lo que es y lo que no es el rincón de la calma.

 

Lo que NO es el rincón de la calma

El rincón de la calma no es un espacio de castigo donde se envía a los niños que han experimentado una reciente pelea con algún compañero o algo similar. Tampoco es una silla para sentarse y reflexionar sobre lo que se ha hecho. Y mucho menos es un lugar donde enviamos al niño para que siga gritando o teniendo sus rabietas en soledad.

Nada hacemos cuando no enseñamos al niño a controlar su ira o cuando nos libramos de sus gritos cerrando una puerta para tratar de no escucharlo más. Los niños, en estos casos, pueden incluso hacerse más daño, pensar que son personas no queridas, sentirse avergonzados de no poder controlarse y/o incluso disminuir su autoestima.

Por eso nada de esto es el rincón de la calma.

 

Lo que SÍ es el rincón de la calma

El rincón de la calma es un espacio recreado para hacer sentir calma con tan solo entrar. En este espacio debe haber instrumentos, materiales y herramientas que inviten al niño a calmarse como:

  • Mándalas.
  • Hojas y crayones.
  • Pelotas y muñecos blandos.
  • Cojines
  • Peluches
  • Plastilina
  • Material para manualidades.
  • Cuentos
  • Música.

 

El rincón de la calma también es un espacio para conversar sobre la emoción de la ira. Es importante explicarle al niño que tener ira no es malo ni antinatural si se sabe controlar.

La ira hace que las personas reaccionen frente a lo que no les gusta, produce cambios positivos y nos alerta a actuar. ¿Cuántas veces no has experimentado un cambio en tu vida después de la ira?

Si tu niño tiene un temperamento irritante de manera constante, hazle saber que tiene dos opciones: utilizarlo a favor o en contra de él mismo. Las personas que constantemente sienten ira son personas muy optimistas que impulsan cambios en su vida y en la vida de otros.

Además, las personas que se enfadan fácilmente son sinceras y no tienen sentimientos ocultos, lo que es bueno para la salud y para relacionarse con los otros. Porque lo que de verdad enferma no es la ira canalizada sino la ira reprimida y por eso es tan importante enseñar y educar en el control de las emociones.

Tomar una decisión cuando se está atravesando un momento de ira es perjudicial, porque se puede actuar más por la emoción que por la razón. Por eso, en ese sentido, canalizar la ira para que el mismo niño aprenda a producir los cambios de las cosas que no le gustan o considera injustas, es el verdadero propósito del rincón de la calma.

 

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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