Algunas de estas habilidades para la vida se pueden empezar a enseñar desde muy temprana edad, tan pronto como aprendan a caminar. Os ponemos un listado de algunas de las más importantes:
Sueño saludable
Los bebés establecen sus propios horarios de sueño de manera individual, y en esta etapa no es recomendable cambiarles su propio ritmo natural. Cuando el bebé vaya a hacer un año, es el momento ideal de entrar en un ciclo en el que tenga que dormir por lo menos 10 u 11 horas diarias. Para conseguirlo se necesitará mucha paciencia y persistencia, no hay que desanimarse si al principio no sale todo a la perfección. Solo mantenga al bebé en la cama, acariciando su espalda o su cabecita hasta que se calme y empiece a dormirse.
Ser constante suele ser de gran importancia para adquirir este hábito y cualquier otro.
Clases de natación
Sin lugar a dudas es buenísimo y muy recomendable enseñar a los niños a nadar: es una habilidad de supervivencia que hay que aprender y que le será útil incluso en casos de emergencia. Pueden comenzar a una edad temprana, familiarizándose con el agua para que pierdan el miedo y se sientan cómodos en el agua.
Cuando el niño cumpla un año y medio o dos años, puede iniciar las primeras clases de natación en las que aprenderá a flotar y a deslizarse sobre la superficie. Puede darnos un poco de miedo al principio, pero no hay que preocuparse ya que habrá profesionales cualificados que estén con los niños y sepan hasta dónde se puede trabajar.
Cocinar en casa
El niño puede dedicarse a hacer tareas simples, como por ejemplo, hacer masa de galletas en un recipiente y después recortarla utilizando moldes de plástico (por supuesto, bajo la supervisión de los padres). Finalmente, pueden decorarlas con sirope de fresa o chocolate, por ejemplo.
Con dos años, los niños ya pueden empezar a ayudar en la cocina un poquito más. Puedes pedirles ayuda para hacer sándwiches, bocadillos, o darle los ingredientes para hacer cualquier receta sencilla siempre bajo supervisión.
Aprender a montar en bicicleta
Cuando se inicia el aprendizaje para montar en bicicleta, siempre es recomendable usar unas ruedas laterales de seguridad, aunque hoy en día se puede empezar de manera más sencilla usando bicicletas especiales sin pedales con las que los niños siempre tienen los pies en contacto con el suelo para evitar caídas.
A aprender a montar en bicicleta se puede comenzar a cualquier edad, aunque la ideal sería entre los dos y los tres años, ya que es el momento en el cual el niño desarrolla la capacidad de conocimiento y empieza a entender lo que hace y cómo. Poco a poco aprenderá a controlar el recorrido y el equilibrio de la bicicleta y se sentirá realizado y muy feliz.
No tenemos que olvidar que debemos ser pacientes en todo momento para no estresar a nuestros peques. Con el paso del tiempo el niño tendrá seguridad y habrá encontrado el equilibrio necesario para salir adelante en su bici. ¡No desesperes!
Cepillarse los dientes solo
Creemos que es fácil, pero para un niño pequeño esta acción puede parecer complicada y confusa. Debemos comenzar a cepillar los dientes de nuestros hijos desde la aparición del primer diente, pero en esta primera etapa de sus vidas deberían hacerlo siempre bajo supervisión para no correr riesgos innecesarios. En torno a los 5 o 6 años ya podremos comenzar a darles más autonomía para que lo hagan solos. Deberemos dejarles a mano siempre sus cepillos y su pasta de dientes en un espacio idóneo en el baño donde puedan llegar sin problemas. Servirles de ejemplo será fundamental para que poco a poco lo vayan haciendo con mayor corrección.
Atarse los cordones de las zapatillas
Atarse los cordones de los zapatos es un acto que para los adultos puede resultar muy sencillo, pero que a ojos de los niños es un auténtico galimatías. A todos nosotros nos enseñaron a atarnos los cordones nuestros padres, abuelos, hermanos o profesores, y no existe un único método. Podemos buscar recursos para que resulte más atractivo y sencillo, como el emplear una botella de plástico a la que, simplemente, deberemos poner los cordones alrededor y usar el truco que más no guste para que el niño lo recuerde después al anudar.
Enseñarles a atarse los cordones de forma efectiva se puede hacer ya con 3 o 4 años y en ningún caso debemos presionar al niño si no le sale bien, podrán intentarlo de nuevo en otra ocasión.
Aprender el valor del dinero
A partir de los 6 años, aproximadamente, debemos comenzar a hablar a los niños sobre el dinero, sobre lo que necesitan y lo que quieren. Puede resultar muy práctico y educativo que vayan conociendo el valor de las cosas que tanto desean, como lo que valen unas chuches, o incluso podemos animarles a que entreguen ellos el dinero al panadero a la hora de ir a comprar el pan, ya que se sentirán muy especiales y verán que cuentas con ellos.
Pero con respecto al tema del dinero, siempre es importante que sepan que aunque compremos cosas con él, no es una de las cosas que nos aportan felicidad ni importancia en la vida. ¡No lo olvides!
Ayudar a lavar la ropa
Por supuesto los niños pequeños no podrán utilizar la lavadora y la secadora en este proceso, pero sí pueden ayudar a meter ropa sucia dentro o sacar la ropa limpia una vez que haya terminado la lavadora. Si quieres que más adelante aprendan también a ponerla, en torno a los 10 años, por ejemplo, veles enseñando el proceso y cuando estés seguro/a de que lo han comprendido déjales practicar de forma autónoma.
Utilizar el transporte público
La mayoría de los padres tienen miedo a la utilización del transporte público, pero si se les enseña a los niños a encontrar su camino de vuelta a casa y a ser capaces de llegar a su destino no hay por qué preocuparse. Pueden comenzar a utilizar de manera independiente el transporte público entre los 10 y los 13 años, dependiendo de cada niño en particular y de la decisión de sus progenitores. Si, por ejemplo, el niño requiere de coger el autobús para ir al colegio, debemos hacer varias veces el recorrido con él para que vaya aprendiendo el trayecto y las paradas que hay. Desarrollar el sentido de la orientación y de la responsabilidad es fundamental en este sentido.
Conocer su dirección y número de teléfono
Es importante que el niño se acuerde de su dirección y del número de teléfono familiar. Esto siempre será de gran importancia si se pierde o no puede encontrar el camino a casa.
Podemos utilizar además una pequeña pulsera donde esté impresa la dirección y el teléfono para casos de emergencia, como se hace en muchos sitios en verano en los días de aglomeraciones y/o playa.
28 noviembre, 2021
Me encantó la publicación, simple y concisa. Gracias.