Elimina estas 3 palabras de tu vocabulario para cambiar tu mundo

Como padres seguramente sepamos ya que la manera que tenemos de expresarnos o de hablar, muchas veces puede influir en el comportamiento de nuestros hijos.

Cambiar pequeños matices en nuestras frases, un gesto tan simple y sencillo, podría cambiar a la larga nuestra vida y nuestra forma de comunicarnos y expresarnos en familia.

Bernard Roth, profesor de ingeniería en Stanford y director académico de diseño en el Instituto Hasso Plattner, explica en uno de sus libros que, haciendo un pequeño cambio en las palabras, podemos conseguir más éxito.

Pero, ¿cuáles son las palabras que deberíamos cambiar de forma urgente y por qué?

 

  1. Cambiar ‘pero’ por ‘y’

Un pequeño ejemplo: “Me gustaría ir al parque con mi hijo, pero tengo mucho trabajo que hacer.” Pues en su lugar, Roth sugiere decir: ” Me gustaría ir al parque con mi hijo y tengo mucho trabajo que hacer.”

Cuando se utiliza la palabra “pero” a veces se crea un conflicto de que existe una razón para no hacerlo y podemos llegar a auto convencernos de ello. Sin embargo esto no es cierto, porque en el ejemplo que vemos ambas frases son compatibles, es decir, podemos ir al parque con nuestros hijos y terminar las otras cosas que tenemos que hacer, y la forma de lograrlo es tan sencilla como buscar soluciones y aprender a gestionar el tiempo.

Por el contrario, cuando se utiliza la palabra  “y”, nuestra mente empieza a procesar que ambas partes de la frase son posibles y perfectamente compatibles. De esta forma el ejemplo nos muestra cómo, efectivamente, cambiar determinadas formas de expresarnos en el día a día puede marcar la diferencia.

 

  1. Cambiar ‘tener que’ por ‘querer’

La próxima vez que digas “tengo que” prueba a cambiarlo por “quiero”. Este ejercicio es de gran utilidad para abrir la mente, ya que gracias a él podremos darnos cuenta de por qué hacemos ciertos actos rutinarios o incluso ciertas cosas que no nos gustan. La respuesta casi siempre es porque nosotros mismos lo hemos elegido así.

Uno de los ejemplos que pone Roth en su libro trata sobre uno de sus estudiantes. Este alumno, en sus estudios de carrera, tenía varias asignaturas de matemáticas, algo que no le gustaba y se le hacía muy cuesta arriba, pero tenía que matricularse en ellas si quería finalizar sus estudios.

Una vez que aprobó aquellas asignaturas pudo darse cuenta de que el beneficio de superarlo había sido mucho mayor que el fastidio y el enfado que le había generado el enfrentarse a ello.

Esta forma de pensar se basa en un componente clave en la  estrategia de resolución de problemas llamada pensamiento de diseño. Cuando se emplea esta estrategia desafiamos nuestro pensamiento automático y empezamos a ver las cosas como realmente son, dándonos cuenta de que un problema no siempre es tan complicado como parece y de que tenemos más control sobre nuestra vida de lo que creíamos.

 

  1. Cambiar el ‘no puedo’ por ‘puedo’

Cuando decimos que “no podemos” hacer algo, realmente no es así. Por ejemplo, alguien que dice que no puede nadar, está introduciendo en su mente la imposibilidad hacia sí mismo con respecto a su capacidad física. Pero esto, por supuesto, no es cierto. Todas las personas pueden aprender a nadar pero para ello deben comenzar cambiando el “no puedo” por el “puedo”.

Una vez hecho este paso,  la persona se da cuenta de que su incapacidad para nadar es solo una de las opciones que puede tomar y que no está relacionada de forma real con una imposibilidad física.

 

En definitiva, el lenguaje puede cambiar nuestro mundo y pequeños gestos por nuestra parte pueden hacer que ese mundo sea mucho más bonito y amable, tanto para nosotros como para los que están a nuestro alrededor. Por eso es tan importante que como padres nos planteemos este tipo de pequeños gestos y cambios ya que, al ser el ejemplo más directo de nuestros hijos, a la larga les enseñaremos a comprender que el cielo es el límite para ellos si de verdad lo quieren.

Autor: Jesús Falcón

Cofundador del Proyecto educativo Bosque de Fantasías, programador y desarrollador por excelencia, dedicado al mundo educativo y a su evolución.

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