El sueño es imprescindible para la vida; dormir bien trae tranquilidad y aumenta las energías del cuerpo después de un día agotador; ayuda al buen funcionamiento del organismo y facilita la adquisición de nuevos aprendizajes. El mal hábito del sueño imposibilita al niño fijar su atención y concentración, lo cual trae consigo irritabilidad, agresión, y poca disposición a los hábitos escolares.
Según investigaciones recientes del Dr. Quach, junto a sus colegas de investigación de Murdoch Childrens Research Institute y la universidad de Nueva Inglaterra, se evaluaron 3600 niños en Australia. Los estudios analizaron los estilos de vida y los patrones de sueño de los niños menores de 9 años. Los resultados demostraron según sus padres y madres que los niños que se iban a la cama temprano habían mejorado su salud mental y emocional; mucho más de lo que informaban el otro grupo control de niños que se iban a la cama después de las 20hs
Todo esto demuestra que los hábitos del sueño son la base para adquirir una vida saludable, y que los patrones aprendidos por nuestros hijos, los llevarán a ser niños sanos física y mentalmente.
5 Maneras de crear hábitos de sueño a nuestros niños
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No le acuestes muy tarde
Acuéstalo temprano todos los días y a la misma hora siempre. Léele un cuento que lo lleve a imaginar, nunca lo duermas viendo la tele, esto le causará inquietud en el momento de dormir y tardará más en quedarse dormido. Hazle la rutina de ciertas actividades de manera repetida, tales como hacer que tome el baño, se ponga el pijama y zapatillas, lave sus dientes, hacer pis… esto proporcionará al niño comodidad y seguridad.
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Despierta hijo, despierta
Levántalo temprano todos los días. El tener el hábito de levantarse a las primeras horas le proporcionará mayor cansancio y agotamiento en el día, lo cual le ayudará a quedarse dormido a la hora indicada.
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Crea un clima de confort en la habitación, para un dormir relajado
Evita las distracciones sonoras como el ruido y la luz incandescente. Para los niños que no les gusta la oscuridad se le puede dejar encendida una lámpara con luz tenue que le permita dormir. También toma en cuenta la cama dónde duerme el niño, pues las sábanas y cobijas para su descanso deben ser suaves y livianas.
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Acompáñalo mientras se duerme, así le brindarás seguridad
Dormir al niño a la misma hora en compañía de los padres, le brinda seguridad y tranquilidad. Abrázalo, dale un beso de buenas noches, ora con él, háblale suave, cuéntale un cuento. Mientras los niños se sientan protegidos van a tomar un descanso relajado y tranquilo.
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Que nunca falte la siesta
Los niños pequeños, durante el día, deben tomar su siesta y hacerlas rutina. Para que los niños hagan su rutina debemos hacer el hábito igual como si se durmiera de noche. Puede que el niño se resista a dormir, sin embargo, hay que hacer poco a poco su hábito sobre todo en niños de edad preescolar. Si el niño se resiste, igual hay que llevarlo a la habitación y no importa si el niño se queda jugando en los primeros intentos, lo importante es ir haciéndolo habitual.
Los niños, aprenden los hábitos rápidamente, y el cambio de conducta también se hace notable, cuando el niño se siente con energía, saludable, alegre responderá de manera segura y se abrirán los canales sensoperceptivos para el aprendizaje. ¡Manos a la obra!
11 abril, 2018
Muy buen material e información para saber enfrentar situaciones con nuestros hijos e hijas