¿Te has planteado cuántas veces tenemos en cuenta la opinión de nuestros hijos? En la mayoría de los casos pensamos directamente que son demasiado pequeños para saber lo que les conviene y, sin embargo, hay un montón de cosas sobre las que los niños tienen su propio criterio ya formado. Hacer de un niño un futuro adulto con capacidad para tomar correctamente decisiones, es un trabajo que debe empezar desde que son muy pequeñitos. Además, los beneficios que aporta el hecho de que los padres permitan a sus hijos opinar en aspectos para los que ya estén capacitados son muchos y muy importantes:
- Los niños se preparan para ser seres independientes con criterios propios.
- Tomar decisiones hace que crezca y se afiance su autoestima.
- Aprenden a escuchar, valorar y respetar las distintas formas de pensar de los demás.
- Decidir fomenta su sentido de la responsabilidad.
- Comprenden que no siempre se puede tener todo y que hay que elegir.
- Aprenden que hay ocasiones en las que todos tenemos derecho a hacer escuchar nuestra voz y nuestro voto.
Por supuesto, los niños no están preparados para opinar sobre todos los temas que les afecten, por eso es importante que diferencies como padre o madre claramente que hay posturas que no admiten discusión, desde no cruzar la calle solo o irse a una hora conveniente para su edad a la cama, hasta ser cariñoso con los abuelos o amable con los demás. Sin embargo, existen otras cosas en las que quizá se puede ser menos rígido y que pueden ayudar a los peques a conseguir todos esos beneficios arriba descritos.
Hablamos de temas y situaciones cotidianas, como el hecho de ir o no un ratito al parque cada día. Es absolutamente cierto que debemos potenciar la socialización de los más pequeños, así como el hecho de que puedan disfrutar y jugar al aire libre, pero también es cierto que no todos los niños son iguales y que existen otros, tal vez no la mayoría, que preferirían jugar un ratito solos en su cuarto o acurrucarse en el sofá en compañía de un buen libro. Por eso es tan importante la opinión de los niños y no obligarles a hacer cosas que tal vez no deseen, solo porque sean buenas o estén de moda.
La importancia de la libertad para la autosuficiencia
El tema de la ropa es otro de esos temas. Pedir opinión a un niño/a sobre lo que quiere ponerse le hará sentirse uno de los seres más felices del mundo y un miembro de pleno derecho en su casa y en el seno de su familia. El truco para que esto no se convierta en una locura cada día o que termine eligiendo algo que no combine en absoluto o que sea un disfraz (algo que con niños podría ocurrir literalmente) es dar una serie de opciones, como por ejemplo tres, ya elegidas previamente por ti. Esto, además de permitir a los niños participar, evitará que puedan salir a la calle de manera inapropiada o que se eternicen eligiendo.
No es buena idea obligar a un niño a ponerse algo que realmente no le gusta por mucho que como padres no podamos entenderlo ni comprender qué problema tiene la ropa en cuestión, porque lo cierto (y a los adultos también les sucede) es que el que no nos sintamos cómodos con algo puede afectar al desarrollo de toda una jornada completa e incluso a nuestra forma de actuar o de relacionarnos con otros. Y, al fin y al cabo, ¿qué sentido tiene sufrir por un tema tan vano como la ropa?
Otras ideas para ir ayudando a los peques a ser personas autosuficientes son:
- Dejarles escoger qué quieren comer en un restaurante.
- Consultarles cómo prefieren la celebración de su cumpleaños.
- Pedirles opinión sobre la decoración de su cuarto.
- Dejarles elegir los cuadernos a principio de curso.
- Decidir entre qué películas recomendadas veréis en el cine.
- Preguntarles si prefieren ir andando o en coche a un determinado lugar.
Esto son solo algunos pequeños ejemplos de cosas que realmente no tienen ninguna importancia para nosotros, pero que para ellos puede suponer un mundo. Aunque en ocasiones el hecho de dejarles elegir pueda suponer más minutos de tiempo o más trabajo, es bueno que hagamos el esfuerzo por su bien.
No te olvides de orientar a la hora de tomar dichas decisiones, pero respeta siempre su elección final y su parecer y no recrimines ni sobrevalores sus equivocaciones, salvo en casos de fuerza mayor, en los que deberás razonar tus negativas. Aumentar sus pequeñas parcelas de libertad cuando hagan buen uso de ellas, son actitudes que se deberían adoptar por mucho que cueste. La recompensa, a fin de cuentas, es algo tan importante como la correcta formación como personas de nuestros pequeños.
21 febrero, 2022
Me encantó
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