La Navidad es esa época del año que nos llena de luces, villancicos y buen rollo, pero también puede traer un montón de estrés y compras sin fin. Sin darnos cuenta, a veces metemos a los peques en una montaña rusa de actividades, sin parar un segundo, olvidando lo más importante: conectar con ellos, disfrutar y vivir el momento. Aquí es donde la filosofía Montessori nos viene de perlas, enseñándonos a darle un toque más auténtico a las fiestas, para que los niños realmente entiendan lo que significa la Navidad.
Ideas para celebrar una Navidad Montessori
Para los más peques
Si tienes un bebé o un niño pequeñito, lo mejor es crear un ambiente tranquilo y mantener sus rutinas. Sabemos que las fiestas son para disfrutar, pero los más chiquitines necesitan sus horarios de comida y sueño para sentirse seguros. En lugar de abrumarlos con luces que parpadean por todos lados o decoraciones que se salen de control, mejor crea un espacio relajado donde puedan explorar con calma. Unas luces suaves, adornos blanditos que puedan tocar o incluso un rincón con ramas de pino para que puedan oler y tocar. ¡La magia está en lo simple!
Niños de dos años en adelante
Cuando los niños tienen dos años o más, empiezan a querer ser más independientes y participar en todo. ¿Por qué no hacerles parte de la decoración navideña? Que pinten dibujos, hagan adornos con masa de sal o ayuden a decorar el árbol con lo que les apetezca. Cantar villancicos todos juntos o salir a pasear a ver las luces del barrio también les va a encantar. Y si hay suerte y hay nieve, ¡un buen rato al aire libre puede ser lo mejor de todo!
Niños mayores
Cuando ya son un poco más grandes, podemos ir un paso más allá y hablarles sobre lo que realmente significa la Navidad. Contarles cómo se celebra en otros países o culturas les abre los ojos. Es una buena ocasión para contarles historias sobre las tradiciones navideñas o explicarles el origen de símbolos como el árbol o la estrella. Además, podemos aprovechar para enseñarles el valor de compartir. Que ayuden a preparar regalos para los más necesitados o que participen en alguna actividad solidaria. Así, aprenden que la Navidad no es solo recibir, sino también dar con el corazón.
Una filosofía para disfrutar y aprender
Por algo este método de enseñanza es tan efectivo, ya que incluye un acercamiento integral a su educación. La Navidad Montessori no se trata solo de enseñarles cosas, sino de aprender de ellos también. Observemos cómo se maravillan con lo más sencillo, como las luces del árbol o el olor de las galletas recién hechas. Los niños nos recuerdan que la verdadera magia de la Navidad está en esos pequeños momentos, no en las cosas materiales.
Así que, esta Navidad, haz una pausa. Escucha, abraza y celebra junto a tus hijos, dejando que sean ellos los que te guíen a lo más esencial, que es vivir la Navidad con amor y autenticidad.