El ciberacoso o ciberbullying es una nueva práctica de burla o de daño que hace un acosador hacia otra persona a través de internet. Como todavía existen muchas dudas al respecto, en este artículo queremos hablar de esta lacra de nuestra sociedad desde el punto de vista de los acosadores y de las víctimas.
Porque, ¿qué es lo que ocurre cuando nos damos cuenta de que somos padres de un ciberacosador o de un niño que sufre ciberacoso? ¿Nos comportamos igual?
El papel de los padres de una víctima de ciberacoso
El saber que en la escuela están sucediendo estas prácticas o el observar un comportamiento extraño de nuestros hijos ante las redes sociales, son motivos suficientes para establecer fuertes canales de comunicación en casa. Si padres e hijos no tienen una relación de confianza, será muy difícil que los niños se atrevan a contárselo a sus padres. Les da vergüenza y a la vez miedo de la reacción que tengan, principalmente si ellos mismos son los que incumplieron alguna regla al usar internet o cometieron algún tipo de abuso.
Por eso es muy importante conseguir que, como padres, los hijos deseen y puedan comunicarse sin problemas, incentivando el crear charlas cotidianas y distendidas o sugiriendo que se hagan también en la escuela dirigidas por psicólogos externos o internos de la institución. Hablar con los maestros también es muy importante, pues ellos están más pendientes del día a día y de las relaciones sociales entre los niños. Además, si ya existen otros padres preocupados por el mismo asunto, el maestro seguro que habrá sido el primero en enterarse.
En casa también se debe cambiar la forma de comunicarse. El respeto, la confianza y el amor deben primar en todo momento para conseguirlo. La ayuda de un psicólogo privado puede ser una excelente idea si no se consigue un sistema de comunicación relajado, ya que el profesional podrá ayudar al niño a liberar tensión, miedo y la vergüenza que pueda generarle la situación.
El tiempo de uso de internet es otra medida que sería importante regular en casa. Las relaciones sociales cara a cara son muy importantes para la autoestima y el desarrollo de la inteligencia interpersonal. Motiva a tus hijos para que se interesen por hacer actividades extraescolares que ocupen su tiempo de forma más sana y natural.
El papel de los padres de un niño acosador
Si en tu caso te encuentras con que eres padre de un ciberacosador, es probable que pases primero por un proceso de negación, luego de rabia y finalmente de decepción y tristeza. Vive tus etapas sabiendo que esto es normal y no te enfrentes al niño hasta que estos picos de emociones hayan pasado.
Luego busca ayuda psicológica, porque es probable que tu hijo/a tenga problemas de empatía y de valores que de ninguna forma tienen por qué ser culpa tuya. Entender que hay fallos y que todos nos equivocamos es fundamental para avanzar y no estancarse ni victimizarse. De nada sirve culparse o creerse un mal padre o madre cuando esto sucede, lo importante es ser conscientes de que siempre estamos a tiempo de rectificar.
Mantente pendiente de las relaciones sociales de tus hijos, limita el uso de internet, permíteles desarrollar actividades deportivas o de ocio con otros niños que puedan ayudarles a desarrollar empatía, como el teatro. Jugar a disfrazarse puede hacer que piensen como otras personas distintas y eso ayudará al desarrollo de su empatía y a su relación con los otros. También ver películas con tus hijos sobre la temática del acoso y analizarlas puede ser una buena terapia de prevención y para tomar conciencia sobre esta terrible lacra que nos rodea.