El inicio de un nuevo año siempre es una oportunidad ideal para establecer propósitos que contribuyan al crecimiento personal y familiar. En el caso de los niños, fomentar la responsabilidad desde una edad temprana es una inversión invaluable para su desarrollo. Aprender a asumir tareas y compromisos no solo los ayuda a ser más organizados, sino que también les enseña a cumplir objetivos, manejar el tiempo y desarrollar habilidades para la vida.
Por eso, a continuación, exploraremos estrategias efectivas para inculcar responsabilidad en los niños y una lista de tareas apropiadas para cada edad.
Beneficios de fomentar la responsabilidad en los niños
Los niños que participan en tareas del hogar desde pequeños desarrollan habilidades clave muy importantes para la vida, además de la generosidad, como por ejemplo:
- Una mejora en la capacidad para resolver problemas al asumir pequeños retos diarios y aprender a encontrar soluciones de forma autónoma.
- Aprenden a gestionar mejor el tiempo al cumplir con tareas dentro de un plazo, pues esto les ayuda a desarrollar habilidades organizativas.
- Aprenden también a reducir el estrés, pues la autonomía en sus responsabilidades les genera seguridad y confianza en sí mismos.
- Una mejora en la capacidad de cooperar y trabajar en equipo, pues van comprendiendo que sus acciones impactan en los demás, lo que les puede motivar a ser más empáticos y solidarios.
Lista de tareas por edad para inculcar la responsabilidad
Es importante asignar tareas según la edad y capacidades del niño. A continuación, se presenta una guía con actividades adecuadas para cada etapa del desarrollo.
De los 2 a los 3 años
- Cargar y descargar cucharas del lavavajillas.
- Colocar la basura pequeña en su correspondiente lugar.
- Lavarse y secarse las manos de forma independiente.
De los 3 a los 4 años
- Dar comida y agua a la mascota.
- Poner la mesa con servilletas, platos y cubiertos.
- Ayudar a llenar la lavadora de ropa.
De los 4 a los 5 años
- Vestirse solos y sin ayuda.
- Hacer su cama de forma sencilla.
- Guardar juguetes y libros en su lugar.
De los 5 a los 6 años
- Servirse un vaso de leche sin ayuda.
- Ayudar a limpiar la mesa.
- Pedir su propia comida cuando salen a comer fuera.
De los 6 a los 7 años
- Sacar la basura.
- Colocar los platos en el lavavajillas.
- Rastrillar hojas o quitar nieve con una pala pequeña.
De los 7 a los 8 años
- Limpiar el polvo de la casa.
- Seguir su rutina de baño sin supervisión.
- Preparar su propio almuerzo para la escuela.
De los 8 a los 9 años
- Pasar la aspiradora.
- Bañar al perro y alimentarle.
- Elegir y preparar su ropa para el día siguiente.
De los 9 a los 10 años
- Iniciar tareas sencillas de cocina.
- Limpiar lavabos y bañeras.
- Leer cuentos a sus hermanos menores.
De los 10 a los 11 años
- Quedarse solo/a en casa durante cortos periodos.
- Pasear al perro de un vecino.
- Cortar el césped con supervisión.
De los 11 a los 12 años
- Cuidar a los hijos de familiares o vecinos por ratos breves.
- Trabajar como voluntario en actividades comunitarias.
- Lavar, doblar su propia ropa y guardarla en el armario.
Cómo conseguir que los niños sean responsables en casa
Cada niño es único y su capacidad para asumir responsabilidades varía. No todos los niños desarrollan habilidades al mismo ritmo, por lo que es importante adaptar las tareas a la capacidad de cada uno. Si bien hay una guía general, los padres deben observar qué es capaz de hacer su hijo y adaptar las tareas en consecuencia.
Una lista visible en la cocina o en el dormitorio del niño ayudará a que visualicen sus responsabilidades y las marquen a medida que las completen. Tranquilo/a. Al principio es normal que los niños se resistan a las tareas, pero no hay que sentirse culpables por insistir. El trabajo en casa les aporta estructura y sentido de la contribución familiar.
Después, cuando un niño cumple con su tarea, se le puede reforzar con elogios o beneficios tangibles. Por ejemplo, si su responsabilidad es alimentar a la mascota, habla sobre cómo hacerlo servirá para que vuestro perrito o gato se mantenga sano y feliz. Permite también siempre que el niño elija entre varias tareas para que aumente su motivación y pueda decidir cuál prefiere realizar o en qué orden completarlas.
Eso sí, las tareas deben tener instrucciones específicas en todo momento, con respecto a qué debe hacerse, cómo hacerlo y en qué tiempo. Esto evitará confusión y permitirá que los niños sepan exactamente lo que se espera de ellos. Enseñar a los niños a ser responsables desde pequeños es un regalo que les preparará para la vida adulta. Con una planificación adecuada, paciencia y refuerzos positivos, cualquier padre o educador podrá ayudar a que los niños desarrollen hábitos responsables que les sirvan a lo largo de su vida.