Cómo motivar a los estudiantes en su camino hacia la lectura

Motivar a los niños para que aprendan a leer solos es despertar también su interés y su nivel de curiosidad. Así, por ejemplo, leer historias emocionantes les ayuda a asociar la lectura con el placer. Por eso, cuando los maestros comparten con sus alumnos historias de misterio, de emociones o de fantasías, crean una comunidad en la que todos permanecen unidos por un mismo fin y las relaciones mutuas se fortalecen. Además, cuando los niños escuchan lecturas de sus maestros, también aprenden otras cosas de vital importancia, como la estructura que conforma los cuentos y las historias, una mayor capacidad de atención, o nuevos conocimientos y nociones de gramática, vocabulario y ortografía.

 

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Los maestros pueden comenzar a motivar el interés y la práctica de la lectura en clase también con libros de no ficción, que muestren formas entretenidas de presentar determinados conceptos de ciencias, de matemáticas o de estudios sociales, y luego pasar a textos más difíciles. Otra actividad interesante a realizar puede ser la de elaborar  un diccionario de imágenes en casa (con recortes, dibujos o lo que se le ocurra a cada alumno) que acompañe cada historia leída en el aula, lo que también puede ser útil para averiguar si se han comprendido las lecturas. Involucrar a los estudiantes en trabajos didácticos y dinámicas entretenidas refuerza su curiosidad y sus habilidades cognitivas, así como su interés por la participación y la superación personal. ¿Qué tal hacer que elaboren cómics basados en historias de siempre?

Otro método que los maestros pueden usar con las lecturas en voz alta es el de hacer una pausa cada cierto tiempo para que durante la misma los estudiantes se emparejen y discutan sobre lo escuchado. Cuando los niños participan de esta manera practican sus habilidades de escucha, pensamiento y habla, fundamentales para la comunicación y para el aprendizaje, y también prestan más atención a lo que se lee con el fin de poder hablar y participar en la dinámica cuando llegue el momento. Leerles en voz alta a los niños, en cualquier caso, y aunque sea por poco tiempo cada día, ayudará siempre a mejorar sus habilidades lingüísticas, así como su amor por la literatura y el aprendizaje.

 

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Otras ideas para mejorar el interés y el nivel de lectura de los niños

  • Elegir historias que tú hayas leído y con las que hayas disfrutado, ya que esto transmitirá el entusiasmo a los alumnos.
  • Leer muchos libros de distintos estilos y practicar la lectura en voz alta para aprender a modular bien y a proyectar adecuadamente la voz.
  • Elegir libros coloridos que sean lo suficientemente grandes como para que lo vean los niños bien desde la clase.
  • Leer algunas historias repitiendo alguna frase, añadiendo partes nuevas o invitando a los niños a completar.
  • Elegir un área de la clase o de la habitación que sea tranquila y cómoda, para que los niños no sientan que están trabajando. Los rincones de lectura suelen ser un buen recurso.
  • Sentarse o colocarse a una altura superior de la de los alumnos, para que puedan ver y escuchar sin problemas.
  • Ayudar a los niños a calmarse antes de comenzar la actividad, guiándoles con juegos o canciones relajantes.
  • Realizar preguntas que despierten el interés de los más pequeños durante y después de la lectura.
  • Mover el libro elegido de un lado a otro para que los niños puedan ver bien las ilustraciones.
  • Dejar que las expresiones faciales reflejen también las emociones de los personajes.
  • Usar voces de personajes y leer con mucha expresividad y entusiasmo.
  • Seguir la lectura a un ritmo pausado para que los niños puedan entenderla pero no tanto como para que se dispersen.
  • Añadir creatividad a las dinámicas de lectura en el aula con otros elementos, como los títeres.
  • Aceptar todos los comentarios o preguntas de los niños a menos que interrumpan el flujo de la historia.
  • Dé tiempo para revisar la historia y / o haga que los niños la representen.
  • Seleccionar libros que sean apropiados para el nivel emocional, social e intelectual de los estudiantes.
  • Elegir algunos libros o historias relacionados con el plan de estudios o con diferentes estilos de escritura, culturas, etc.
  • Después de leer un capítulo, si los estudiantes parecen desinteresados, elegir un libro diferente.
  • Leer libros interesantes al final del día como recompensa para los estudiantes que trabajan duro.

 

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Los maestros son un poderoso modelo a seguir para los niños y para desarrollar su interés por la lectura, por lo que si cada maestro o profesor demuestra cada día su amor y su entusiasmo por la lectura, es muy probable que los niños se sientan atraídos y motivados, incorporando su rutina diaria escolar de lectura en voz alta a su día a día, como método de entretenimiento, de alegría y de relajación.

 

Autor: Almudena Orellana

Cofundadora del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, escritora creativa y redactora jefe. Leer más

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