8 trucos para que los niños no estudien de memoria

Lo importante no es memorizar sino entender, comprender lo que estudiamos y enseñar a los niños a que lo hagan.

Estudiar de memoria es aburrido y nada útil. Al terminar el examen difícilmente recordarán lo que han aprendido. Tan importante para esto es el ambiente como la disposición. A continuación te damos unos consejos que te servirán para que tu hijo aprenda recordando lo que estudia:

 

Dormir muy bien y comer sano

El primer consejo para aprender  de manera eficaz es descansar las horas necesarias según la edad. Un niño no puede estar receptivo y espabilado para empaparse de nuevos conceptos si no duerme correctamente. Así que acostarse a la misma hora todos los días y pronto es lo principal.

Por otro lado una dieta variada y rica en fruta, verdura, cereales, carne y pescado es básica para su desarrollo tanto físico como mental. Intentar que tenga un horario de comidas y evitar azúcares y grasas en exceso.

Aprender como diversión

Si conseguimos que nuestros hijos vean el aprendizaje como un descubrimiento fantástico en vez de cómo una obligación tenemos mucho ganado. El sistema a veces no es el ideal (saturación de niños, rutina, maestros sin motivación) y los va aburriendo según crecen. Podemos desde casa poner nuestro granito de arena contagiándoles el entusiasmo por aprender desde pequeños.

Recurrir a los cuadernos

Plasmar en papel lo que se está aprendiendo, ya sea escribiendo, haciendo listas, dibujando personajes, relacionando conceptos, usando esquemas sencillos para recordar y asimilar de forma efectiva.

Seguir un hábito

Si se repasa a diario lo visto en la escuela se consigue retener la información con más facilidad evitando “atracones” de última hora. Los conceptos se van afianzando día a día y se comprenden mucho mejor. Y si algo no se ha entendido bien es el momento de reforzarlo antes de que se vean datos más avanzados y se acumulen las dudas.

Tener un espacio exclusivo

Si es posible dedicar un espacio cómodo, ventilado y tranquilo al estudio, en donde no se haga otra actividad ni se relacione con otra cosa, para que se concentre exclusivamente en estudiar.

Explicar lo aprendido

Pídele a tu hijo que te cuente lo que ha estudiado, que se explique con sus propias palabras. Primero le costará pero irá asimilando y organizando su pensamiento. Hacer una historia de la lección le ayudará a recordarlo sin dificultad.

Desconectar

Conviene que el niño comience a estudiar relajado y a los 40 min se tome un descanso para despejarse. Caminar, tomar el aire, bailar, reírse, jugar a algo durante 10 minutos y recomenzar la tarea con más ánimo y ganas.

Usar técnicas de asociación

Enseñarle a relacionar a través del juego los datos que más le cuesten. Por ejemplo, escenificar historias con sus muñecos o practicar matemáticas con chapas. Cualquier manera de vincular el juego con el estudio sirve para que el niño lo disfrute y lo memorice sin esfuerzo.

Autor: Carolina Cuello

Escribo desde siempre, por trabajo y por placer. Creo que la palabra escrita puede cambiar el interior de las personas y es en lo que pienso cuando redacto un nuevo artículo. Más información

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2 Comentarios

  1. Gracias por sus enseñanzas siempre las pongo en practica.

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