La etapa infantil juega un papel sumamente importante en el desarrollo de todo ser humano, pues muchas son las habilidades y destrezas que se adquieren en los primeros años de toda persona. Y, entre dichas habilidades, recortar es una de las que más beneficios ofrecerán a los más pequeños.
Y es que, aunque pueda parecer que aprender a recortar es una actividad sencilla, la realidad es que es una tarea bastante compleja para los niños, motivo por el cual es necesaria la supervisión de un adulto para comenzar su práctica. No obstante, a pesar de la complejidad que tiene, no cabe duda de que recortar también es una tarea que les divierte mucho y que les permitirá desarrollar distintas destrezas muy útiles en el futuro.
Pero, ¿cuáles son otros motivos de aprender a recortar? El uso de las tijeras permite a los niños pequeños estimular muchas habilidades importantes para un desarrollo adecuado, especialmente para fortalecer la motricidad fina, para lograr una mejor coordinación de dedos, manos y ojos, lo que se traduce, finalmente, en un mayor dominio de las destrezas manuales.
¿A qué edad es recomendable enseñar a los niños a recortar?
En primer lugar, es necesario comentar que es importante entender que cada niño tiene que aprender a su propio ritmo, no obstante, por lo general se recomienda que los tres años sea la edad idónea para que los más pequeños comiencen a alcanzar el desarrollo de habilidades manuales como recortar.
Ahora bien, en los primeros años, antes de comenzar con el uso de las tijeras, es bueno dejar que experimenten la técnica de rasgado con sus propias manos, lo que contribuirá muy acertadamente al nuevo desafío que enfrentarán al aprender a recortar.
Beneficios de aprender a recortar desde pequeños
Los beneficios de que los niños aprendan a recortar parten de un objetivo primordial: el fortalecimiento de la motricidad fina, la cual es considerada una de las habilidades de más valor para el desarrollo de los niños, pues es aquello que tiene que ver con la coordinación de las extremidades superiores, siendo esenciales para desarrollar la capacidad de agarrar y utilizar distintos objetos.
De tal forma que, de esta estimulación de la motricidad fina, surgirán después los siguientes beneficios:
- Mejor coordinación mano-ojo
El sentido de la vista es necesario al momento de recortar, lo que permite que los niños mejoren su coordinación entre el cerebro y la mano, debido al procesamiento de información y transmisión que se produce para que las manos puedan ejecutar la acción de recortar con mejor precisión.
- Práctica y coordinación bilateral
Esta actividad requiere de coordinación de ambas manos, por ejemplo, al recortar la figura de un círculo con una de las manos, será necesario utilizar la otra para girar el papel.
- Desarrollo de los músculos de las manos
Para recortar es preciso abrir y cerrar las tijeras, lo que representa un excelente ejercicio para la estimulación de los músculos de la mano que, a su vez, permitirá que el niño tenga mejor capacidad para sujetar objetos e incluso atar los cordones de sus zapatos.
- Mejora en la manipulación de objetos
Indudablemente, recortar es una de las mejores estrategias que existen para ayudar al desarrollo y a la coordinación de la motricidad fina, pues con dicha actividad se estimulan las destrezas manipulativas, lo que provoca un mejor agarre de utensilios y herramientas, desde una taza o un balón de fútbol hasta un cuaderno, entre muchos otros.
Recomendaciones para enseñar a los niños a recortar
Evalúa ahora si los niños hacen uso de ambas manos para realizar tareas sencillas, si saben cómo utilizar utensilios como la cuchara o el tenedor, o si ya separan con los dedos. Si cumplen con estos aspectos estarán listos para iniciarse en el uso de las tijeras.
También debes saber que existen tijeras que proporcionan mayor seguridad a la hora de enseñar a los niños a utilizarlas, como por ejemplo las de plástico y sin filo, que son ideales para los peques. ¡Incluso existen tijeras especiales para zurdos! O que existen ciertos trucos para enseñar a utilizar las tijeras, como colocar el dedo pulgar dentro de uno de los orificios, el índice encima de la guía y el dedo corazón junto al anular en el otro orificio de la tijera.
Después se puede comenzar con recortes libres y semirrectos, sin prisas, pues más adelante se puede continuar con el recorte de figuras más complejas, como los círculos con puntitos, para que puedan servirles de guía y de trampolín hacia piezas más complejas.
Lo importante, en definitiva, es estimular a los más pequeños y enseñarles y guiarles en este camino hacia el uso de las tijeras, siempre vigilando que no se hagan daño y no presionándolos, pues el tiempo de aprendizaje no es igual para todos los niños y a unos les costará más que a otros. ¿La clave? Practicar mucho llegado el momento, pero con toda la paciencia y el apoyo necesarios por nuestra parte.