Por qué los padres helicóptero pueden hacer daño a sus hijos

Publicado por Almudena Orellana en Ago 9, 2023 | 2 comentarios

Los padres casi siempre son un referente para sus hijos, enseñándoles lo mejor y ayudándoles a caminar por un mundo que, tarde o temprano, deberán recorrer solos. Desde luego, poder contar con esa compañía y con esa estimable ayuda siempre es una suerte, pues recibir cariño incondicional o los mejores consejos es algo que no tiene precio, pero lo cierto es que la realidad siempre es algo más compleja de lo que a priori imaginamos y criar a los hijos no siempre es fácil, aunque pensemos que siempre damos lo mejor de nosotros mismos.

Y esto es lo que pasa cuando los padres, en su afán de proteger y de cuidar sin medida, sobrevuelan demasiado por encima de esa libertad de movimiento y pequeña autonomía con la que tienen que contar los niños para desarrollarse adecuadamente. Cuando esto ocurre, es decir, cuando un padre o una madre tienden a impedir continuamente la iniciativa de sus hijos y a vigilar cada paso que dan, es a lo que se denomina “padres helicópteros”.

Criar hijos es aprender a soltar el lastre

Cuidar y estar pendiente de un bebé o un niño pequeño es algo lógico e instintivo, sobre todo porque necesitan nuestra atención y protección al nacer vulnerables e indefensos. De este modo, cuando los peques van creciendo, lo natural sería soltar cuerda e irse alejando poco a poco para que ellos puedan ir desarrollando su autonomía, esa misma que debemos ir inculcando a diario mientras les enseñamos y dejamos que vayan haciendo las cosas por su cuenta, aunque al principio les cueste. Y es que, solo así aprenderán y se sentirán capaces de enfrentarse al mundo, pues tarde o temprano tendrá que vivirlo solos.

Sin embargo, hay padres que, ya sea por motivos emocionales, psicológicos o por algún suceso traumático que hayan sufrido, van contra natura incrementando sus niveles de protección. Pero, ¿en qué podemos ver esto? Pues en la forma en que dichos padres se anticipan a desgracias imaginarias que podrían suceder, impidiendo en consecuencia que sus hijos experimenten como deberían y no dejando que aprendan solos de sus errores. Porque, esa experimentación por la que todo niño debería pasar, implica  tropezar y volver a levantarse, pues esto es parte esencial del desarrollo.

Los padres helicóptero pueden herir gravemente a sus hijos

Lamentablemente, los padres helicóptero ven normal el hecho de entrometerse en la vida de sus hijos, pero no solo cuando son pequeños, porque este tipo de actitud puede llegar a prolongarse hasta la adolescencia o incluso hasta la edad adulta, y dicha forma de actuar perjudica seriamente el desarrollo y el derecho a la libertad de todo niño.

Pero no solo eso, pues las consecuencias a largo plazo de este tipo de crianza sobreprotectora pueden llegar a ser verdaderamente perjudiciales, dejando heridas que tardarán en cicatrizar o que no lo harán nunca, especialmente relacionadas con la capacidad de socialización, el poder de decisión o la autoestima y la seguridad en uno mismo. En cualquier caso, es importante señalar que los padres helicóptero no actúan así a propósito ni son malintencionados, sino que su afán protector es el que les conduce hasta esos extremos contraproducentes que no deberían rozar, y es por ello por lo que reciben el término “helicóptero”, por ese constante revoloteo que tienen sobre la vida de sus hijos y sobre cada uno de sus movimientos.

En este sentido, algunas de las consecuencias negativas que se pueden experimentar como consecuencia de tener unos padres helicóptero, son:

• Problemas constantes de ansiedad

Los padres helicóptero suelen transmitir a sus hijos cada una de sus preocupaciones y miedos,  haciéndoles creer que el mundo es un sitio hostil lleno de peligros o haciéndoles ver que, sin su ayuda, ellos nunca estarán preparados para enfrentarlo. Una actitud que repercute de manera directa en el nivel de autoestima de los niños, que aún se encuentran en una de las etapas del desarrollo, lo que a la larga eliminará su capacidad de espontaneidad, de decisión y de seguridad.

• Desarrollar una baja autoestima

Al hilo de lo anterior, no poder crecer sin supervisión constante, o que un niño no pueda ir tomando decisiones propias, sino que tenga que mirar a sus padres a cada rato para saber cómo puede actuar, hará que termine creyendo que no puede vivir sin sus padres o que nunca será capaz de hacer cosas solo o de enfrentarse a la independencia. ¿Y tiene esto algún sentido, cuando ese es en realidad el destino de la vida? Por todo esto la autoestima, en este tipo de casos, se encontrará casi siempre bajo mínimos.

• Problemas para socializar

Los padres helicóptero son culpables, al sobreproteger en exceso, de que sus hijos no sepan relacionarse con otros niños ni con casi nadie de su entorno, aunque es algo de lo que no suelen darse cuenta o no consiguen reconocer. Hablamos de niños que se vuelven tímidos, retraídos e inseguros, y que tienen muchas dificultades para entablar amistades o entrar en un grupo nuevo, y esto será una experiencia muy dura para ellos (especialmente en la adolescencia), convirtiéndose, además, en “víctimas perfectas” de situaciones de acoso o bullying por parte de los compañeros.

• Serios problemas de conducta

Al final, cuando uno está controlado todo el tiempo y termina creyendo que no hace nada bien o que no puede tomar decisiones solo, terminará teniendo una personalidad y una forma de ser muy nerviosa, fruto de ese estado de ansiedad crónico del que hablábamos, y responsable de frustraciones habituales o de comportamientos negativos o violentos puntuales. El miedo al rechazo o a la equivocación será también muy grande y condicionará el día a día de esos niños, lo que afectará a su vida cotidiana y a su entorno más inmediato, como el del colegio.

• Retrasos en el aprendizaje

Cuando a una persona se la limita y coarta en todo momento, por algo que hipotéticamente podría pasar, se impide que desarrolle el razonamiento lógico (fruto en buena medida de la experimentación) o que aprenda conceptos importantes para la vida. Esto no quiere decir que esa persona no lo vaya a conseguir, pero sí que aprender le llevará más tiempo que a otros niños que no hayan crecido con unos padres helicóptero.

• Periodos de depresión

Como vemos, son muchas las consecuencias negativas que la crianza de unos padres helicóptero puede acarrear, pero quizá la más importante de todas sea la tristeza que puede ir provocando el no conseguir hacer amigos, el no conseguir encajar ni motivarse con nada, el no poder ser capaces de hacer cosas de forma independiente, ni de pensar por sí mismos…Y al final, ese cúmulo de cosas es el que puede llevar a situaciones más complejas, como la de la depresión.

Seguro que todos estamos de acuerdo en que ser padres no es fácil, pero también tenemos que ser conscientes de que, al final, todos debemos hacer nuestra propia vida, con nuestros amigos, con nuestras vivencias, errores y consecuencias…, y que por eso un padre no puede pretender estar siempre encima de sus hijos. No olvidemos que las experiencias deben ser suyas y que nadie escarmienta en cabeza ajena, pues hay que caerse para poder aprender.