De mayor quiero ser fuerte e independiente, no una princesa

Las niñas ya no quieren ser princesas en apuros, quieren ser fuertes e independientes como cualquiera, y es lógico, puesto que se trata de derechos fundamentales.

Afortunadamente, en la actualidad la sociedad cada vez avanza más en la ruptura de estereotipos, fomentando en niñas y niños el concepto de igualdad social y de oportunidades, y fomentando también dicha igualdad en otros formatos, como puede ser el del cine, el de los cuentos o el de las empresas jugueteras. Todos estos cambios han hecho que esa tradicional idea de la “princesa en apuros” ya no cale, o al menos no tanto como lo hacía antaño.

Todo esto demuestra que cualquier cambio a mejor no solo es posible, sino completamente necesario, y que los niños terminan asumiendo como normal lo que ven en la sociedad y el ejemplo de sus mayores y de sus grandes referentes.

En este sentido, ahora las niñas de mayores quieren ser fuertes, independientes e inteligentes, y en sus seños más profundos no se encuentra la rancia idea de prosperar gracias a la ayuda de ningún príncipe, sino al empuje y al arrojo de una misma.

 

No eduquemos a las niñas en base a la fantasía

A pesar de que en la actualidad las princesas modernas no son ya como en los antiguos cuentos, que mostraban siempre a doncellas en apuros rescatadas por príncipes o a mujeres que avanzaban gracias al matrimonio,  por lo general, cuando se llama a una niña o etiqueta como “princesa”, se está marcando un estereotipo de mujer débil y con limitaciones para enfrentar los desafíos que se presenten. Y esto es preocupante, pues ese mundo de fantasía que rodea a las princesas dista mucho de la realidad, lo que a la larga puede provocar sentimientos de frustración y angustia.

Esto no quiere decir que uno, como padre, madre o abuelo, haga mal en hablar cariñosamente a sus hijas, pero debemos siempre hacer entender a las más pequeñas de la casa que no hablamos de esas princesas de cuentos sin voluntad, obedientes o en busca de un caballero que las haga  feliz, sino de princesas fuertes, guerreras, sin miedo y capaces de todo.

 

niña jugando con barquito

 

La importancia de educar niñas valientes y autosuficientes

Como decíamos, este tipo de estereotipos pueden acarrear muchas consecuencias negativas. Por ejemplo, hay niñas que pueden llegar a asumir ese modelo de obediencia, de inferioridad, de sumisión, de falta de voluntad o de decisión, de apariencia…y olvidarse de sí mismas o crecer con una falta de autoestima que termine siendo perjudicial para el desarrollo de sus vidas.

Por otra parte, algunas niñas pueden crecer pensando que son superiores a los demás por ser “princesas”, convirtiéndose en mujeres caprichosas y mimadas que no sepan hacer nada por sí solas o que incluso se atrevan continuamente a desautorizar a sus padres aún en la infancia.

En cualquiera de  los casos, estos estereotipos caducos pueden terminar generando comportamientos indeseados, pues no educan en la confianza en uno mismo (interior y no exterior), ni en la motivación o en las ganas de hacer cosas importantes de verdad. Y es por eso por lo que hay que frenar estas actitudes y pensamientos desde el principio, haciendo entender a las niñas que son niñas valiosas por sí mismas y no por sus vestidos, por su belleza física o por sus pertenencias materiales.

Y sobre todo es importante que los más pequeños sepan, niños y niñas, que la vida no es un cuento de princesas ni príncipes, y que lo que es importante es las ganas que tengamos de superarnos y de vivir felices y libres.

 

Las princesas ahora son valientes, fuertes e independientes

Recurrir a los referentes femeninos de la historia es muy importante para avanzar en esta tarea de hacer efectiva la igualdad de derechos y de oportunidades, y esta visibilización está teniendo mucha fuerza en ese cambio de paradigmas infantiles femeninos. Las niñas no sueñan ya con castillos, sino con ser líderes, intrépidas y profesionales.

Aquel sueño de ser princesa ha quedado en el pasado, pues la sociedad se está adaptando a estos nuevos cambios, y lo solemos ver también en campañas educativas o de medios de comunicación. Estas campañas son importantes e inspiran y motivan a las pequeñas a ser lo que quieran ser, sin importar los estereotipos. No hay carreras fáciles ni difíciles, ni profesiones para chicos o chicas, puesto que el límite es las ganas de aprender y de avanzar que tengamos. Esas ganas de aprender y de avanzar siempre implicará baches y desafíos, y es ahí donde entra en valor la fuerza, pues si somos fuertes y resilientes no necesitaremos príncipes que nos saquen “las castañas del fuego”.

Por todo esto es esencial que desde pequeñas las niñas sepan lo valiosas y lo importantes que son, al margen de que podamos decir palabras cariñosas de vez en cuando, ¡o todos los días! Así mismo, es vital que comprendan que el amor no nos rescata o que las hadas madrinas no nos resuelven la vida, pues que la magia la creamos nosotras y nosotros mismos trabajando y luchando por nuestras metas y sueños.

 

niña jugando a la cuerda

 

De mayor quiero ser…libre y feliz

Dejando a un lado los estereotipos arcaicos y dañinos, lograremos que todas las niñas se desarrollen en plenitud y que fortalezcan sus habilidades y destrezas sin limitaciones de género o techos de cristal.

Las niñas, al igual que los niños, de mayores quieren enfrentar retos, arriesgarse, ser valientes, vencer sus miedos y no dejarse caer fácilmente. No quieren ser perfectas, pues lo único que en realidad quieren (aunque aún no sean conscientes) es ser felices. ¿O no es lo que desea todo el mundo?

Permitamos que nuestras hijas aprendan a buscar por ellas mismas las formas de cumplir con sus objetivos y que logren alcanzar el bienestar que anhelen.  Abogadas, periodistas, astronautas, bailarinas, administradoras, diseñadoras, policías…no hay barreras, pues el único fin de las personas es atravesar el camino con el mayor de los éxitos posibles. Por eso, darles la libertad de escoger su camino, es uno de los mejores regalos que a cualquier niño podremos brindar.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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