Tener un bebé es parte de un tiempo alegre y feliz, pero no todo es así, ya que durante el primer año también se puede ver un aumento de los conflictos entre los padres. Al menos el 92% de las parejas con hijos comenta que los conflictos entre ellos se vieron aumentados durante esa etapa. Una cifra que a priori puede resultar sorprendente, pero que no lo es tanto cuando profundizamos en las razones que producen el aumento de desacuerdos surgidos como consecuencia de ese gran cambio familiar.
Durante esta etapa los nuevos padres están privados de sueño, estresados y agotados. Hay una curva de aprendizaje empinada, con nuevas funciones a las que adaptarse y con las que convivir. Hay menos tiempo para hablar de las cosas de siempre y menos oportunidades para el alivio del estrés. Todos estos factores pueden combinarse produciendo un cortocircuito que puede conducir a situaciones de conflicto en el hogar.
El efecto negativo en los niños
Hay que tener claro que los conflictos entre los padres puede tener un efecto negativo en los niños. Los bebés y niños pequeños tienden a ser más exigentes y más difíciles de controlar cuando se encuentran en un ambiente tenso o inestable, por lo que suelen reaccionar adoptando un comportamiento negativo que puede llevar a los padres a culparse el uno al otro. Cuando esto ocurre es importante evaluar las formas en las que como padres y como pareja se gestionan los conflictos, y tratar de adoptar algunas actitudes y habilidades nuevas para mejorar la situación.
Consejos para eliminar la conflictividad
- En primer lugar recuerda que no estás solo, tu pareja está contigo y te apoya. El aumento de los conflictos no significa que haya nada malo en la relación. Tómate un tiempo para relajarte y no culpes de tu cansancio al otro.
- Aprende de esta etapa y permite que tu pareja también aprenda. Elimina el agobio y trabaja la empatía. Los errores se comprenden y se perdonan.
- No hagas trincheras y aprende a negociar. Recuerda que esta es una gran habilidad que trasmitirás a tus hijos.
- Mantén las cosas en perspectiva. Muchos de los problemas que crean desacuerdos son temporales. Los periodos inestables, como la dentición, las comidas, las rutinas del sueño…, son etapas que pasarán dando paso a otras nuevas. No enfoques tu energía en estos problemas y céntrate en la gestión de tus reacciones con los demás.
- Sé proactivo/a y no hagas que los detalles se conviertan en un problema. No esperes que tu pareja haga algo o no lo haga, di lo que piensas y escucha también sus puntos de vista.
- No caigas en los gritos, el mejor enfoque y tono de una conversación debe ser normal y directo. Elije tus palabras con prudencia y céntrate en lo que quieres y no en lo que no. Cuando las discusiones se inician en voz baja tienen más posibilidades de tener resultados positivos. ¡Cuida tu tono de voz!
- Usa palabras cariñosas a la hora de comunicarte con tu pareja. No olvides que se trata de caminar juntos en equipo, y más en esta etapa tan bonita de la vida.
Seguir estos sencillos consejos puede ayudar a evitar desagradables conflictos en el hogar relajando no solo nuestro estado anímico y emocional, sino el ambiente de nuestra casa. Algo muy importante para todos los miembros de una familia, pues el estrés y el malestar terminan influyendo de forma negativa e inevitable hasta en el más pequeño de la misma.
30 mayo, 2017
Buenos días,quiero saber sobre el manejo de los miedos en niños y preadolescentes,como afrontarlo,tecnicas de manejo,como pueden los padres ayudar,gracias.