Pixar nos tiene acostumbrados al asombro en sus animaciones. Cada nuevo trabajo es más real y emotivo. Y Piper no es la excepción.
Suelen estrenar sus cortometrajes en pantalla grande precediendo a una película, tan maravillosa como sus pequeños filmes. En este caso la elegida fue “Buscando a Dory”. Los afortunados que vieron la secuela de “Buscando a Nemo” en cine tuvieron la gran suerte de apreciar los increíbles colores y mensajes que contiene Piper.
Esta bellísima historia, dirigida por Alan Barillaro y producida por Marc Sondheimer, se desarrolla en una playa y cuenta como una pequeña cría de andarríos o correlimos, un ave que se alimenta de pequeños moluscos que encuentra en la orilla del mar, comienza su aventura fuera del nido y lejos de la compañía de mamá.
La animación, insistimos, una vez más es insuperable, desde los granos de arena hasta el mar, todo es perfecto. Las expresiones de los personajes, las plumitas de Piper, las burbujas, todo es una obra de arte que se condensa en 6 minutos. Tan bien hecha que no necesita diálogo.
Piper se llama así por la traducción al inglés de su especie: sandpiper. Esta valiente criatura al principio no quiere salir de la comodidad de su nido donde le traen la comida sin arriesgar nada y sin peligros. Pero es su madre la que la empuja a ir hacia la orilla a buscarse la vida. A comenzar a valerse por sí misma buscando el alimento y así lograr sobrevivir.
Esto es lo más grande de la historia, que explica a la perfección como los padres deben entender que los hijos por ley de vida tienen que empezar a hacer las cosas por sí mismos. De hecho, hay que animarlos a que lo hagan, dándoles confianza, herramientas y un empujoncito si es necesario para que se suelten y vean de lo que son capaces. Y si se caen, que lo harán, estaremos cerca por si requieren de nuestra ayuda o apoyo. Pero sólo eso, darles el ánimo suficiente para que lo vuelvan a intentar hasta que lo consigan, demostrándoles lo orgullosos que estamos y brindándole los consejos que nos pidan.
La historia es perfecta para los padres sobreprotectores, igual así muchos entienden que un niño desarrolla el valor y el coraje, imprescindibles para una vida plena, sólo si tiene dificultades que resolver. También se incrementa el ingenio y la inteligencia, la capacidad de decisión y la resistencia. Así que si queremos hijos fuertes que no se rindan a la primera de cambio, independientes, responsables y perseverantes, tendremos que tomar ejemplo de este magnífico cortometraje y “soltar” a nuestros hijos a la vida. No pasa nada, te aseguramos que serán más felices y no dejarán de quererte, justamente todo lo contrario.